Antonio Martín 40 años (de Carnaval)

Antonio Martín García cumple 40 años como autor en el consurso del Carnaval, tiempor en el que faltó a la cita del Falla en 1988 y entre 1999 y 2004.

1. 'Los mayordomos' calientan voces en los camerinos del Teatro Falla antes del debut. En el centro un jovencísimo Antonio Martín sin la peluca canta detrás de Manolito el Cariñoso y delante de Carli Sibón. 2. El coplero ante uno de sus momentos más importantes de su historia carnavalesca: dando el pregón de 1997 en la plaza de San Antonio. 3. 'A fuego vivo' es una de sus comparsas más recordadas, perteneciente a la trilogía de primeros premios consecutivos entre 1985 y 1987. 4. La comparsa 'Los buscavidas' es la última de Martín que se alzó con un primer premio. Fue en el Carnaval de 1997.
1. 'Los mayordomos' calientan voces en los camerinos del Teatro Falla antes del debut. En el centro un jovencísimo Antonio Martín sin la peluca canta detrás de Manolito el Cariñoso y delante de Carli Sibón. 2. El coplero ante uno de sus momentos más importantes de su historia carnavalesca: dando el pregón de 1997 en la plaza de San Antonio. 3. 'A fuego vivo' es una de sus comparsas más recordadas, perteneciente a la trilogía de primeros premios consecutivos entre 1985 y 1987. 4. La comparsa 'Los buscavidas' es la última de Martín que se alzó con un primer premio. Fue en el Carnaval de 1997.
J.m. Sánchez Reyes / Cádiz

19 de enero 2008 - 01:00

Cuando esta noche 'Los héroes del 3x4' comiencen a cantar su presentación, Antonio Martín García habrá cumplido 40 años de Carnaval. Ahí es nada. En estas cuatro décadas, el coplero ha faltado a la cita del Falla oficialmente, y en comparsas, en 1988 y entre 1999 y 2004. Nunca se ha desligado de la fiesta porque los años en los que no estuvo en la modalidad que le ha dado más éxitos escribió para el coro de La Viña y algunas chirigotas, amén de arrimar, de tapadillo, letras a comparsas.

Martín echa la vista atrás y se ve cantando con sus amigos en la plaza de la Cruz Verde las coplas de moda de aquella época. Contaba 18 años y surgió la idea de llevar una comparsa al Falla. "Me animaron Pepe Moreno y el Bambi, que estaban en Valcárcel. Yo les había hecho algunas letras para grupos que formaban en sus fiestas escolares y estaban convencidos de que yo tenía madera", recuerda. La insistencia de sus amigos no causaba en ellos el efecto deseado. "Por eso me trajeron a Pepe Gamaza, que era mayor que nosotros y que ha sido uno de los que más en la sombra han escrito en el Carnaval. A mí me ayudó mucho. Me animó, hice el pasodoble de 'El tanguillo gaditano', se lo canté, le gustó mucho y cuando me di cuenta ya estaba metido en el lío", cuenta Martín.

'Los mayordomos' echaron a andar con la descoordinación propia de los noveles. "Al ensayo venían seis y al día siguiente no estaban y habían venido otros seis nuevos. Empezamos en los servicios de señoras del Pemán y El Masa tocaba el bombo. Un día fui y pregunté por el gordito, que ya no vino más", explica el comparsista. Pepe Gamaza, con el proyecto casi fraguado, recomendó el fichaje de un director. "Llegó Manolito el Cariñoso, que había salido con 'Los julianes' y era una buena tarjeta de presentación. Ya con él acabamos ensayando en la antigua Valdepeñera, donde estuvo mucho tiempo Pepi Mayo".

Entre parones y descontroles, a Martín le llama Manolo Moreno, que iba a dirigir al grupo que el año anterior fue 'La banda del tío Perete'. "¿Tú no tienes una música, chaval?, me preguntó. Se la canté en la trastienda de El Gavilán y quedaron en llamarme. No me llamaron y fue cuando Gamaza regresó por derecho para impulsar 'Los mayordomos'", relata el pregonero de 1997.

Se creó una expectación en torno a la comparsa en cierta manera por la fama que estaba tomando el pasodoble del tanguillo gaditano. El niño de la calle San Vicente, así bautizado entonces, iba a medirse con Paco Alba y Enrique Villegas, entre otros ya consagrados autores. "Yo no iba a cantar en el Falla. Se decidió el día antes y me vistieron con el traje del postulante. Cuando cantamos el pasodoble del tanguillo, el público se puso en pie y había gente llorando. Recuerdo como si lo estuviera viendo ahora a un inválido en mitad del patio de butacas que se lanzó con el carrito al escenario gritando 'Antonio, esos coros buenos'. Yo creía que se mataba".

Alcanzar el tercer premio en su debut no supuso para Martín un empujón definitivo a la hora de dedicarse a la fiesta. "Al contrario, estaba asustado. Empezaron las presiones y llegaba gente a arrimarse al éxito. Noté que la cosa se estaba poniendo seria cuando dos años después vino a buscarme Antonio 'El Catalán Grande', por entonces ya una figura y que traía un grupo de categoría. Nos llevamos el primer premio con 'Los tarantos' y comenzó a rodar esa bola de nieve de la que nunca pude bajarme. Por entonces, a pesar de los éxitos, yo después de Carnaval me planteaba dejarlo, pero luego me calentaban", narra Martín.

Y llegó la noche fatídica de la final de 1973, donde ganó 'Capricho andaluz' a 'Estampas goyescas' con gran polémica por el abucheo al grupo de Paco Alba. "Esa noche, viendo llorar a Paco, recibí la mayor lección carnavalesca de mi vida. Comprendí que aquello me podía pasar a mí mañana mismo. Esa noche dieron el fallo, ganamos y dejé al grupo celebrándolo. Yo me fui a casa con la excusa de estar cansado. A pesar de haber ganado, no tenía cuerpo para celebraciones", comenta.

Llegaron tiempos convulsos con idas y venidas como autor en Cádiz y San Fernando. En realidad, Martín no tuvo un grupo estable hasta que escribió para el conjunto de 'Robots', el de más caché de principios de los 80. "Ahí empieza mi etapa de madurez y la etapa más gloriosa de ese grupo", dice el autor. Con el mismo alcanza tres primeros premios seguidos (85,86,87) y no baja del segundo premio hasta 1993. "La cosa vino a menos porque era ley de vida. Aparecieron nuevos grupos y jóvenes autores como Martínez Ares. El público se va cansando de ver las mismas caras. En definitiva, la vida misma", reconoce.

Antonio Martín se encuentra ahora en una etapa "en la que sigo aprendiendo, aunque la renovación que muchos me piden no es algo que me pida el cuerpo hacer. Yo no disfrutaría haciéndola. Mi época de innovar ya pasó y ahora no cambio una agrupación que huela a Cai por una fórmula para captar a la juventud".

Cuarenta años después, Antonio Martín considera que "han pasado muy rápido porque miro atrás y me veo temblando entre bastidores mientras cantan 'Los aventureros'". En este caso no es un tópico decir que el coplero se ha dejado más de media vida en el Carnaval. "Sin proponérmelo se me conoce como autor de Carnaval. Todo lo que ha pasado en mi vida está relacionado con el Carnaval: enamorarme, casarme, los hijos, los amigos... Todo está marcado por este veneno", dice a modo casi de epílogo.

El pregón del Carnaval 1997 es, a su juicio, el momento más especial de los 40 años cantando a Cádiz. "Ahí me demostró la afición su cariño y las agrupaciones de los compañeros su apoyo, ya que nadie a quien llamé para actuar se negó. Fue el resumen de muchas cosas".

Esta noche toca soplar cuarenta velas, una por cada año de entrega a la fiesta. Felicidades.

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