Chirigota Los quemasangre
Chirigota del Selu
La chirigota del Selu es una de las indispensables del Concurso del Falla. Tras sorprender con un cambio de estilo, recreando con fina ironía y su punto de crítica a los líderes mundiales en 'Grupo de guasa', el autor vuelve a recurrir a la "fauna callejera" a la que tanto partido ha sabido sacarle a lo largo de su trayectoria para llevar al Falla a 'Los quemasangre'. Una chirigota con la que este grupo celebra 30 años sobre las tablas.
Actuación en la Gran Final
FICHA
Localidad: Cádiz
Letra, música y dirección: José Luis 'Selu' García Cossío
Representante legal: José Luis García Cossío
En 2018: Grupo de guasa (tercer premio)
Ni en la Gran Final son capaces de estar callados y dejar de soltar sus frasecitas para quemar la sangre del público. Una forma de ser que llevan en sus venas, por lo que son incorregibles. En su última actuación, la chirigota del Selu tira de parte de las coplas de su pase en preliminares, que fue su mejor día y que, casualmente, no cuenta para la clasificación final. Por eso, las aprovechan para acabar el Concurso con un buen sabor de boca, a lo que también suma el desarrollo del tipo en el popurrí. En los pasodobles, rescatan primero la copla que le dedicaron a Joaquín Sabina, al que le espetan que tiene voz “para vender coquinas” y le recuerdan su canción 19 días y 500 noches para que sepa lo que va a tardar en salir del parking de San Antonio. Dan una buena carga en el segundo, de estreno, al Concurso del Falla, en el que cualquier año se presenta alguien sentado en una silla y bebiendo vino. Vuelven a cantar el cuplé a Susana Díaz –uno de los mejores del COAC–, que ya no va a poder enchufar su coche híbrido en la Junta de Andalucía. Más endeble el segundo a su cuñado, que es cocinero de alta cocina porque está el restaurante en un 5º B –buen golpe–, pero al final en su casa es un papafrita. Habrá que aguantarles sus paridas en la calle.
Actuación en semifinales
El Concurso se convierte en una montaña rusa para la chirigota de Selu García Cossío. Tras ofrecer una magnífica actuación en preliminares y bajar considerablemente sus prestaciones en la segunda fase, en su tercer pase se recupera, aunque sin terminar de explotar. El uso de recursos efectistas como la aparición de Freddie Mercury en la primera cuarteta del popurrí para enganchar al público muestra a las claras su desconfianza por su futuro en el certamen tras los cuartos de final. Aun así, se vienen arriba al aportar mejores letras. Se ponen muy cargantes, aunque de manera simpática, con los gordos que hacen ejercicio en el primer pasodoble. Están tan obesos que tienen en la etiqueta más x que la casapuerta de un romano. En el remate, al mismo tono que todo su desarrollo, dicen que ellos tienen una 38 de pantalón porque se lo abrochan por debajo del ombligo. El humor más brillante de Selu reaparece en el segundo pasodoble a Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la "jungla de Andalucía". Lo rematan con arte al decir que nuestra comunidad autonómica seduce a los políticos, por lo que para gobernarla han tenido que hacer un trío. En los cuplés, que es lo más importante de las chirigotas, aciertan con nota con el primero a una niña que canta tan mal que cuando va a un asador los pollos no se dan la vuelta. Sin embargo, pinchan en el segundo a su sobrino Manolito, que en vez de como Messi va a acabar como Maradona por su gusto por la bebida. La carga supera a la pena.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en cuartos
- el tipo. Cargantes hasta el extremo.
- las coplas. Consiguen poner de los nervios a cualquiera con tanto sarcasmo y tanto comentario para dar la puntilla, aunque no llegan a quemar tanto la sangre. La chirigota del Selu deja sensaciones encontradas en su segundo pase. Las letras se quedan un poco por detrás de las mostradas en la primera fase, aunque en cuartos es cuando comienza la verdadera competición porque así lo marca el reglamento. A pesar de esto, el recorrido de la idea en el popurrí, con varias cuartetas brillantes como la del aparcamiento o la del cine, sigue siendo lo más destacado, haciendo que no se descuelgue de la pelea por la final. El material de estreno sólo permite esbozar algunas sonrisas. Pasodobles simpáticos, pero poco más. Le dedican el primero a Iñaki Urdangarin, al que su cuñado va a sacar de la cárcel en dos días y cinco años. Tiene más realce el remate al decir que le dejen en libertad o que le acompañen todos los Borbones. Funciona sólo un poco más la ironía de la segunda letra a la cantidad de películas que se están grabando últimamente en Cádiz, aunque los cineastas tienen un problema para buscar extras porque con el trabajo que hay la gente está muy ocupada. No consiguen explotar con los cuplés, que se mantienen al mismo nivel del resto del pase. Resalta algo más el segundo a su negativa a usar la llave inglesa para arreglar el fregadero por el Brexit. No luce mucho el primero a cómo se emparejan los partidos de derecha mientras que Mariano Rajoy no sabía ni emparejar los calcetines.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
- el tipo. Cargantes hasta el extremo.
- las coplas. Un quemasangre auténtico. Una persona que disfruta sacándole punta a todo para sacarnos de nuestras casillas. Selu García Cossío, que sabe moverse con soltura con los personajes y los estereotipos, consigue dar en la tecla con una idea que sabe explotar, lo que se traduce en un repertorio casi redondo. A esto se une la interpretación de un grupo que se muestra con maestría en el escenario. Son tan cargantes que nos espabilan tocando el claxon en la presentación, que cumple con el cometido de ponernos en situación para comenzar a sacarle su jugo al personaje en los pasodobles. Antes, comienzan a soltar sus comentarios hirientes, como el de decirle que si va a una boda a uno que va con un mono de obra o que va a coger humedad a uno que va a pescar. Primeras cargas al pregonero, Joaquín Sabina, en un notable primer pasodoble en el que le dicen que tiene voz para vender coquinas y que para salir del parking de San Antonio va a tardar 19 días y 500 noches. Se vuelven exasperantes en la segunda letra a los calvos, que, como a los gaditanos, les nace el pelillo donde les da la gana, menos en la cabeza. Se vienen arriba con un primer cuplé bastante bueno -con un poco de mala leche- a los coches híbridos. Susana Díaz se ha comprado uno pero al dejar de ser presidenta ya no puede enchufarlo en la Junta de Andalucía. Baja un poquito el segundo a la visita de Mágico González, al que le ponen una puerta en el Carranza para todos los que llegan tarde al fútbol. El estribillo, en el que ayudan a aparcar, es una genialidad. Las cargas en el cine, cuando aparcan en la playa y en la cola del supermercado consiguen enervar la sangre en un popurrí por el que aspiran a todo.
El veredicto del Diario del Carnaval
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