Chirigota 'Los del veredicto'

Cádiz/Las llaves para entrar en el cielo las tiene San Pedro. Las del cielo carnavalero las tiene el jurado. La chirigota del Sheriff se muestra fuerte en la competición con un notable pase que deja intactas sus posibilidades para repetir el próximo viernes en la Gran Final. Con Perico Campos dejando inconsciente a San Pedro con su punteao, las letras entran fácil con la celestial música del pasodoble. Como mandan los cánones, combinan la sensibilidad con la crítica en la tanda. La abren con una buena copla a los donantes a partir de la historia de una persona que llega al cielo. Lo bendicen por ser “un soplo de vida para tantas familias”, por lo que a pesar de haber fallecido “sigue vivo en la tierra”. Bien metida la crítica en la segunda copla a la realidad de Cádiz, una ciudad que acaba siendo “el paraíso del extranjero”, que puede disfrutarla con dinero mientras que para el gaditano “es un infierno” porque no encuentra trabajo y se tiene que marchar fuera. Brillan en los cuplés para tocar el cielo. En el primero, el aumento del pene de Jorge Javier Vázquez se lo hacen con el pellejo que le sobra a Kiko Matamoros, mientras que en el segundo, una pareja se mete mano en Gallinero y al decir “que me voy” les responden que no lo hagan porque van a dejar el Falla vacío.

Actuación en cuartos

el tipo. San Pedro. las coplas. Las puertas del cielo se abren para la chirigota del Sheriff al dar un buen segundo pase que sirve para ponerle el listón al resto. Entran de lleno en la competición con letras de cierta potencia. A pesar de un problema con la megafonía en la presentación, se reponen rápidamente en los pasodobles. En el primero, destaca algo más la contundencia del mensaje que el desarrollo a las bandas de extrema derecha por dar palizas en función del color de la piel o la orientación sexual, por lo que les dicen sin ambages “niños de papá, fascistas, homófobos y racistas que los domingos van a misa”. Muy acertada la segunda copla en contra de la pérdida de la esencia del Cádiz CF a causa de la gestión de Manuel Vizcaíno y Rafael Contreras, “dos pájaros más del nido” a los que recuerdan que “el Cádiz es de los cadistas”. Se meten en la pelea con los cuplés, destacando el primero en lo humorístico al liarse con una capillita gadita, pero al decirle que se van el Jueves Santo a Sevilla el lío acaba sin levantá y con una recogida a paso horquilla. El segundo apela al concurserismo y el desahogo personal al dedicar el estribillo de ‘Los aleluyas’ a los que les acusan de copiar. La aparición de Morera y Mení le da realce al popurrí tras tirar el Trinchera un tabique en el infierno para conseguir la libertad de Don Antonio. Gloria bendita.

Preliminares

El tipo. San Pedro, en las puertas del cielo. Las coplas. El cielo se toca en el Falla con buen humor y coplas con sabor gaditano. La chirigota del Sheriff mantiene la línea ascendente de los últimos gracias a una mayor frescura bien aprovechada, sobre todo en un popurrí con muchos golpes, alguna maldad bien tirada y un ritmo totalmente actualizado que le da mucha vida. Toquecitos con la cuarteta de la línea de la vida o la nube guiada por un dron en Semana Santa en el popurrí elevan el nivel para presentar la primera candidatura de la modalidad. A este tono se llega desde una presentación que también muestra las líneas maestras, con golpes sobre el pregonero, que tiene a su gente en el cielo; y un detector de maldades que no ve nada en el Kichi porque no ha hecho nada. Con cambio del Paraíso por el Gallinero, el pasodoble del Sheriff es un auténtico caramelito para paladear con la primera letra, que, precisamente, tiene la virtud de definirlo entre el gustito sin ruido, el pellizquito del trío, el quejío y un final guerrillero. Aprovechan muy bien el tipo de San Pedro para hacerle un homenaje a Antonio Pedro Serrano el Canijo, al que mandan desde el cielo de vuelta a la tierra porque no le ha llegado su hora, por lo que le piden que vuelva a cantarle a Cádiz con su chirigota. Los cuplés, de buena talla, rematan un repertorio celestial con el epitafio del Sheriff, que pondrá “loquito por verte a mi vera”, y la reencarnación de Ismael Beiro en Teófila.

La previa

La chirigota del Sheriff volvió a probar en el pasado Concurso del Gran Teatro Falla las mieles de pisar una gran final tras llevar varios años sin hacerlo. Con 'Los caraduras de Cai' obtuvo un segundo premio que vino a rubricar la etapa ascendente de esta agrupación, en la que han colaborado para ello Juan Pérez el Blanco y Roberto Fabio Gómez. Una mezcla de veteranía y juventud que ha dado sus frutos y que espera mantenerse en esta senda en el 2023 con 'Los del veredicto'.

El Sheriff sigue siendo uno de los chirigoteros más veteranos en activo. Siempre vinculado a su barrio de Loreto, se inició en la fiesta en el año 1987 con 'Los feicios'. A pesar de tres décadas siendo uno de los puntales de la modalidad, solo ha conseguido el primer premio en dos ocasiones: en 1997 con 'Los aleluyas' y en 2006 con 'Los aguafiestas'. También han quedado para el recuerdo otras chirigotas como 'Caiman', 'Los valientes', 'Los panchitos de Guardalajarra' o 'El escuadrón de los jartibles', entre otras.

Braza, Juan Pérez y Roberto Gómez se unieron en el año 2020 con 'Los niños de la Petróleo', semifinalista en aquella edición y que ya supuso un pequeño salto en cuanto al repertorio en comparación con años anteriores.

Un año más, uno de los momentos del Concurso del Falla se vivirá con el pasodoble del Sheriff, lo que unido a un estilo muy definido y un humor muy cercano harán que opten a lo máximo en el COAC 2023.