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San Fernando/Es la final. Es el partido definitivo. Es el ser o no ser. Es el seguir, o quedarse fuera. Es el partido más trascendental del año, de la temporada, de todo lo jugado. Es el vivir, o morir. Bien es cierto que queda otra bala en la recámara, que si se sale victorioso del enfrentamiento, aún quedará otro paso a seguir. Pero no es menos cierto que si se falla, se termina.
El derbi, más derbi que nunca, que se dirime en El Palmar desenlazará el futuro de uno y otro equipo, dará a conocer cual de estos conjuntos tendrá vida y cual de ellos morirá en el intento. Si los azulinos, que son los más necesitados, consiguen la victoria, tendrán que esperar al choque entre Sanluqueños y castellonenses la semana que viene, y tendrán que certificar sus posibilidades con una victoria ante el Linares en el cierre de campeonato.
¿Y a los verdiblancos? A estos les basta con un empate en uno u otro partido, por lo que seguirán teniendo sus opciones ante el ascendido Castellón. Aún así, en el choque con los isleños, también les basta un empate para certificar su permanencia y mandar a los de La Isla a Segunda Federación.
Por eso, el partido que se jugará este sábado a partir de las siete en El Palmar, tiene tintes dramáticos, trágicos, definitivos y eso lo hace tremendamente pasional. Además, todo lo que ha rodeado al partido ha hecho que, incluso, aumente la tensión en torno al encuentro.
Los sanluqueños han querido que la hinchada visitante sea mínima, que 'su' campo solamente sea una olla a presión para ayudar a los suyos y, por ello, ha encarecido el precio de las entradas que, además, han limitado.
Los isleños han hecho piña para estar presentes, han fletado tres autobuses e, incluso, el cuerpo técnico y los jugadores se han hecho con 120 entradas para el choque que han repartido entre los aficionados azulinos que, lógicamente, viajarían en un número de más de 600 si hubiesen podido tener acceso al campo.
En lo deportivo, los de La Isla tienen la ilusión como lema, la esperanza como bandera, y el optimismo como mandato. Durante la semana se ha repetido que es el partido crucial, donde hay que ponerlo todo, donde hay que darlo todo, y donde no se puede errar. Lógicamente el rival, piensa lo mismo.
La imagen ofrecida ante el Málaga hace ocho días dan una dosis importante de esperanza para los de Nano Rivas que siguen pensando que el milagro se puede realizar. El técnico azulino desplazará a todos los componentes del plantel, aunque Carlos Blanco, Ángel López y Alfonso, seguirán sin poderse vestir de corto por sus problemas físicos.
Por lo demás estarán disponibles todos los efectivos y no sería de extrañar que el técnico azulino no realizara muchos cambios con respecto a lo que ofreció ante el conjunto malagueño, si bien podría entrar en el lateral derecho Lillo Castellano que desplazaría a la media punta a David Ramos. Esto haría que Pau Martínez y Biabiany se disputaran la banda derecha y Cristian Herrera y Ángel Sánchez, la izquierda.
En los sanluqueños, que han realizado una tremenda fase final del campeonato y, por ello, distancian a los isleños en cuatro puntos, no sería de extrañar que Abel Segovia no cambiara en mucho el equipo que viene ofreciendo. Cabe recordar que los dos últimos partidos jugados por los verdiblancos ante su afición se registraron con victoria.
Todo está preparado para el derbi más crucial de los últimos tiempos, el partido más importante para ambos equipos desde que comenzó la temporada. Y es que el choque entre Sanluqueño y San Fernando es, una final a un solo partido.
Atlético Sanluqueño: Samu Pérez, Coke, Fer Román, Rojas, Carbonell, Joaquín, Vacas, Zelu, Guty y Mwepu.
San Fernando CD: Fuoli, Lillo Castellano, Farrando, José Carlos, Luis Ruiz, Fullana, Dani Molina, David Ramos, Biabiany o Pau Martínez, Cristian Herrera o Ángel Sánchez y Aquino.
Árbitro: Morales Moreno (andaluz).
Campo: El Palmar (19:00 horas/Feftv).
El entrenador del equipo azulino señalaba del encuentro en la previa que “es un partido importante, el más importante para nosotros” porque “nos jugamos la vida” por lo que el equipo “saldrá a por los tres puntos pero consciente de que son 90 minutos muy largos y que hay que hacer las cosas con la tranquilidad necesaria”. El técnico sabe que se juega mucho fuera del campo aunque “hay que tomarse el encuentro como un espectáculo, independientemente de lo que pase”, porque de esta forma “se aboga el bienestar, a la tranquilidad y a disfrutar con el deporte”. El cuerpo técnico y los jugadores han comprado de su propio bolsillo 120 entradas que han repartido entre los aficionados porque “nos gustaría que los nuestros estuviesen con nosotros, ayudándonos en lo que puedan y sintiendo el calor desde las gradas”. Rivas es consciente de que “a ellos también se les va la vida en el envite y saben que un solo punto les basta, por lo que espero un partido comprometido, apasionante y de un alto nivel de intensidad”, afirmaba.
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