Chirigota 'Los Chabolis'

Carnaval de Cádiz 2024

La chirigota de los Molina para el Carnaval 2024

Puntúa la chirigota 'Los chabolis'

En 2023: Chirigota 'Con la verdad por delante, los sinceros'

Chirigota 'Los Chabolis', en semifinales.

Cádiz/La chirigota de los Molina da un paso atrás en su pase de semifinales respecto al resto del Concurso. Aunque los cambios en actitud y desarrollo les benefician, en esta ocasión las letras no acompañan. Se salva de la quema el primero de los pasodobles al usar su tipo para explicar lo que debe ser un hogar. En él, debe haber respeto, amor, corazón, besos o pasión. Cualidades con las que tienen “un hogar en condiciones” a pesar de vivir entre cartones, ya que “lo demás es solo ladrillos”. Es un poco confuso el destinatario de la segunda letra al dedicársela a los “Sénecas de Cádiz” que dicen que “se están llevando el Carnaval” las agrupaciones de fuera mientras que ellos le cantan “a Paquirrín o al Cayetano de Madrid” para que se les entienda. Un mensaje extraño, ya que al final piden que no renieguen de la raíz y le canten a Cádiz. Flojean bastante en los cuplés. En el primero, al ver una película porno de calidad se quedan con la Coca-Cola en vez de con la pajita. No funciona el efectismo del segundo a lo que les dicen que hagan en semifinales para pegar “un bimbazo”, por lo que en 2025 se quedan en su chabola.

Hasta aquí.
Hasta aquí.

Cuartos de final

El tipo. Un poblado chabolista. Las coplas. Con ritmo al compás y al calor de una candela, ‘Los Chabolis’ ofrecen sus cantes para intentar volver al camino de las semifinales. La chirigota de los Molina mantiene la senda del primer pase al conseguir salir airoso con un repertorio que juega mucho al filo de la navaja con los clichés, aunque no cae en grandes barbaridades. Esto se suma a un estilo mucho más depurado y más agradecido, por lo que las coplas entran mucho mejor. Con una letras de estreno que no mejoran, pero que tampoco les hacen caer, mantienen el rumbo firme en una actuación de cuartos en el que el apartado musical lo envuelve todo. La primera supera el trámite con corrección al unir una pequeña crítica a la pérdida de población que sufre Cádiz con su alegría por la exportación del Carnaval por los propios gaditanos que viven fuera. Esto hace que nazcan carnavaleros más allá de Cortadura, por lo que “mi Tacita es chiquitita y es un mundo por febrero”. Mejor en cuanto temática la segunda letra al amor libre entre dos hombres que focalizan en un encuentro de cinco minutos en su propia chabola. Un amor a escondidas para que no sospechen sus vecinos , por lo que suspiran solo por ser felices durante esos cinco minutos. Altibajos en los cuplés. Más corrientito el primero al caer en los clichés, ya que al entrar dos ladrones en su chabola salta la alarma, por lo que al final se marchan los tres corriendo. Un poco mejor el bastinazo del segundo, aunque no entra mal del todo, al confundir una crema para las hemorroides con un crecepelo, por lo que al ir al baño tienen que hacerse la raya en medio.

Buena.
Buena.

Preliminar

El tipo. Gitanos en sus chabolas. Las coplas. Un poblado en el que están presentes el jamón y las gambas, pero en el que viven con la luz enganchada. La chirigota de los Molina se reencuentra al abandonar ciertos tics y dar con una idea que saben desarrollar en un repertorio más elaborado. El resultado es un buen pase con el que demuestra que va a competir con mejores armas. Este cambio es visible en una presentación con buenos golpes. En ella, los Chabolis viven en su poblado “más agobiados que Rubiales jugando al Conejo de la Suerte” y en vez del Nuevo Mirandilla tienen el Nuevo Jeringuilla. Esta actitud se nota en los pasodobles, menos guerrilleros en su interpretación, por lo que la melodía toma más peso. Cambio de registro en la primera de las músicas, de bella factura, que sirve para soltar una letra de presentación en la que dicen que “aunque te suene chabacano y sandunguero, en las entrañas se te clava”. Buena crítica en la segunda, con una música más adaptada a su estilo, a los periodistas que usan el término chirigota de forma despectiva. Se vienen arriba con dos cuplés notables. En el primero, reconocen que se encontraban mejor cuando estaban enganchados por lo que sufren ahora para adelgazar. Mejor el segundo al uso de una desaladora como Satisfyer, por lo que aquello acaba sabiendo a Solán de Cabras. Redondean la actuación con un popurrí que no decae en ningún momento al contar la vida del poblado.

Buena
Buena

La previa

La chirigota de Los Molina vuelve al Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla de 2024 con fuerzas renovadas y cambios en la autoría para cumplir su décimo año en el certamen gaditano. Javi Tinoco se toma en este año un descanso, por lo que el repertorio correrá a cargo de Gonzalo Madrid, que se estrena en esta responsabilidad; y Manuel Benítez Molina, quien también aportará letras para 'Los Chabolis'.

En la pasada edición, este grupo se quedó en cuartos de final con 'Con la verdad por delante, los sinceros', chirigota con la que volvió al COAC tras un descanso de dos años a causa de la pandemia.

El historial de la chirigota de los Molina arrancó en el año 2013 con 'Enemigos íntimos'. Al año siguiente, ya consiguió el pase a cuartos de final con 'Vamos tirando'. Su mayor éxito y su única final fue en 2016 con 'Los sereníssimos', tercer premio en aquella edición.

A partir de ahí, en todos estos años ha sido una de las chirigotas más esperadas para los aficionados, especialmente por su estilo y la forma de interpretar su repertorio. Desde aquella final, ha llegado a las semifinales con 'Pa religión, la mía' (2017) y 'Los morosos' (2019).

La ficha

Localidad: Chiclana

Letra: Gonzalo Madrid Garrote y Manuel Benítez Molina.

Música: Manuel Benítez Molina.

Dirección: Francisco Daniel Benítez Molina.

Representante legal: Fernando Jurado Marabot.

En 2023: 'Con la verdad por delante, los sinceros' (cuartofinalista).

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