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Perico, la voz del alma

Antonio Martín escribe sobre Catalán Chico

El comparsista Antonio Martín escribe este artículo en homenaje a Pedro Trujillo Ramos, Catalán Chico, que ha fallecido esta mañana de domingo

Luis Ripoll, con 25 años, y Pedro Trujillo (Catalán Chico)

30 de junio 2019 - 14:34

Cádiz/En el año 1997, cuando me tocó ser pregonero de nuestro Carnaval, en homenaje al maestro de la comparsa entoné este Padre Nuestro carnavalesco que comenzaba diciendo: “Paco Alba que estás en los cielos de nuestras coplas, inmortalizado sea tu nombre, el de Cañamaque y el Tío de la Tiza… Venga a nosotros tu ingenio y hágase tu voluntad carnavalesca desde la Viña, pasando por todo Cádiz… Santa María, Trille y Puntales hasta el Mentidero…”

Desde entonces hasta nuestros días ese paraíso de coplas ha debido de quedarse pequeño para acoger a tantos copleros que volaron gaditaneando desde ese otro gran paraíso que es el Falla, cantando y creyendo en la vida eterna de los Carnavales tal como dejó escrito antes de dejarnos para siempre nuestro último gran poeta.

Hoy vuelve a ser un día triste para Cádiz y su Carnaval. Se nos ha ido Pedro Trujillo Ramos, Catalán Chico. La voz por excelencia de nuestras coplas. Esa prodigiosa voz que comenzó a engrandecer los repertorios de mis primeras comparsas: 'Los Tarantos' 1970, 'Capricho Andaluz' 1973, 'Los Mandingos' 1977, 'Ángeles y Demonios' 1979 y 'Caleta' 1980. A Pedro, Perico, que es como lo llamábamos cariñosamente, tuve la suerte de conocerlo en un ensayo de 'Los Tarantos'. En la zona de camerinos del casi desaparecido Teatro Pemán. Recuerdo que acudió como mero aficionado, y que al terminar nuestro repertorio, en uno de esos arrebatos que a Perico le daba cuando algo le llegaba al sentimiento, acorraló a su hermano Antonio, Catalán Grande, director de nuestra comparsa, (el mejor director de todos los tiempos diría yo) y sin darle opción a respuesta alguna le espetó al oído: Nene (así era como llamaba a su hermano) en esta comparsa yo tengo que salir sí o sí.

Y así fue. Al día siguiente, Perico ya estaba dando el do de pecho sorprendiendo a todos con su magistral manera de cantar. Hasta 1973 no volvió Perico a recrear mis coplas, bordando todo el repertorio de 'Capricho Andaluz' con esa fuerza que le salía del alma. En 'Los Mandingos', comparsa que él empezó dirigiendo, le cedió gustoso el puesto de director a su hermano Antonio que se incorporó más tarde por asunto de trabajo. Con qué rabia y autenticidad interpretó Perico el personaje del esclavo negro. Para la Historia. En 1979, por circunstancias de la vida, es Perico quien acaba dirigiendo la comparsa 'Ángeles y Demonios'. Recuerdo que al saber el nombre de la agrupación se adjudicó del tirón el personaje del demonio. Me viene al pelo –me dijo-. Y así fue. Con su actuación en la Final reventó e hizo que ardiera literalmente el Falla. Y al fin llegó Caleta. La comparsa dirigida nuevamente por Pedro Trujillo que, con esa voz desgarradora unida al gran cajonazo hizo saber al mundo entero que en Cádiz existía la Facultad de Medicina. Aunque los mejores recuerdos de esta comparsa y que siempre guardaré en la memoria del alma, son aquellas noches junto a Perico en su chiringuito de la Caleta, contemplando el firmamento mientras escribíamos a porfía en el aire los versos que luego inmortalizaría con su voz: Mar y cielo, una vieja playa, rocas desgastadas por tantas hazañas… En el firmamento hay cierto misterio, un pueblo perdío duerme en sus entrañas, y el rumor del aire desprende un lamento que desgarra el alma.

Pedro Trujillo Ramos, Catalán Chico, la voz que el alma desgarraba, porque su voz era la voz del alma. Hasta siempre, amigo Perico.

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