Chirigota 'La chirigota del barranco'

Cádiz/Bandoleros que le dicen a Vizcaíno que está haciendo bueno a Pedro Sánchez. La chirigota de Pablo de la Prida repunta levemente en su pase de semifinales, con algo más de acierto en las letras. En los pasodobles, saben jugar con las dos vertientes carnavaleras. Resulta llamativa por original la primera copla de crítica a Juanma Moreno por la reducción de horas de la asignatura de Música, lo que les sirve para arremeter contra él por “machacar el alma de la tierra en la que nací” al representar la música “todo lo que a ti te molesta”, además de criticarle por “arrodillarse ante los ricos”. Brilla la segunda al expresar cómo sienten el Carnaval en la calle. A media luz, flojitos y muy juntitos, solo les hace falta cantar“en lo alto de un bordillo, en el vino papelillos y tres acordes del Lacio”, por lo que responden con acierto a los que les dicen que “Cádiz no me premia por venir de fuera”. No están malotes los dos cuplés, en los que Macarena Olona se aficiona al Carnaval porque “se está hablando mucho de comer coños” y el móvil, al decir que van a quedar por encima del Bizcocho, les responde que “te la va a meter en el culo”.

Actuación en cuartos

el tipo. Bandoleros. las coplas. La chirigota sevillana de Pablo de la Prida deja muchas dudas en su segundo pase en el Concurso del Falla. Con algunas actualizaciones resultonas en la presentación, como que son más peligrosos que si coinciden juntos Tino Tovar, Joaquín Quiñones y Nene Cheza, las letras de estreno no terminan de enganchar cuando la competición se aprieta. Corrección en las críticas de los dos pasodobles, ambos en clave andaluza. En el primero, con una música del Lacio que no termina de arrancar y se despega desde el trío de lo que es un pasodoble, usan el tiempo para criticar la situación de la sanidad y a la Junta de Andalucía entre quejas por el tiempo de espera para realizarse una prueba por culpa de la incompetencia de la Administración y de unos “politicuchos sin vergüenza”. El segundo mantiene el mismo nivel, aunque es algo más etéreo, al arremeter contra los marqueses y duquesas por los que Andalucía sigue “con la misma cruz a cuestas”, por lo que denuncian que “lo que han heredado de sus antepasados se lo robaron al pueblo”. Irregularidad en los cuplés, en los que se cae el bastinazo innecesario a las ecografías, inventándose la de ocho dimensiones para rimar con chocho, en donde se meten con una careta del Decathlon para ver al niño. Elevan un poco el listón con el segundo a las carpas de Carnaval, en las que pondrán calefacción para que los componentes del coro de Luis Rivero no salten los ojos a nadie con los pezones.

Preliminares

El tipo. Bandoleros. Las coplas. Aunque portan grandes navajas, los bandoleros no pretenden asesinar en Carnaval. La chirigota de Sevilla deja sensaciones muy encontradas en su regreso, con un repertorio al que le cuesta arrancar mucho en la presentación, parca en golpes excepto por algún punto surrealista. Apartir de ahí, les cuesta remontar, algo que hacen un poco con el primer cuplé y un par de cuartetas que están muy por encima al resto. Esta sensación también se extiende a los pasodobles, en los que se nota el sello del Lacio, aunque la música no enamora al alejarse a partir del trío y en la búsqueda del final de las señas que la distinguen. En el primero, cumplen con la letra de presentación unos bandoleros de Ronda que rondan a Cádiz para “decirle te quiero a la ciudad más chulapona”. Eleva un poco el nivel por crítica la segunda copla, en la que se quejan de la situación de Andalucía a partir de sus problemas para encontrar trabajo y acaban lamentando que siga “viviendo de la renta del 4 de diciembre”. Resalta sobre todo el repertorio el primer cuplé al uso que dan al Satisfyer masculino para lavar vaso de tubo. Desentona mucho el segundo a lo “machos” que son en Catar, pero los turbantes que llevan “son de mariconas”. El popurrí flojea en varios pasajes al salpicarse de temas diferentes al tipo, primando la ironía en la crítica, aunque sí tienen más potencia los golpes de Feijóo y Blancanieves, y el de los guiris, que se parecen a los sevillanos. Poco botín para repartir.

La previa

La chirigota de Sevilla regresa al Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla de 2023 tras probar la calle en un año atípico. Lo hizo en el mes de febrero con 'Los Kichi blinders'. En este 2023, vuelve a su hábitat con 'La chirigota del barranco'.

Este grupo presenta cambios importantes en su autoría tras su última participación con 'Los gipsy scream' en 2020, que alcanzó las semifinales. La letra la volverá a hacer Pablo de la Prida, retomando así sus orígenes como cabeza visible de este proyecto. Por su parte, la música recae en Sergio Caro, que sustituye a José María Barranco el Lacio, autor de las músicas de 'Daddy Cadi' (segundo premio en 2019), 'Los gipsy scream' y 'Los Kichi blinders'. En este caso, Barranco se centrará en su chirigota 'La chirigota del Lazio', aunque también colabora con las chirigotas 'Fariña de tus ojos' y 'El niño de Isabelita', y la comparsa 'La tía de la tiza'.

Este cambio puede marcar el devenir de la agrupación según si opte por unas letras de temática seria o vuelve a su origen con pasodobles de humor. Precisamente, y a la espera de ver el tipo, el nombre de 'La chirigota del barranco' guarda un guiño a su antiguo autor.

El germen de este grupo fue la chirigota 'Los sgayderman', en 2011. Consiguió llegar por primera vez a la fase de cuartos con '¡No me ralles!', obteniendo el mismo o mayor éxito con otras como '¡Cogerlo ahí!', 'La mare que lo parió', 'Yo soy presa', 'Esta chirigota cae bien' y 'Una corrida en tu cara', además de las anteriormente citadas 'Daddy Cadi' y 'Los gipsy scream'.