Cai de miarma (7,20)

En la final

Las rencillas entre Cádiz y Sevilla se acaban con el cierre del Concurso. Problemas que se olvidan con tal de que se elimine ya de una vez el peaje. El pase a la Gran Final se justifica para ellos al acordarse en el primer pasodoble -para solventar el trámite- de los familiares que les acompañan como figurantes al contar todo lo que hacen desde la peña, lo que necesitan para cantar en el Falla y el camino hasta llegar a las tablas. Repiten como segundo pasodoble el homenaje que cantaron a la Uchi en preliminares. Se sobreponen de un susto en el público con un primer cuplé -con su poquito de maldad- a las carreras que se ha cargado el Carnaval, como la de Guillermo Cano, que sale con Juan Fernández y se queda en preliminares, por lo que le prometen que si se llevan un buen premio será el que les venda los libretos. Vuelven a cantar como segundo cuplé el de la censura por Andreíta Janeiro.

En semifinales

La barrera del peaje sigue bajada para seguir separando a los gaditanos cerrados de los sevillanos malajes. Aunque el peaje no es un problema para los sevillanos porque ellos vienen en tren. Con el público a su favor, las armas concurseras, unidas a la poca vergüenza y el punto canalla, funcionan. Reaparece Chiquito de la Calzada -nada supera al pasodoble de 'La perla dorada'- en el primer pasodoble, en el que hacen un homenaje al humorista aprovechando sus coletillas para meter las rencillas entre Cádiz y Sevilla. Éstas llegan hasta el arte, pero al hablar de un malagueño reconocen -con un puntito populista- que el arte lo tiene toda Andalucía . El concurserismo lo usan en la segunda copla al Bizcocho, que se ha comido lo que le cuelga a Macario. Le piden que no se aburra y que se acuerde de todo lo que vivió el año pasado, ya que la calle le reconocerá lo que no ha conseguido en el Concurso. Sobresale en esta actuación un buen primer cuplé al ensayo para salir en el popurrí de 'Los campaneros' que hacen al colgarse del tendedero al descubrirles el marido de su vecina en su casa. Demasiado efectista -aunque el público cae- el segundo al mascamiento de letra de los sevillanos para que los gaditanos no pasen a la final.

En cuartos

Las coplas. Dos ciudades separadas por la barrera del peaje y las rencillas que, por fin, se han ido perdiendo con el tiempo. Con un estilo canalla, la chirigota de Juanlu Cascana firma otro buen pase que le hace aspirar, al menos, a alcanzar las semifinales. Con su puntito de poca vergüenza, pero también con ciertos detalles que les acercan al Concurso, le sacan punta, sobre todo en el popurrí -en el que sobresalen la estampida de la Madrugá de Sevilla o las sevillanas adaptadas-, a las diferencias entre las dos ciudades as y un peaje con el que hay que acabar. Los pasodobles tienen un toquecito concursero. Vuelve a salir en esta fase el tema del concurso de Sevilla en la primera letra. Denuncian las "ovejas negras" sevillanas que rechazan lo que viene de fuera cuando en Cádiz se les trata "mejor que en brazos". Por ello, aseguran que ellos tienen con el Falla de sobra y que con detalles como éste hacen más grande al Carnaval de Cádiz -toquecito populista-. Más emocionante -y efectiva- la segunda letra a Lola, la mujer que acompaña a Willy, que es la luz que le guía dentro de un mundo hipócrita y embustero en donde manda el dinero, por lo que con ellos creen en el amor verdadero. Luce más en los cuplés el desarrollo que el remate de ambas letras. En el primero, trasladan las estampidas de la Madrugá de Sevilla al Carnaval de Cádiz, en donde hubo un amago de atentado en San Antonio por culpa del bombo de Los Molina. Tratan con ánge el tema Andreíta censurando parte del cuplé con el pito. En vez del pollo, la hija de Belén Esteban se va a comer una... La autopista ya está amortizada.

En preliminares

El tipo. Gaditanos cerrados y sevillanos malajes. las coplas. Poca vergüenza al cante. El peaje separa las rencillas entre Cádiz y Sevilla. Mala leche en su justa proporción. En una actuación casi redonda -brillante en los extremos, más regular en pasodobles y cuplés-, comienzan los tiritos fuertes en la presentación con los sevillanos gritando "¡Bizcocho pregonero!" y ¡Alvarado Dios Momo!". Muchos golpecitos de relumbre, como cuando Willy va de Sevilla a Cádiz andando en silla de ruedas o un tango de alta velocidad hace saltar el radar. Resalta el punto humorístico del primer pasodoble, en el que siguen con las rencillas para pedir que supriman el peaje "para que al menos el falserío me salga más barato" -golpetazo-. Del segundo destaca más el hecho de homenajear a la Uchi. Sin ella, "Cádiz es menos Cádiz y La Viña es menos Viña". Altibajos en los cuplés. El primero está bien tirado a la comparsa 'Los prisioneros', que comió alpiste que le había vendido 'Los mafiosos'. Regulera el segundo a una persona que se despertó antes de que le hicieran la autopsia y se quejó porque le apagaron la tele. El popurrí deja algunos momentos memorables como la estampida en Semana Santa. ¡Abre la valla!

La previa

La chirigota del Cascana asegura grandes dosis de humor y poca vergüenza en el Concurso. Este año cuenta además con novedades en la autoría, pues Jesús Manuel Selma se hará cargo de la letra y la música correrá a cargo de Kike Remolino. Siempre necesarios.