El primer sermón en Solano de la secta más bochornosa

Carnaval de Cádiz | Chirigota del Perchero

La chirigota del Perchero presenta a un grupo de majarones en 'Senderos bochornosos'

La chirigota del Perchero, este año 'Senderos bochornosos'.
A. Ruiz/D. Marchán

03 de marzo 2019 - 21:56

“Bienvenidos al Carnaval 2019. Lo vamos a estrenar con vosotros”. Alejandro, Javi y Raúl daban en Solano el primer pase de ‘Senderos bochornosos’. “Ha sido imposible aprendernos las letras”, advertían a sus seguidores, que eran muchos, mientras apuntaban en su cuarderno unos últimos detalles y colocaban el atril con las letras.

Porque la chirigota del Perchero, que ya no carga por logística con este elemento que antes le acompañaba siempre, tiene un público fiel que lo espera. Para su estreno de este domingo, poco antes de las tres de la tarde, no eran pocas las personas que se concentraban en Solano, sabedores de que es en ese lugar donde cada año, ya como tradición, empiezan estos chirigoteros a soltar su repertorio, para seguir luego perdiéndos por la zona de San Lorenzo, “por el triángulo de las Bermúdas, Amengual, Mateo de Alba y Solano”, bromea Alejandro.

Los del Perchero llevan saliendo desde 2004, aunque han “ido menguando”. Ahora son tres, porque el resto de componentes están viviendo y trabajando fuera de Cádiz. De ahí, que no llevan encima el famoso perchero.

‘Senderos borchornosos’ es un grupo de majarones “que no tienen donde caerse muerto y forman una secta”. Nos dan incluso el IBAN de su cuenta para la donación, “no importa que la hagas desde Irán”. Llevan un papelón de cazón en la cabeza y dos coloretes en forma de huella de oso en honor a su líder, un oso de peluche. Su madre es la Osa Ana. “Osa Ana en el cielo”, cantan.“Tú solo paga y déjate llevar”.

Si ven su sermón, en una peregrinación a la calle Solano, no se pierdan sus cuplés, su canción sobre la grandeza de España o su orgía final, que protagonizó, en este primer día, una señora de Teruel.

Que en Cádiz hay este domingo gente de todos los lugares se demostró cuando estos chirigoteros hicieron una pregunta: ¿Quién no es de Cádiz capital? La mayoría de las manos se alzaron. Solo quedamos unos cuantos locales, aunque todos se rieron con sus divertidos cuplés al carril bici o a la posible repetición del maremoto en la ciudad gaditana.

La chirigota del Perchero informaba de que habían puesto su oficina de reclamaciones, para el que se quisiera salir de su particular secta, en la embajada saudí, algo muy sencillito para no tener problemas.

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