Balance COAC 2023 | Un fallo que puede marcar tendencia

El análisis de un mes de coplas

El criterio utilizado por el jurado para valorar el humor de las chirigotas abre el camino a que el esquema elegido se repita por multitud de agrupaciones

COAC 2023: Las coplas que se quedaron sin Final

La chirigota 'Amo escuchá, chirigota callejera', primer premio de la modalidad. / Jesús Marín

Cádiz/El fallo del jurado oficial del Concurso del Gran Teatro Falla de 2023 puede ser de los que marque tendencia en los próximos años. El criterio seguido para premiar a determinados estilos en chirigotas hace que en las siguientes ediciones se puedan repetir ciertos esquemas que desvirtúan el sentido de las coplas tanto en fondo como en forma, quedando a un lado repertorios mucho más pensados, más elaborados y más ingeniosos.

Junto a esto, y tras la salvedad de lo vivido en 2022, en el último COAC se han vuelto a repetir algunos de los vicios que arrastra el certamen de coplas en cuanto a las propuestas que se presentan, lo que merece una profunda reflexión en torno a la ruta elegida por los autores para llegar al público.

De todas formas, todo se ha visto condicionado por el escaso tiempo de descanso entre Carnavales, por lo que ahora se abre un periodo de un año que supone la recuperación del ciclo vital de la fiesta. A la espera de lo que esto pueda suponer, estas han sido algunas de las claves del Concurso del Falla de 2023.

Los caminos del humor

Del resultado del Concurso del Gran Teatro Falla, lo más llamativo, y que permite abrir un debate sobre lo que se persigue y las tendencias en el COAC, está en el fallo de la modalidad de chirigotas. Con un criterio algo difuso por parte del jurado en cuanto a la variedad de estilos para llegar al mismo fin y ciertas incoherencias que se detectan a la hora de valorar, sí llama la atención la tendencia del humor que sale de su decisión y lo que puede deparar para el futuro.

Todos los caminos –o mejor, casi todos– son válidos para intentar hacer reír. Otra cosa es que el recurso se convierta en generalización y se acabe perdiendo la variedad temática, además del dudoso tratamiento, en ocasiones zafio y burdo.

El bastinazo siempre ha existido en Carnaval. Otra cosa es el tratamiento que se haga de él. El cuplé de pelo nunca faltó a la cita, pero es muy diferente cuando se hace de forma explícita y se bombardea al público con él para conseguir hacer reír de la forma más facilona. Es decir, se pierde el doble sentido y la supuesta gracia gaditana para buscar el mayor efecto, una tendencia que no se produce solo en este campo, sino en otros muchos del propio Concurso.

El primer premio de la chirigota 'Amo escuchá, chirigota callejera' puede ser de los que marque tendencia en los próximos años. El abuso de unas cupletinas excesivamente explícitas para conseguir el mayor golpe de efecto, que se amplificó desde cuartos de final, tuvo una mayor presencia en la Gran Final al actuar en horario de prime time. Es decir, eso fue lo que se exportó del Carnaval de Cádiz tanto por horario como por premio, por lo que nos podemos encontrar el próximo año con una gran cantidad de grupos que tiren por este camino. Este no ha sido el único ejemplo. De hecho, han sido muchos los grupos en todas las modalidades que han explotado esta cuestión, lo que acaba suponiendo un empobrecimiento de los repertorios. Pero las risas están aseguradas, sobre todo al caer el espíritu crítico del público, por lo que poco remedio existe.

Lo mismo sucede con las parodias constantes entre piezas, tal y como denunció el propio cuarteto 'Escuela Taller de Gladiadores El Pópulo'. Esta tendencia vuelve a estar al alza. El objetivo no es otro que enmascarar en gran parte las carencias del repertorio. En algunos casos, se valora incluso con premios, por lo que se acaba desvirtuando el sentido de la copla de Carnaval, que queda tapada por todo un envoltorio que ayuda a que las letras entren mucho mejor al público tras haber sido calentado con anterioridad. Por ello, cada vez debe ser más valorable que existan chirigotas que compitan solo y exclusivamente con su repertorio, olvidándose de artificios que no aportan nada.

Esta apuesta, por aquello que se dice que el Carnaval de Cádiz se ha convertido en un espectáculo audiovisual, va en contra de la propia copla, que, al final, es lo que realmente se queda o debe quedar. Porque el Falla siempre ha sido un Concurso de repertorios, pero existen casos en los que las letras son lo menos importante, estando por encima todo lo que le rodea, tanto fuera del teatro –ya hay hasta quien participa desde las redes sociales– como dentro en forma de sketches constantes. Todo esto, supuestamente, no puntúa, aunque al final acaba condicionando a menos que se tenga un criterio firme.

El abuso del metacarnaval

La globalización del público que escucha Carnaval ha provocado que los autores se intenten adaptar al aficionado neófito. Esto ha hecho que el metacarnaval –o más bien, el metaconcurso– se convierta en el argumento más trillado por las agrupaciones.

Con el miedo a que las coplas no se entiendan más allá de Cortadura –lo que en muchas ocasiones ha ido en detrimento del uso de temas gaditanos–, la retroalimentación de la fiesta es una constante, con letras cruzadas en muchos casos. O la viralización de lo que sucede en el Falla, como ha sucedido con la irrupción en Onda Cádiz de Juani y su posterior traslado a los repertorios, incluso con cameos.

Si ya en sí el abuso de este recurso –que siempre ha existido, como es lógico, pero en menor medida– se está convirtiendo en una tendencia abrumadora, el mayor problema se encuentra en que ya existen repertorios en los que el metacarnaval es el único argumento al que se agarra, lo que va en detrimento del propio Concurso, ya que las coplas pierden vigencia y se dejan de tratar multitud de asuntos que se han producido a lo largo del año.

La comparsa 'La ciudad invisible'. / Lourdes de Vicente

¿Inmediatez o repertorio?

Casi relacionado con el punto anterior, otro de los debates que empieza a surgir en torno a la senda que está cogiendo el Concurso es la inmediatez como un recurso constante frente a la madurez de la copla. Uno de los primeros autores que ha alzado la voz en este asunto ha sido Nandi Migueles, consciente de que es un recurso con el que, por efectista, es muy difícil competir, por lo que cada vez son más los autores acuden a él.

Sin embargo, lo que está provocando es que cada vez las coplas sean más efímeras, por lo que no perduran en el tiempo y tras el Concurso pasan desapercibidas como recuerdo para la historia, algo que también está relacionado con el metacarnaval.

Un ejemplo de este uso se pudo comprobar con la chirigota de Santoña 'Fariña de mis ojos', que consiguió dar el salto a las semifinales gracias a, entre otros motivos, el cuplé dedicado a la victoria del Cádiz ante el Girona solo unas horas antes. No fue la única agrupación en tirar de este recurso, pero es una tendencia cada vez más extendida y que, a tenor de los resultados, puede ir a más, perjudicando a la variedad temática y el mal llamado en muchas ocasiones "periodismo cantado", convirtiéndose en uno de los males del actual Concurso del Falla.

Tiempos, montajes y cupos máximos

Lo sucedido a lo largo del Concurso del Falla, sobre todo a partir de cuartos de final, ha venido a corroborar cuáles son los aspectos a retocar para el próximo certamen de coplas. La agilidad con la que se celebró la Gran Final, a diferencia de los cuartos y las semifinales, deja entrever que hay un trabajo que se puede mejorar desde detrás del telón para evitar tiempos de espera innecesarios. Eso y la necesidad de restringir el abuso de los tiempos de montaje desde el reglamento, que en la actualidad permite hasta 20 minutos pero en muchas ocasiones no está justificado. Si a esto se suma un adelanto de la hora de inicio de las sesiones a las 20 horas, tal y como sucedió en 2020, se puede conseguir que las funciones no se alarguen tanto en el tiempo.

También es necesario que se realice una revisión del cupo máximo de agrupaciones por fase para darles un mayor valor y evitar que entren en ellas agrupaciones de relleno, como ha sucedido en cuartos de final con los coros y los cuartetos. Endurecer el listón obligaría a los grupos a exprimirse aún más si no quieren verse fuera del COAC a las primeras de cambio. La propia concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, ya ha anunciado que ese es el camino para el próximo año, por lo que estas ideas pueden permitir un Concurso mucho más ágil.

La renovación

Otra nota destacable del Concurso que se cerró hace una semana ha sido la irrupción de nuevos valores que aseguran el futuro. A la espera de que lleguen nuevos grupos a chirigotas desde la cantera, lo más destacable de este COAC ha sido el tercer premio de la comparsa 'Cádiz de mi alma', de Manuel Cornejo, en la que ha sido su primera participación como agrupación. A esto se suma que la comparsa 'El embrujo de Cádiz', de Piru y Tomate, también se ha asentado en la función más esperada con un cuarto premio, lo que denota que los jóvenes ya empiezan a empujar fuerte.

¿Qué hacemos con el cuarteto?

Cuarteto 'Escuela Taller de Gladiadores el Pópulo'. / Jesús Marín

Por desgracia, la nota más negativa del Concurso del Falla ha sido la falta de competencia en la modalidad de cuartetos, ya que se sabía desde la inscripción que el primer premio iba a ser para 'Escuela Taller de Gladiadores El Pópulo', de Miguel Ángel Moreno, José Manuel Cossi y Ángel Gago. Aunque este grupo ha conseguido mantener la honra de la modalidad, el certamen ha sido desangelado a causa de las ausencias.

Con solo cuatro participantes, tres de ellos pasaron a cuartos de final. Pero ni 'El COAC No pasamos ni una más' ni 'Los vigilantes de la laja' demostraron la calidad suficiente para mantener con vidilla a esta modalidad.

Y es que las ausencias de los cuartetos de Manolo Morera, Iván Romero y Javi Aguilera se han notado en demasía. Aunque en infantiles se está haciendo un magnífico trabajo desde hace algunos años, aún queda tiempo para que estos frutos lleguen a adultos, si es que algún día llegan. Por ello, es el momento de que entre todos los autores aúnen fuerzas para que el cuarteto gaditano no se acabe perdiendo por la falta de grupos.

Un ciclo carnavalero al completo

Lo más positivo de lo sucedido en el último mes ha sido la vuelta a febrero, algo que se ha notado tanto en el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla como en el propio Carnaval de la calle, en donde el ambiente sí ha recordado a los de las fiestas prepandemia.

Sin embargo, la noticia más positiva de este 2023 es que a partir de ahora sí se va a poder cerrar un ciclo carnavalero al completo de camino al de 2024, que es el año en el que de verdad el COAC ya debe encontrarse totalmente asentado tras el parón de 2021.

Y es que para llegar a febrero de 2023, muchas agrupaciones tuvieron que pasar antes por la primavera de 2022, lo que supuso un auténtico descuadre en el ciclo habitual de los ensayos al iniciarse en el anterior certamen en una fecha nada habitual (después de la Navidad) y teniendo de por medio la Semana Santa y el inicio de la temporada de ferias.

Posteriormente, el descanso fue mínimo, ya que el parón entre agrupación y agrupación fue solo de los meses de verano, abriéndose de nuevo los locales al inicio del otoño del 2022 para poder llegar al Carnaval de 2023.

Para los grupos que han estado presentes en las últimas dos ediciones del COAC, el esfuerzo ha sido sobrenatural, lo que es de agradecer por haber permitido que el Carnaval se mantuviera vivo y no se resintiera tras la pandemia. Ahora, llega un descanso merecido que se debe notar en 2024.

A esto hay que sumar que autores que no han estado presentes en uno o los dos años anteriores ya se estén planteando la vuelta al Concurso, como, por ejemplo, Selu García Cossío. Esto va a elevar la entidad, la calidad y la competencia, además de que el número de grupos debería incrementarse para volver a acercarse a los datos prepandemia. Por todo ello, lo lógico es que 2024 sea el año de la recuperación total de la fiesta tras conseguirse ya en este 2023 la vuelta a febrero.

La recuperación de la calle

Tras lo sucedido en 2022 con la división en dos entre el Carnaval oficial en la primavera y el callejero en febrero, este año sí se ha podido vivir la fiesta en las calles al completo, con todos sus avíos y un gran ambiente. Con el único punto negro del lamentable incidente que tuvo que soportar la chirigota callejera 'Los llorones', de Paco Gómez –hay todavía personas en esta ciudad que no entienden lo que significa el Carnaval y para qué sirve–, la mayor de las alegrías es que Cádiz y sus visitantes han reído y han disfrutado de nuestro más preciado tesoro en su forma genuina y original. Y es que cuando las cosas se pierden por fuerza mayor, se valoran mucho más y se cogen con más ganas que nunca. Tantas que hasta podemos tener un alargue no oficial el próximo martes aprovechando la festividad del Día de Andalucía. Porque Cádiz y el Carnaval son espontáneos y únicos. Y una vez pasado el Carnaval Chiquito, solo queda contar los días para el inicio del Concurso del Falla de 2024.

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