Chirigota 'Te he dicho 1.748.654 veces que no soy exagerao (los exageraos)'
Carnaval de Cádiz 2024
La nueva chirigota de los Villegas para el Carnaval 2024
Puntúa la chirigota 'Te he dicho 1.748.654 veces que no soy exagerao (los exageraos)'
Cádiz/15 meses de ensayos te pueden llevar a la Gran Final. Todo es cuestión de trabajo... y de experiencia y buen hacer chirigotero. El reencuentro de Gueli Villegas, acompañado de sus hijos, con buena parte de la chirigota del Love fructifica en una buena chirigota que sabe redondear su pase por el Concurso con una actuación en el que vuelven a mostrar su sapiencia para aprovechar sus armas al máximo. Humor del bueno, una música deliciosa de pasodoble y letras que respetan de principio a fin lo que es una chirigota gaditana. Un gaditanismo que está muy presente en los dos pasodobles. No hay mejor despedida en la final que acordarse de que quien fue el epicentro de esta chirigota: Gueli Villegas. Lo hacen con una buena primera letra de homenaje escrita por sus hijos para mostrar la injusticia que ha tenido el Carnaval con él al ser el autor de letras que no firmó y músicas “afinadas al extremo”, por lo que en la final se lleva un aplauso que “por fin lleva tu nombre”. Brilla mucho el segundo pasodoble a la decisión de vender todas las entradas de la final en taquilla. Defienden esta “preferencia” de los gaditanos con argumentos fuertes al decir que aguantan toda la semana de Carnaval con “las calles llenas de mierda” o con gente que “mea en sus aceras”, algo que el gaditano hace con hospitalidad. En su último pase, le dan la vuelta a los cuplés al cantar una primera tanda de nueve, en la que repiten algunos de los mejores y estrenan tres a una mujer de carácter complejo que solo le puede poner las pilas al Satisfyer, una discusión al usar la sartén de las tortillas para hacer filetes y un vecino que se mete tantas cosas en el gimnasio que solo le queda una asignatura para sacarse el Grado de Farmacia. La segunda tanda la hacen con un solo cuplé, en el que vuelve a aparecer el famoso queso, ya que mandan un beso a las agrupaciones que lo están cortando por quedarse fuera. Una participación muy completa, sin exagerar.
Semifinales
Un reencuentro que sigue dando sus frutos con el progreso del Concurso del Falla. La unión de los Villegas con gran parte de la chirigota del Love mantiene su rumbo firme, sobre todo por la enorme demostración que está realizando en los cuplés, la copla que más se puntúa en esta modalidad. El género chico del Carnaval, pero el que más brilla cuando se trata adecuadamente. A pesar de que sean unos exagerados, están muy vivos en la pelea por todo con un pase redondo. Aunque no se quedan muy atrás, en la actuación de semifinales los pasodobles tienen menos brío. Cumplen con corrección en la primera letra al contar a los aficionados al Carnaval la cara que no ven de la fiesta por los problemas que tienen las agrupaciones para llegar al Falla entre las dificultades para encontrar un local de ensayo, el dinero que cuesta pagar un forillo o que sean tratados como artistas solo para pagarle a Hacienda. Por ello, rematan con tino al decir que “cuando se cierra el telón, el carnavalero es invisible”. Evocan el recuerdo del pasodoble de ‘Los príncipes encantados’ a los violadores para retomar este tema en la actualidad en el segundo, recordando que es “una herida que no se cierra” y que “pagarán toda su vida”. Vuelven a bordar las cupletinas con más cargas a Negredo tras irse del Cádiz y una segunda tanda en la que evitan por todos los medios rematar con lo que rima con Logroño, aunque al final dicen lo que se van a comer en el Concurso, que rima con olla.
Cuartos de final
El tipo. Exagerados. Las coplas. Chirigota gaditana por los cuatro costados. Lo que parecía un emotivo reencuentro se ha convertido en una chirigota que se ha metido de lleno en la competición. Todo funciona en un pase redondo, desde el tipo hasta las cupletinas, con las que demuestran cómo se deben hacer las cosas por variedad y por las formas. Mejoran levemente la presentación con algunas novedades al tirar los papelillos de uno en uno o decirle a Martínez Ares que solo puede tirar púas al apuntar con su guitarra. Con una música preciosa, entran muy bien los dos pasodobles. En el primero, se acuerdan de Juan José, para el que piden una puerta en el Nuevo Mirandilla por darnos “la gloria” como cadista. Aunque es metacarnavalero, también aciertan en el segundo de crítica a los minigrupos de Carnaval, ya que defienden “la potencia de un grupo cuando canta junto aunque cueste más dinero”. Se vienen muy arriba con las cupletinas, cada una por un camino. En la primera, dejan algunos bastante buenos como el de que Kiko Rivera no fue a la boda de su hermana porque no había pestillo en el baño o el de que los daltónicos aparcan en Cádiz en donde quieren. Incluso, es mejor la segunda, en la que el queso es el común denominador al dedicarse a cortarlo el Juan Carlos I, Negredo, España en Eurovisión y Nadal, mientras que al Kichi lo pone Teresa a hacer gestiones para que no se lo coma. Exageradamente buenos.
Preliminares
Experiencia para dar y regalar sobre las tablas del Falla. Muchos Carnavales a sus espaldas hacen que lo que partía como una unión nostálgica entre buena parte de la chirigota del Love, Gueli Villegas y sus hijos acabe entrando de lleno en la competición con un repertorio que va de menos a más y el aroma de la chirigota gaditana de siempre. Unas formas que se respetan a pesar de que el tipo se presta a andar unos caminos que, afortunadamente, no recorren. Las exageraciones cuajan algo menos en la presentación, que es solo simpática al mostrar a un personaje que es tan exagerado que lleva 15 meses ensayando y se pone muchas alarmas, pero acaba quedándose dormido. El repertorio empieza a tomar ya cuerpo en los pasodobles, con una música que evoca a los buenos tiempos de Gueli. Ese puntito emocionante y nostálgico aparece en la primera letra a la propia formación de esta chirigota, con la que Gueli vuelve “al Carnaval con los de siempre”. Aceptable la crítica de la segunda letra a la situación de la ciudad a través de sus dos caras. Con turistas disfrutando en vacaciones pero con su gente en paro, obrera pero que vota a la derecha, no les extraña que la ciudad sea “quien queme al Dios de la ironía”. Los cuplés, exagerados como ellos al cantar 10, van de menos a más, dejando varios brillantes como los del Pacha Espino, el aparcamiento en Cádiz, la poligamia o la maleta perdida que aparece en el carro del Worry. Las exageraciones dejan un buen popurrí, con algunas genialidades como el Mini que camperizan. ¡Exagerao!
La previa
La saga de los Villegas es una de las más importantes en la historia del Carnaval de Cádiz desde que Enrique Villegas, ayamontino de nacimiento y gaditano de adopción, se iniciara en la fiesta con el coro 'Los del celeste imperio' (1961) y la comparsa 'Los gitanos errantes' (1962). Este legado se traspasó a algunos de sus 12 hijos como Nandi, Salvi, Juansi o Gueli, aunque se centraron más en las chirigotas a finales de los 80 y principios de los 90.
En este 2024, se va a producir un momento muy nostálgico con la chirigota 'Te he dicho 1.748.654 veces que no soy exagerao (los exageraos)', que supone un proyecto en común entre Gueli Villegas Mejías y sus hijos Juan Miguel y Alejandro. Es decir, los nietos de Enrique Villegas asumen el relevo generacional para mantener muy vivo este apellido en la fiesta.
A esto hay que sumar que esta chirigota supone el reencuentro de Gueli Villegas con gran parte del grupo de la chirigota del Love, en aquellos años conocida como la chirigota de Puntales. Y es que entre sus miembros se encuentran Chico Cornejo y Cristóbal Cornejo, puntales de aquella agrupación, además de otros componentes como Daniel de Ávila, Pachichi o el Lala. Además, el grupo se completa con componentes experimentados como Julio García.
Todo esto hace que haya que tener muy en cuenta a esta chirigota por el caudal de veteranía que se une.
Juan Miguel Villegas Mejías Gueli fue una parte muy importante de la chirigota de Puntales junto a sus hermanos Nandi, Juansi y Salvi. Así, en sus inicios fue bombista de chirigotas como 'Los diablillos salvajes del Caribe' o 'Las momias de güete pa guá los niños'. Tras un descanso, empieza a tener una mayor importancia en la elaboración y montaje del repertorio de 'Los barbacoas', 'Viva Zapata de jamón', 'Los príncipes encantados, gracias igualmente' (con una música suya de pasodoble inolvidable)' y 'Los hermanos Strambolini, ¡alehop! ¡qué caía más tonta!' (en la que también fue coautor, aunque en esta ocasión el pasodoble lo hizo Antonio Martínez Ares). Tras cerrarse esta etapa, hizo la música de las chirigotas 'Retrato de familia' (1993) y 'La banda del escocés' (1998). Sus últimas agrupaciones fueron las comparsas 'Un paseo por el tiempo' (2009) y 'La libertad dormida' (2010).
La ficha
Localidad: Cádiz.
Letra: Juan Miguel Villegas Jiménez y Juan Miguel Villegas Mejías 'Gueli'.
Música: Alejandro Villegas Jiménez y Juan Miguel Villegas Mejías 'Gueli'.
Dirección: La agrupación.
Representante legal: Cristóbal Cornejo Benítez.
En 2023: No salió.
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