"Nuestra condena es sufrir"

Hay sonrisas imposibles de esconder. Como la que mostraba Raúl Procopio ayer al término del encuentro ante el Albacete y que supuso su debut triunfal como técnico del primer equipo amarillo. "Soy alegre de por sí -confesó-, creo que es importante contagiar esa felicidad".

El nuevo entrenador cadista reconoció que el triunfo había sido "importante y sufrido", porque "es nuestra condena, así era cuando yo jugaba y así sigue siendo". Para a continuación resaltar la labor de sus futbolistas. "El resultado final nos ha acompañado, pero, aunque no hubiera llegado ese segundo gol, también destacaría el esfuerzo de mis jugadores, los profesionales han estado de chapó".

Los compañeros de Albacete le comentaron que Máximo Hernández había declarado que no le había parecido penalti la jugada previa al segundo gol cadista. "Yo he visto dos penaltis, antes una mano clara y luego agarrón dentro del área, o sea, penalti".

Raúl reconoció que el equipo había experimentado un gran cambio de actitud y que incluso con 10 se vació en el campo. "Desde que llegué he visto esa predisposición. En el descanso les he visto fastidiados, querían ganar y lo han dado todo".

Sobre Fornell, a quien hizo debutar, aseguró que "si lo he convocado es porque lo había visto preparado, sé lo que hace en el filial y lo he sacado para que nos diera más consistencia en el centro del campo. Es un futbolista de una honradez tremenda en el campo".

Cuestionado sobre su continuidad en el banquillo indicó que "a día de hoy soy el entrenador del Cádiz y como tal voy a empezar a preparar el partido ante el Numancia. Desde el club no se me ha comunicado nada; si ven oportuno que continúe lo haré".

Raúl reconoció que ayer había cumplido uno de los sueños de su vida y que incluso se emocionó en los minutos finales, cuando la afición más arreciaba en sus cánticos de ánimo. "Ha sido increíble, he vibrado. Es un sueño pero no es el final del sueño".

También aclaró en su comparecencia que si no hizo el cambio de De la Cuesta nada más producirse la expulsión de César Caneda fue porque "Gustavo López tenía molestias; cuando vi que cada vez le dolía más al golpear el balón es cuando hice el cambio. A veces es mejor no precipitarse".

Por último, reconoció que se sufre más como técnico que como jugador.