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San Fernando/A la tercera debe de ser la vencida. O al menos eso dice el dicho. El San Fernando CD presentó el martes 27 de diciembre al tercer proyecto, dentro de un proyecto, de esta temporada. Pablo Alfaro se ha hecho cargo del equipo azulino con el firme propósito, en un principio, de salir de los puestos de descenso en los que se encuentran los de La Isla y, posteriormente, devolver la normalidad y la tranquilidad a una entidad que, en estos momentos, se encuentra en una crisis de resultados.
Pablo Alfaro coge el testigo que ha dejado Salva Ballesta que, a su vez, cogió el testigo de Nacho Castro. Por ello, el técnico maño, curiosamente de la misma región que su predecesor en el cargo, será el tercer entrenador que coja las riendas del equipo azulino antes de que la competición de por finalizada su primera vuelta.
En el acto de presentación el nuevo técnico estaba bien resguardado por el Director Deportivo del cuadro azulino azulino, David Vizcaíno y por el presidente de la entidad isleña, Louis Kinziger. Fue precisamente el segundo el que tomó la palabra para indicar la creencia del San Fernando en este nuevo proyecto y, sobre todo, para dejar a las claras que es el momento de estar unidos, de ser más fuertes que nunca y de remar todos en el mismo barco para llegar a buen puerto.
La ilusión fue la nota predominante del máximo mandatario de la entidad azulina, sin olvidar que las aguas deben de volver a su cauce y que, sin duda alguna, el equipo saldrá de la situación en la que se encuentra con la ayuda del nuevo entrenador.
Posteriormente fue Vizcaíno el que tomó el uso de la palabra para indicar que Pablo Alfaro contaba con el perfil de entrenador que se pretendía después de barajar varias posibilidades. El mandatario deportivo del club isleño tuvo unas bonitas palabras para Salva Ballesta, indicando la profesionalidad que lo atesora, el cómo ha estado trabajando innumerables horas al día para el bien del equipo y la mala fortuna que ha tenido en su paso como entrenador del cuadro de La Isla.
Vizcaíno también dejó a las claras que el acuerdo, para la finalización de Salva Ballesta, como para la llegada de Pablo Alfaro no ha tenido muchos problemas por la predisposición de ambos entrenadores, uno, el saliente, para rescindir su contrato y otro, el entrante, para llegar a un acuerdo.
Fue el momento del nuevo entrenador. Pablo Alfaro se muestra tranquilo, quizás por las batallas ya vividas en anterioridad y, ante los medios de comunicación da síntomas de tener la situación controlada. El técnico, en su primera impresión es cercano, educado y nada estridente, es más responde con la tranquilidad de hacer las cosas bien, situación que transmite optimismo.
Para Alfaro, lógicamente, coger un equipo que está en un momento delicado, es todo un reto y, por ello, sentencia que “es un reto bonito, que gusta, aunque esto implica un trabajo extra porque, como es de esperar, uno llega sustituyendo a un compañero, cuando las cosas no están bien”.
Para el nuevo entrenador, la realidad es que estamos a 27 de diciembre y el equipo está el decimoséptimo, es decir, en puestos de descenso. “Esa es la realidad y, sobre ello es en lo que hay que empezar a trabajar, con humildad y, sobre todo con compromiso, que es la base fundamental para salir del atolladero en el que estamos. Con trabajo, con compromiso y con humildad tenemos que tener la capacidad suficiente para salir de donde nos encontramos”, afirmaba.
Igualmente Alfaro ha estado trabajando con sus nuevo pupilos y sabe que tiene tiempo de sobra para inculcar sus planes a los jugadores, porque “habitualmente, se suele coger a un equipo con urgencias, un lunes o martes, para competir el sábado o domingo”, pero éste no ha sido el caso ya que “tenemos todas las fiestas navideñas para hacer las cosas bien”, por lo que no cabe, ni de lejos, eso de las urgencias.
Una de las bases del entrenador maño será recuperar al equipo psicológicamente para afrontar un tramo complicado de la competición. “Le daremos la importancia prevista al trabajo psicológico, que será muy importante, pero no menos que al trabajo táctico, técnico y físico. Son los cuatro conceptos que ha que diagnosticar, analizar y reparar”.
El proyecto, ambicioso, del San Fernando ha sido una de las claves para que el que fuera defensa del Sevilla se haga cargo del equipo isleño. “Ya he hablado con el presi y con David, por Vizcaíno, de lo que se pretende hacer en un futuro inmediato y eso me ha llenado de satisfacción porque es un proyecto bonito en el que a uno le gusta estar inmiscuido. Lo cierto es que he recibido mucho optimismo desde mi llegada”, afirmaba.
Se desconoce si habrá nuevas incorporaciones en los próximos días aunque Alfaro señala que “yo voy a contar con los que tengo que, lógicamente, tienen que estar al cien por cien. Aquí no vales, como estamos, un setenta o un ochenta por ciento, hay que estar al cien porque nos jugamos todos la vida y eso está en sus manos, bueno en sus pies”, manifestaba.
Su debut será ante el Córdoba el próximo 8 de enero, curiosamente, avatares del destino, ante su ex equipo, el Córdoba. “Me parece maravilloso porque tenemos todo el tiempo del mundo para preparar el partido ante el líder, luego ya trabajaremos semana a semana, pero ahora tenemos muchos días para preparar un partido donde respetaremos al rival por donde se encuentra pero donde intentaremos hacernos respetar nosotros”, concluía.
Pablo Alfaro es el tercer proyecto del equipo azulino en apenas cuatro meses. A la tercera debe de ser la vencida. O al menos eso dice el dicho.
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