"El Ayuntamiento prepara una programación que comprende coplas, conferencias, concursos, actuaciones, disfraces, artesanía…"

Lola Cazalilla vivirá su segundo Carnaval al frente de la Delegación de Fiestas, aunque en esta ocasión será muy diferente al de 2020. Una vez que el Patronato del Carnaval ha pasado a la historia, este sería el primer Carnaval organizado nuevamente por el propio Ayuntamiento, pero la pandemia lo evitará. No obstante, desde Fiestas se está trabajando para dotar de contenido a la semana grande gaditana con ideas novedosas que se darán a conocer en las próximas semanas. Diario de Cádiz habló este viernes con la edil para conocer sus impresiones sobre algunos aspectos de la suspensión del Carnaval.

-¿Qué puede suponer para la ciudad de Cádiz la suspensión no sólo del Concurso sino de sus Carnavales, para los que mucha gente vive los 12 meses del año?

-Que no haya carnaval en la calle ni concurso es, sobre todo, un ejercicio de responsabilidad, de solidaridad y de generosidad que la ciudad de Cádiz ha comprendido desde el primer momento. Y eso es un motivo de orgullo, sin duda. Afortunadamente el Carnaval de Cádiz es mucho más que los recursos económicos que genera. El Carnaval de Cádiz es una expresión cultural identitaria de la ciudad, que impregna sus raíces, y por eso aunque no pueda estar en la calle este febrero ni haya COAC este año, sí que va a seguir estando en cada uno de los gaditanos y gaditanas. Vivimos en una época en la que todo está conectado por las nuevas tecnologías, y eso nos abre una ventana importantísima, fundamental para seguir compartiendo, disfrutando y avivando el Carnaval de Cádiz incluso en estos tiempos tan complicados que vienen con la tercera ola del coronavirus. Por parte del Ayuntamiento de Cádiz nos lo planteamos así y exploraremos todas las opciones. Habrá nostalgia, mucha. Hay pérdidas económicas, por supuesto. Pero seguirá habiendo Carnaval. Lo haremos siempre poniendo la salud por delante, y con una programación que comprende coplas, conferencias, concursos, actuaciones, disfraces, artesanía…

-¿Tiene en mente organizar actos carnavalescos cuando lo permitan las circunstancias?

Las raíces del Carnaval de Cádiz son fuertes y profundas en cada uno de los seguidores y en la ciudad, y brotan inevitablemente. Si no lo pueden hacer este año en la calle durante febrero, saldrá por los poros en cada casa, en cada formato que inventemos para que este Carnaval sui géneris encuentre su espacio para expresarse. Pero en este punto quiero aclarar que desde el Ayuntamiento de Cádiz estamos abiertos y que no descartamos que, si la situación mejora y la pandemia lo permite, se organicen desde el Ayuntamiento actos de Carnaval en la calle a lo largo del año. Es una posibilidad que exprimiremos en cuanto se presente, en la línea de adaptarnos y reinventarnos constantemente que hemos llevado desde la Delegación de Cultura y Fiestas.

Respecto al apartado puramente económico, le digo que desde el primer momento hemos puesto recursos municipales para intentar sostener al tejido económico que propicia el Carnaval de Cádiz, y también a la hostelería, a los bares y restaurantes, que también se van a ver afectados por la suspensión porque perderán una fuente importante de ingresos. Hemos trabajado desde el primer momento en esa línea, reclamando a otras administraciones más ayuda y brindando la que está en nuestra mano, y no vamos a dejar de hacerlo.

-¿Han mantenido algún tipo de contacto con Subdelegación de Gobierno para afrontar esos días en que pueden producirse aglomeraciones en las calles?

No comprendería que hubiera aglomeraciones en la calle este febrero. Creo que chocaría mucho con la responsabilidad que está demostrando la ciudad y sería fácilmente identificable el núcleo de personas que cometerían esa irresponsabilidad. En cualquier caso, desde el Ayuntamiento de Cádiz como no puede ser de otra manera siempre estaremos en contacto con las autoridades competentes para asegurar el cumplimiento de las medidas de salud pública para prevenir la propagación del coronavirus.

- ¿Cree que algo tan insólito como la suspensión de los carnavales, por más que sea por algo de fuerza mayor como una pandemia, puede afectar no sólo a la economía de la ciudad sino a su propia salud mental?

-Por supuesto, absolutamente. Seguro que tendrá repercusión emocional en las personas que disfrutan o participan del Carnaval, y que afectará a su salud mental. Es lógico porque el Carnaval es parte de nuestra identidad, personalidad, de nuestra forma de ser. Desde mi punto de vista se le da poca importancia a estudios existentes y muy interesantes sobre la relación de la psicología con el Carnaval de Cádiz, que están estrechamente vinculados.

Como ya le he dicho, es evidente que la ciudad estará impregnada de un punto de melancolía, de cierta nostalgia, sobre todo en el mes de febrero que es el mes por antonomasia de nuestros carnavales. Pero si algo ha demostrado Cádiz, es que tiene capacidad de resistencia y de resiliencia desde la solidaridad y la responsabilidad. Y eso se manifestará también en el Carnaval. Al principio habrá más tristeza, pero seguro que rápidamente pondremos la mirada en lo que nos espera en 2022 y volverán nuevas ilusiones imaginando coplas en el próximo concurso del Falla o en el Carnaval de la calle postpandemia. Va a afectar pero quiero pensar en positivo. Además, el Carnaval de Cádiz lleva con pulso y vida mucho tiempo y ha pasado muchas vicisitudes. No es un evento: es un sentimiento, una cultura, una expresión.