Notas al margen
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Carnaval de Cádiz 2023
Cádiz/A pesar de la hora, la chirigota del Barrio sale airosa en su tercer pase con su humor tan particular y un Juanma Bocuñano soberbio. Un pase con el que mantienen el nivel mostrado hasta la fecha. No relucen tanto los dos pasodobles por dedicarlos a dos temas metacarnavaleros. En el primero, que al menos tiene un lado personal, no saben a qué escribirle por todos los problemas que genera cualquier tema, por lo que desaparecen las musas hasta que las encuentran en su hija. Por ello, prefieren huir del aplauso fácil para dedicárselo a “mi niña chirigotera”. Algo más costumbrista y con efecto rápido el segundo a su apodo de la chirigota del Barrio, cuando realmente de Santa María ya quedan pocos componentes. Esta premisa solo sirve como excusa para llegar al fin de quitar la etiqueta de sonar a Cádiz por pertenecer a un barrio. Se muestran irregulares en los cuplés. Un poco por debajo el primero a su hijo que hace crossfit, al que mandan a los bloques a hacer flexiones con una goma cuando les pide dinero para irse a un hostal con su pareja. Bastante mejor el segundo, en el que, tras tomarse cuatro pastillitas azules, rescatan a la comparsa de Martínez Ares tras engancharse el susodicho en un losillo.
El tipo. Botones. Las coplas. Maletas tan grandes que en ellas cabe todo el público que se quedó en el patio de butacas hasta el final de la sesión del pasado martes. La chirigota del Barrio toma aire en la competición al conseguir mejorar las prestaciones del primer pase con las coplas de estreno, a lo que se suma un humor tan personal en algunos momentos que tiene cierto gancho, sobre todo cuando aparece la espontaneidad. Con alguna novedad concursera en la presentación, elevan el listón en los pasodobles por saber darle un enfoque diferente a dos temas recurrentes, funcionando mucho más el apartado serio que las pinceladas de humor. En el primero, cuentan la herencia machista que han recibido en la educación desde niños por los roles dentro del hogar. Por ello, le dan un giro y se lo acaban dedicando a los hombres que, reconociendo el machismo, han intentado aprender de las mujeres para que haya un cambio. En el segundo, más potente, dejan a un lado los tópicos que se usan para cantarle a Andalucía y cuentan todo lo que no es su tierra. En los cuplés, no cuaja el primero a una operación en sus bajos, que al usar piel del cuello se les estira y se les pone la cara de asustado. Bastante mejor el segundo a la particular relación entre Froilán y el rey emérito.
El tipo. Botones. Las coplas. Cádiz está de moda, por lo que cada barrio es un hotel que acoge a los turistas. La chirigota del Barrio vuelve a exprimir las bases de sus últimas agrupaciones, las que más resultado le han dado, con un repertorio en el que el pamplineo y ciertas dosis de poca vergüenza dan un notable resultado que mantiene la línea que les ha acercado a la final, yendo de menos a más hasta llegar a un popurrí en el que sí aparecen las carcajadas con la cuarteta de la güija y la habitación encantada o el ático en la calle Pasquín. En la presentación, solo simpaticona, le cae ya un palo a Ramoni por estar con gafas en la cueva y al jurado del pasado año, que está en el bajo D. Destaca de los pasodobles el arranque que tiene al final la música para darle cuerpo, además de prestarse a ciertas pinceladas de humor. Usan el tipo con destreza para criticar en la primera letra la turistificación de Cádiz, con denuncia por cambiar “la industria por ser botones para llenar la olla” y críticas a Ismael Beiro por querer convertirla en Ibiza. Tiran bien la segunda letra al chovinismo del gaditano que no valora a la provincia. Una riqueza por la que Cádiz es una joya y la provincia es un tesoro. Tanda desigual de cuplés. Solo simpático el primero a un peo que atribuyen a una maleta con piel de mono que se asusta al ver otra de cocodrilo. Mucho mejor el segundo a la relación de los efectos de la cocaína con el derrumbe del techo de la iglesia de Las Esclavas.
La chirigota del Barrio ya ha conseguido asentarse dentro del grupo de agrupaciones que a priori parte con opciones de entrar en la Gran Final del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla. Tras conseguir romper el techo del último corte en el año 2020 con 'Los geni de Cádiz', que conquistó el tercer premio, en la pasada edición se quedó a un solo paso de repetir en la última función del COAC con 'Los Paco Alga'. Con 'Hotel y resort Cadi, aquí tiene usté su casa' intentará optar a uno de los premios.
Al frente de la chirigota siguen como autores Francisco Javier García Javi el Ojo y Marco Romero de la Cruz. En esta ocasión, ambos también afrontan la música de la agrupación, tras contar en las últimas dos ediciones con la colaboración de Enrique García Rosado Kike Remolino y Tino Tovar, respectivamente. La principal baja será la de Juan Antonio Canet, director de este grupo y único superviviente de la primigenia chirigota del Barrio, que nació en la categoría de infantiles en el año 1999 de la mano de José Juan Pastrana, uno de los grandes referentes de la cantera, con 'Adiós mi España querida'. El salto a adultos lo dio en 2003 con 'El retorno de Heidi'.
La actual configuración de la chirigota del Barrio data del año 2013, cuando se reagrupó esta agrupación con 'Los auténticos tíos de la tiza', semifinalista en aquella edición, peldaño que repitió con 'Los Amancio Hortera' y 'Los tragedia'.
Localidad: Cádiz.
Letra: Francisco Javier García Rodríguez Javi el Ojo y Marco Antonio Romero de la Cruz
Música: Francisco Javier García Rodríguez Javi el Ojo y Marco Antonio Romero de la Cruz.
Dirección: Francisco Javier Oliva Cabañas.
Representante legal: Francisco Javier Oliva Cabañas.
En 2022: 'Los Paco Alga' (semifinalista)
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