El Real Madrid desarbola a Gran Canaria y jugará la final ante Unicaja
Baloncesto | Copa del Rey
Los anfitriones le aguantaron el pulso a los campeones en los dos primeros cuartos pero acabaron hundiéndose (63-80)
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Las Palmas de Gran Canaria/El Real Madrid, vigente campeón de la Copa del Rey, terminó con el sueño del anfitrión del torneo, el Dreamland Gran Canaria, al que derrotó este sábado (63-80) para certificar de este modo su regreso a la final, en la que se enfrentará al Unicaja en el Gran Canaria Arena.
El equipo entrenado por Chus Mateo, que disputará el partido por el título por undécima vez en las últimas doce ediciones, superó con oficio un inicio desacertado y creció con el avance del crono bajo la batuta de Facundo Campazzo (13 puntos y 8 asistencias), secundado por Mario Hezonja (14) y la irrupción final de Sergio Llull (12), que decantaron el duelo en la segunda mitad.
Por contra, el Dreamland Gran Canaria, que aspiraba a pisar por segunda vez la final de la Copa del Rey, no pudo reeditar el nivel ofrecido en los cuartos de final ante el Valencia Basket, y pagó la falta de acierto en el triple (5/22) y las pérdidas (13), pese a la actuación de Caleb Homesley (15 puntos).
Partía como casi siempre el Real Madrid con el papel de favorito, reforzado por el hecho de haber ganado siete de las últimas trece ediciones de la Copa del Rey, mientras que el anfitrión perseguía el sueño de romper la maldición según la cual ningún equipo ha ganado el torneo en su casa desde 2002. Y lo hacía, además, contra el rival que en 2016 le venció en su única final copera.
Impulsado por su público, el Dreamland Gran Canaria entró con más energía al encuentro y sorprendió al Real Madrid. La defensa múltiple sobre Tavares impidió al caboverdiano mirar al aro, mientras que la asfixiante presión sobre el balón, en especial de Albicy frente a Campazzo, forzó cinco pérdidas.
Le faltó puntería al cuadro claretiano para aprovechar el momento, en un inicio de desacierto generalizado y anotación raquítica (2-2, min.5). Falto de fluidez, el cuadro blanco tiró de oficio para sumar desde el tiro libre, mientras que el Gran Canaria mantuvo el listón atrás y sumó pólvora con la entrada de Homesley al final del primer asalto (16-10).
Mateo, brazos en jarra, observaba la escena con preocupación. A pesar de sus cambios, el Real Madrid no carburaba, perdonaba tiros francos y perdía balones. Mientras, el anfitrión abría brecha con los puntos del combativo Salvó en la zona, y la puntería de Shurna y Homesley (26-12, min.14).
Tuvo que parar el partido el técnico madrileño, y esta vez el parón sí surtió efecto, pues el vigente campeón endureció la defensa, robó balones, dominó el rebote y anotó a la carrera, liderado por Hezonja, autor de 8 puntos en el cuarto.
Un triple de Campazzo hizo saltar las alarmas en el banquillo amarillo, pero la irrupción de Brussino mantuvo al anfitrión por delante en el marcador al descanso (31-30), una situación que el propio Campazzo revirtió con dos triples y una asistencia a Musa tras el intermedio (35-38, min.25).
El Dreamland titubeaba, bloqueado en el perímetro, y el Real Madrid iba a más, impulsado con dos canastas de Tavares y los sucesivos triples de Abalde, Musa y Campazzo, el gran instigador de la escapada blanca, que encontró la oposición de Homesley y Tobey al final del tercer cuarto (47-55).
Una resistencia insuficiente ante un conjunto blanco que había cogido impulso y rompió el partido de forma definitiva con la salida a escena de Llull, autor de 7 puntos en el tramo inicial del último cuarto (49-66, min.34).
Con el partido visto para sentencia, pues el Gran Canaria bajó los brazos y el Real Madrid no dio margen a la sorpresa (63-80), la atención se trasladó a las gradas con un intercambio de cánticos en el que la afición local alentó al Unicaja, que este domingo se enfrentará al vigente campeón en el partido por el título.
Quinta final malagueña
Antes de la victoria madridista, el Unicaja Málaga se clasificó por quinta vez en su historia para una final de la Copa del Rey de baloncesto, tras superar en el penúltimo peldaño de la cita de Gran Canaria a un La Laguna Tenerife (90-83) que sufrió ante el despliegue físico en la zona del pívot cajista Yankuba Sima, quien firmó 21 puntos, 8 rebotes y 24 de valoración, haciendo estériles los 18 puntos y 4 asistencias de Marcelinho Huertas.
Nada más arrancar, el conjunto aurinegro comenzó a sufrir en la retaguardia con el poderío físico de Sima, quien encontraba resquicios en la trinchera insular en los primeros compases. Scrubb y Doornekamp trataron, desde el perímetro, compensar ante el ritmo vertiginoso de los andaluces, pero ya sería con una canasta bajo aro de Guerra cuando lograría tomar aire (9-8 en el ecuador del primer cuarto).
En cualquier caso, el plan de partido quedaba más que evidenciado en ambos aros: el Unicaja continuó insistiendo en la pintura mientras los laguneros seguían apostando su suerte a su balsámico tiro exterior (15-14).
Un tiro en suspensión de Kravish y otro de Taylor dieron oxígeno al Unicaja, que cerró el periodo inicial con un alley-oop del propio Kravish (21-15).
En el segundo cuarto emergió la figura de Shermadini con los primeros puntos desde la pintura y eso llevó a Ibon Navarro a sustituir a Kravish por Sima, si bien el georgiano enganchó 10 puntos consecutivos para desequilibrar la balanza a favor de los aurinegros (21-25).
Tuvo que remar a contracorriente el equipo malagueño, aunque con el paso de los minutos logró arañar al contraataque hasta volver a ponerse en vanguardia (31-30) con un triple de Perry a 4:12 para el descanso.
El juego se endureció y se recrudeció el intercambio de canastas. Kramer y Doornekamp daban la iniciativa a los tinerfeños mientras Osetkowski y Barreiro descontaban desde el bando malagueño.
Un alley-oop de Guerra a pase Huertas le daba ventaja a los canarios, a pesar de los dos tiros libres posteriores de Carter que cerraron la primera mitad con todo por decidir (38-39, min 20).
A la vuelta de vestuarios, el partido continuó igualado en todo. Las faltas, rebotes y puntos se reproducían en cada lado sin abrirse brecha alguna (48-47), hasta que los tiros libres de Tyson Pérez y Sima, combinados con un triple posterior de Alberto Díaz, abrieron la renta cajista a seis (55-49) a menos de cinco minutos para concluir el tercer asalto.
Huertas y Guerra hacían lo posible por meter de nuevo en el partido a los insulares (62-58) pero Sima siguió intratable en la zona, elevando la herida hasta los 12 puntos (72-60).
Ya en el asalto final, un arreón de 3-8 de los laguneros hizo revivir la pizarra de Vidorreta (75-68), aunque acabó siendo un espejismo. Alberto Díaz, con dos triples más y una canasta de dos puntos, y Kravish sacaron a relucir su muñeca (81-68).
De poco sirvieron los lanzamientos posteriores de Huertas y Kramer, ya que a 3:08 para la conclusión, Navarro volvió a sacar al parqué a Sima para blindar la trinchera ante las acometidas tinerfeñas, incluso tras un triples de Abromaitis y dos tiros libres de Fitipaldo que alentaron la esperanza isleña (85-80).
Una canasta en suspensión de Tyson Pérez y los posteriores errores en el lanzamiento exterior de La Laguna dictaron sentencia a favor del Unicaja, que se planta en una nueva final copera y buscará este domingo el tercer título de su historia.
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