Arría la carná

Coro

Arría la carná
Rafa Burgal

04 de febrero 2017 - 01:59

FICHA

Localidad: Cádiz

Letra: Antonio Segura Sánchez y Felipe Marín Mariscal

Música: José Ramón Zamora Cabeza

Dirección: José Luis Campos Benítez

Representante: José Ramón Zamora Cabeza

En 2016: Luchadores

El tipo. Pescadores caleteros. Las coplas. Pasión por la pesca. Una afición que saca a los caleteros de más de un apuro. Ante una buena oportunidad para hacer una buena fritá en semifinales, los peces no pican en las coplas. Cuando hay que dar lo mejor de sí, los tangos dejan dudas. No hace lo mismo su música, cortita y con buenas hechuras en su trío, aunque la interpretación se resiente. En la primera copla, hacen una comparación un tanto extraña entre el silencio de la penitencia en una procesión y el de la sociedad ante problemas e injusticias como el maltrato, los desahucios, el racismo, la corrupción o el yihadismo. Tampoco convence demasiado el desarrollo de la segunda letra, en la que denuncian la situación de los sintechos, a los que un Estado de derecho no puede dejar que mueran en un portal. No atinan demasiado con los cuplés. Algo mejor, pero no mucho, el primero a las pulseras de actividad, que cuando se emocionan en la ducha les dice que ya han corrido bastante. En el segundo, Juan Carlos I sólo se levanta para ver a Corinna.

En preliminares

las coplas. A Cádiz el pan siempre le llegó desde el mar. Una caña del país, la carná y una piedra caletera para saciar la pasión de muchos gaditanos. Olor a pescado en el Falla. Repertorio de tipismo, coplas antiguas y explicación de cómo hay que pescar. Una propuesta, la de Antonio Segura, Felipe Marín y Quico Zamora, de corte alegre que se queda sólo en eso, en una ida simple de desarrollo de los tópicos marineros y caleteros. Su verdadera pasión, tal y como advierten en la presentación, es cantar tangos para llegar al corazón. Y lo hacen con una música, lo más destacable del repertorio, cortita de duración, con falseta cantada, un inicio suave y bailable cuando va avanzando. Quizás, le falta un poquito de pellizco para completarla. Un tango que definen en la primera letra, de presentación, como de mostrador y de nudillos en la madera. Tango de Santa María y La Viña, tango de pescador, bailable y que engancha. No atinan en el segundo lance, que dedican al tema de la violencia machista desde el punto de vista del padre de una mujer maltratada. Aseguran directamente que le van a decir de hombre a hombre que lo matan si vuelve a tocar a su hija. Marea vacía en los cuplés con los jueguecitos de una pareja detrás del faro, con los que "son comestibles los carajos de La Caleta", y a María Dolores de Cospedal, que va a vestir a la cabra de la legión de Dolce & Gabanna. Los días de pesca se hacen muy largos. Buena mano.

Puntuaciónes COAC 3
Puntuaciónes COAC 3 / Miguel Guillén
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