Granada corre por solidaridad en la XIX Carrera Padre Marcelino
Atletismo
El Colegio Santo Tomás de Villanueva ha celebrado una edición más de esta prueba deportiva que homenajea a uno de los grandes referentes e impulsores del centro educativo granadino

Apenas comenzaba a despuntar el sol sobre la calle Arabial, ese rincón granadino que cada año se convierte en epicentro de una de las pruebas deportivas más tradicionales de la ciudad, cuando las primeras familias empezaban a llegar con termos de café en mano, algunos abrigados hasta el cuello por el frío mañanero y una mezcla de sueño y entusiasmo en el rostro. Como cada año, la XIX edición de la Carrera Popular Memorial Padre Marcelino no falló: fue una auténtica fiesta deportiva, familiar y solidaria que Granada abrazó desde el primer minuto.
El Colegio Santo Tomás de Villanueva, organizador del evento, volvió a rendir homenaje a uno de sus grandes referentes, el Padre Marcelino, incansable impulsor del deporte entre los jóvenes agustinos. Una misión que cada año se refrenda con esta carrera que mezcla deporte y solidariad, ya que lo recaudado será destinado a la construcción de seis aulas educativas en Sierra Leona, a través de la red solidaria internacional ARCORES. Correr por una meta, literalmente, pero también por una causa.
Desde muy temprano, mientras el frío tradicional de la ciudad aún se aferraba a los adoquines y al aliento de los corredores, los más madrugadores ya se buscaban un rincón soleado, intentando que el tímido calor de la mañana les diera algo de consuelo. Niños de la mano de sus abuelos, madres empujando carritos, grupos de amigos con camisetas a juego, profesores del colegio dando los últimos retoques al circuito, y hasta algún que otro corredor haciendo estiramientos mientras saludaba con una sonrisa: todo era un preludio perfecto.
A las 10:00 en punto, el pistoletazo de salida marcó el inicio de la carrera absoluta de 10 kilómetros, la gran protagonista de la jornada. Con una participación récord de 2.400 corredores, la prueba dejó imágenes espectaculares: avenidas llenas de camisetas rojas (el color de este año), zancadas decididas, rostros concentrados y algún que otro aplauso espontáneo desde los balcones cercanos. Algunos competían contra el cronómetro, contra sí mismos o contra los 10K. Otros, simplemente, disfrutaban de recorrer su ciudad a otro ritmo, con otra mirada.
En la categoría masculina, el más veloz fue Manuel Jiménez López, del equipo Real Sociedad San Sebastián, quien cruzó la meta en 30 minutos y 32 segundos, seguido por Houssame Eddine Benabbou Azizi (31:48) y Javier Linares Olalla, del C.D. Atletismo Triatlón Runrundata (31:55). En la femenina, la victoria fue para Laura García Padilla, del Club Atletismo Granada Joven, con un tiempo de 38:49, acompañada en el podio por Ana Belén Rodríguez Sánchez (39:54) y Ana Martínez Carrión (40:30), ambas del C.D. Atletismo Triatlón Runrundata.
El despliegue de talento que se vivió durante la carrera absoluta de 10 kilómetros, también sacó a relucir a los jóvenes corredores de las categorías sub-20 y sub-23, que dejaron claro que el futuro del atletismo está más vivo que nunca. En la categoría sub-20 masculina, el triunfo fue para Mario Ruda Puertas, del Club Nerja Atletismo, con un excelente tiempo de 00:32:54. En el lado femenino, la victoria fue para Carmen del Mar Jiménez Matilla, quien cruzó la línea de meta con un crono de 00:44:10, emocionada y ovacionada por los asistentes.
La categoría sub-23 también fue un espectáculo digno de mención. En la rama masculina, Juan Manuel Rodríguez Rojas fue el más rápido con un tiempo de 00:36:27, mientras que en la femenina, María Sosa Mauriño se impuso con un tiempo de 00:44:24, completando así una jornada llena de logros personales para los más jóvenes, quienes no solo compitieron, sino que también inspiraron al público con su entrega y entusiasmo.
Por su parte, los corredores de la categoría Senior también ofrecieron un auténtico recital de resistencia y pasión por el atletismo. En la rama masculina, José Antonio Justicia Ruiz, del C.D. Atletismo Triatlón Runrundata, se llevó los honores al detener el cronómetro en 00:32:36, en una carrera en la que mostró dominio desde los primeros metros. En la rama femenina, Alba Vaquero Cadenas se alzó con la victoria con un tiempo de 00:42:10, recibiendo los aplausos de una grada que supo valorar el esfuerzo constante que requiere alcanzar ese nivel competitivo.
Más allá de los cronómetros, lo que brilló con fuerza fue el espíritu colectivo. Las pruebas para menores (con distancias que iban desde los 3.500 metros hasta los 250 metros de los más pequeños) dejaron momentos memorables. Las categorías sub-18, sub-14, sub-12, sub-10, sub-8 y los “chupetines” formaron un mosaico de generaciones unidas por el deporte. Ver a un niño cruzar la meta de la mano de su padre, o a un grupo de abuelos animando con pancartas caseras, fue el reflejo más puro de lo que esta carrera representa.
Especial emoción causó la prueba “Yo no puedo con los 10K”, una alternativa pensada para aquellos que quieren vivir la experiencia sin la exigencia de la distancia completa. Aquí, los aplausos fueron aún más sonoros, los abrazos más largos y las metas más personales.
La organización, impecable en todos sus aspectos, repartió medallas para todos los participantes, personalizables con el tiempo conseguido. Una pequeña pero significativa recompensa que muchos atesorarán como recuerdo de una jornada mágica.
Durante el acto de premiación, celebrado en el patio del colegio, destacaron la presencia del teniente de alcalde Jorge Saavedra, el padre José María Sánchez Martín, director del colegio, Aldara Sánchez Bailón, vocal de Deportes y Salud Pública, y Elisa Campoy, concejal delegada de Comercio, Consumo y Salud del Ayuntamiento de Granada. Todos coincidieron en un mensaje: esta carrera no solo honra el legado del Padre Marcelino, sino que simboliza el compromiso de una ciudad con los valores del deporte, la educación y la solidaridad.
La celebración final fue tan alegre como merecida. Entre bebidas frescas, bocadillos y risas compartidas, los corredores y sus acompañantes convirtieron el patio del colegio en una verdadera verbena deportiva. Era imposible no notar el orgullo en los rostros de los organizadores, el cansancio feliz de los corredores o los abrazos de quienes llegaron a la meta, literal o simbólicamente.
Al caer la tarde, Granada se despedía de una de sus jornadas más luminosas, no por el sol (que acompañó en todo momento) sino por la energía de una comunidad que, paso a paso, sigue demostrando que correr también es una forma de amar.
Y así, un año más, la Carrera Popular Memorial Padre Marcelino dejó huella. En las zapatillas, en el corazón y en las aulas que nacerán al otro lado del mundo. Porque cuando se corre con propósito, cada kilómetro cuenta el doble.
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