La intensidad premia al San Fernando en el derbi con la Balona (1-0)

San Fernando/Definitivamente, el San Fernando ha renacido. La era Salva Ballesta ya se salda con siete puntos de los últimos nueve disputados y ante La Balona, en un derbi repleto de intensidad, de calidad, de lucha y entrega, los de La Isla dieron una nueva alegría a su afición y cosecharon tres puntos que lo ponen mucho más cerca de los puestos de privilegio de la tabla que de las posiciones de dudas, en esas que se queda inmerso el equipo de La Línea tras caer derrotado en el Iberoamericano de Bahía Sur.

Los isleños volvieron a dar una muestra de trabajo, sacrificio, lucha y entrega. Es cierto que la primera parte fue mucho más igualada y que ambos equipos contaron con sus opciones de adelantarse en el marcador, pero no es menos verdad que en la segunda parte, tras el descanso, el equipo de Ballesta salió a morder al rival y a dejar las especulaciones para otro momento. Fue a por el partido de verdad. La consecuencia, una gran victoria.

Volvió a sorprender el técnico maño en el titular, donde colocó a cuatro hombres por delante de Perales e insertó en el centro del campo a Dani Molina y a Caballero, buscando la sorpresa en la mediapunta y en las bandas con tres hombres, Rodrigo, Ilyas Chaira y Gabri Martínez, que alternaban continuamente sus posiciones, para dejar fijo en ataque a Rubén del Campo.

Con esto y con un entramado en el centro del campo por parte del equipo de Alberto Monteagudo, el partido tenía intensidad en la parcela ancha y ambos conjuntos no cedían terreno. Esto traducía el encuentro en un choque vibrante pero sin peligro en las áreas. Lo más bonito era saber cuál de los dos ganaba la partida y terminaba cansando al rival.

Aún así, los isleños fueron los primeros en llegar, en el 7’, en un centro debajo de Antonio Marín que remató en la frontal del área Ilyas Chaira alto. La respuesta balona se hizo esperar y hasta el 19’ no se produjo la primera intervención de Perales en un disparo debajo de Guti que atajó sin problemas.

La más clara de la primera mitad la tuvo Gabri Martínez. En una jugada calcada a la que significó la victoria en Coruña, el rápido extremo del equipo azulino se plantó en solitario ante Varo, pero su definición quedó abortada en los pies del guardameta.

Los instantes finales de la primera mitad fueron de apretar los dientes porque el equipo albinegro llegó en dos ocasiones con claridad. En la primera de ellas, en el 40’, cuando una salida en falso de Perales puso un nudo en los aficionados azulinos, y una segunda, en el 44’, en un disparo raso de Omar Perdomo que atajó el portero isleño a córner; en el saque del mismo un remate de Jesús, libre de marca, se fue alto.

En la segunda mitad tocó zafarrancho de combate. Los isleños salieron a por todas, ya sin especular, ya siendo superiores en el centro del campo y, sobre todo, poniendo una marcha más al partido. Ya en el 53’ fue increíble cómo los de Salva Ballesta no se adelantaron en el marcador porque a la salida de un córner José Carlos remató al travesaño y el rechace, también con remate de cabeza de Gabri Martínez, volvió a estrellarse en el poste de un desconcertado Varo.

Se veía venir que los isleños podían marcar en cualquier momento, porque sometían al rival a una presión casi asfixiante, porque los de La Isla se veían superiores y porque las ocasiones iban llegando casi por inercia.

Tras el tanto de Chairas, todo fue saber leer el partido. Los de La Línea, fruto de la presión de estar en puestos de descenso y la necesidad, se precipitaban en demasía, incluso se quedaban con diez por una agresión de Toni García a David Ramos muy cerca del auxiliar. Pero es que el más difícil imposible parecía llegar con la lesión de Omar Perdomo cuando ya estaban todos los cambios realizados. Si con once no había podido, con nueve se nos antojaba como misión imposible.

Los de La Isla han madurado, no cometen los infantiles errores de antaño y saben marcar el tempo del partido conforme a su antojo y mucho más tras ponerse por delante en el marcador. Los minutos fueron pasando con más sensación de que podía llegar el dos a cero antes que la igualada. Pero nada iba a cambiar, el derbi ya tenía su sentencia, esa que era favorable a los de La Isla, que viven desde hace tres jornadas de nuevo en la nube.