La historia pasa por Carranza
La previa del España - Malta
En su primer partido oficial en Cádiz, la selección busca ante el rival del inolvidable 12-1 la victoria para ser cabeza de serie en la Eurocopa 2020
Cádiz/El Ramón de Carranza acoge este viernes un partido para la historia, nada menos que el primer partido oficial de la selección nacional. Esta circunstancia, el maravilloso recuerdo que trae a la memoria el rival y la importancia de los tres puntos en juego lo convierten en una gran cita internacional y en un auténtico regalo para la afición gaditana, con el estadio lleno a rebosar después de que el jueves se agotaran las últimas entradas puestas a la venta.
La respuesta de la afición haciendo cola para presenciar el último entrenamiento previo al duelo este jueves sirve como referencia de lo que se vivirá a partir de las 20:45 horas. Nunca antes se ha disfrutado de esta oportunidad y quién sabe cuánto tiempo transcurrirá hasta que la Tacita de Plata vuelva a entrar en los planes de la Federación.
Para los más jóvenes, pues, la ocasión de ver en vivo y directo al combinado nacional se antoja un reclamo incomparable, con la suerte que no tuvieron en su día los más mayores. Eso sí, quienes ya peinan canas pueden presumir de guardar en la retina aquel inolvidable duelo disputado el 21 de diciembre de 1983.
En efecto, el 12-1 a Malta en Sevilla, que condenó a Holanda y otorgó el pase a la Eurocopa de 1984, en la que los pupilos de Miguel Muñoz cayeron en la final ante la anfitriona Francia, pasó a los anales como una de las grandes gestas de la España futbolera, que 36 años después alardea tras la conquista, todavía reciente, de dos Eurocopas y un Campeonato del Mundo.
Pero aquella goleada, aquel último tanto de Juan Señor, gritado con gallo incluido por José Ángel de la Casa en la televisión y festejado por todo un país como si de un título se tratara, es y será algo irrepetible. Sin duda, Fernando Torres y Andrés Iniesta siguieron, décadas más tarde, la senda que antes marcó el elegante centrocampista del Zaragoza.
Por todo ello, el partido entre España y Malta en Cádiz no es uno cualquiera, ni mucho menos. Porque, además, servirá para que el Ramón de Carranza pase a formar parte de un nuevo capítulo de la historia de la selección nacional y el combinado español quede para siempre grabado en letras de oro en la historia del estadio gaditano. Los 23 convocados de la selección española, uno a uno.
Por si el pasado y el presente no fueran suficiente motivo y aliciente, resulta que el choque con los malteses también cuenta con un gran interés en lo estrictamente deportivo. De hecho, España necesita la victoria para asegurarse la primera plaza del grupo en la fase de clasificación para la Eurocopa, con lo que también tendría garantizado acudir a la fase final como cabeza de serie.
Tanto han cambiado los tiempos, de los 80 a esta parte, que la selección saca billete para los grandes torneos con mucha antelación pero genera debate por el juego, por la pérdida de la brillantez de una época aún cercana o por la confección de un equipo poco reconocible.
Sin un once definido, Robert Moreno, el seleccionador circunstancial por los trágicos problemas personales de Luis Enrique, busca soluciones para ser fiable de forma regular y, para qué negarlo, para volver a enganchar a la hinchada.
Aunque hoy en día no quedan enemigos pequeños, lo cierto es que la selección debe salir en busca de una goleada para certificar el liderato. La diferencia de potencial con Malta se antoja enorme por más que en la primera vuelta, en La Valeta, el marcador final fuera sólo 0-2.
Las dudas surgidas tras los dos últimos empates, en las visitas a Noruega y Suecia, deben quedar despejadas en un escenario único como es Carranza. Cádiz puede ser un buen punto de partida hacia una España que de nuevo ilusione y opte por derecho propio a codearse con los mejores del viejo continente y del planeta fútbol.
Enfrente aguarda una Malta que se presenta con un asumido papel de víctima, sin el defensa Steve Borg, sancionado, y cuyo guardameta evoca los mejores recuerdos: Henry Bonello, hijo del mítico John que encajó la docena en una noche mágica.
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