El San Fernando se adjudica el XXV Trofeo de la Sal

San Fernando/Por fin llegó la primera victoria. Y lo hizo en su trofeo, y lo hizo ante su gente y lo hizo convenciendo. El San Fernando muestra ya sus ‘hechuras’ de cara al inminente comienzo de la temporada 2023-24 y el entrenador azulino Héctor Berenguel mostró, a falta de retoques y de cambios en estas dos semanas de trabajo que quedan, lo que pretende que sea el San Fernando en la dura campaña que afronta.

De inicio, pudo jugar bajo los tres palos, el que se presupone será el cancerbero titular, Diego Fuoli, que mostró seguridad y realizó varias intervenciones de mérito. La línea de defensa será de cuatro hombres, con dos laterales, donde todo hace indicar que las posiciones, de inicio, serán para Xavi Estacio, el derecho y Víctor Ruiz, el izquierdo, y dos hombre en el centro de la zaga, en un principio la misma pareja que actuó prácticamente toda la temporada el pasado año, José Carlos, como central izquierdo y Manu Farrando, como el derecho.

Las novedades parecen encontrarse en la zona ancha donde, de momento, el técnico almeriense parece tener confianza en un doble pivote, en el caso del choque ante el Sevilla Atlético, Fullana y David Ramos, aunque habrá que ver con el paso de los días si en esa zona entrará un organizador, como es el caso de Dani Molina.

Por delante de estos dos pivotes, un trío, con un hombre en banda derecha, con seguridad el capitán Biabiany mientras que las fuerzas lo aguantes, Nahuel Arroyo por la izquierda y Aquino actuando de media punta por el centro, aunque en ocasiones se acomodaba junto al delantero para que el equipo exhibiese un 4-4-2. A la espera, los hombres de banda fichados; Carlos León y Pau Martínez.

Igualmente dejó a las claras que será un hombre fijo en ataque la punta del iceberg. En estas jornadas está siendo Gerard Oliva, pero el director deportivo del equipo azulino anunció que se está trabajando para que esa posición se refuerce con uno o dos efectivos más, todo dependiendo de lo que resta de mercado.

Eso es lo que ofreció el equipo azulino en la vigesimoquinta edición del Trofeo de La Sal, en la que este año se le homenajeó con un más que merecido homenaje al jugador azulino entre los años 79 y 86, Cortabirtarte, que fue agasajado antes del encuentro y entregó el Trofeo, una bonita reproducción de un Candray, junto al presidente de la entidad al campeón del mismo.

El partido tuvo muchos tintes de pretemporada y si bien es cierto que el equipo sevillista comenzó con buenos bríos y dominando la situación, no es menos cierto que el equipo azulino se está acostumbrando a leer bien los partidos, a saber sufrir en la zona de atrás y buscar el no encajar goles para, con un juego directo, buscar la portería contraria.

Así, el primer protagonista del duelo fue el cancerbero Fuoli que sacó una mano providencial a un peligroso Isaac y volvió a intervenir con acierto en los acercamientos del filial del Sevilla. Poco a poco los isleños fueron cogiendo el pulso al choque y rebasada la media hora de juego, una presión alta del equipo isleño permitió a Biabiany realizar un centro chut que dio en un contrario para que Aquino anotase de cabeza a placer el uno a cero.

Antes de concluir la primera mitad un centro desde la izquierda de Nahuel Arroyo encontró, en el propio Biabiny la respuesta del segundo gol con el que, prácticamente, finiquitaba el encuentro.

La segunda parte fue larga, no tuvo mucho movimiento y pocas, o escasas ocasiones de gol. Estos periodos, donde se producen infinitos cambios, no terminan de darle ritmo a los partidos y eso, concretamente pasó. Los isleños supieron aguantar bien la renta que tenían de la primera mitad y Berenguel fue dando entrada a sus efectivos para ir dando ritmo a un equipo al que le restan apenas dos semanas para comenzar la competición oficial.