Chirigota Una noche en el museo

Chirigota Una noche en el museo

Eliseo vuelve a abrir las puertas del Museo del Carnaval para que las figuras cobren vida. Un deseo que transforman en un repertorio al que se le nota que llega algo justo a esta fase. Aun así, las pequeñas actualizaciones con el Molina y Zeus siguen sacándole algo de lustre a la presentación, con aparición estelar de la hermana de Zeus. El metacarnaval se apodera de un primer pasodoble que cumple el trámite de esta fase, pero poco más, al lamentar los problemas para hacer un pasodoble que no ofenda a nadie. Sentencian que el que se queja por el uso de un tema “se ha equivocado de fiesta”, por lo que piden a los que se molestan que les digan cómo hacer una chirigota. No luce demasiado el uso de las figuras que recobran vida en el Museo para pedir que los gaditanos despierten por la situación de la ciudad con el objetivo de que “nadie más llore al ver Cortadura”. Dos cuplés irregulares. Pincha el primero al hackeo de su cuenta en redes sociales al descubrirse una infidelidad, por lo que ya llevan un mes en la calle y con la casa y el coche hackeados. Más simpático el concurserismo del segundo al decir que van a tener la mala suerte de cerrar en la final.

El veredicto del Diario del Carnaval

Otro año será.
Otro año será.

Actuación en cuartos

el tipo. Vigilantes del Museo del Carnaval. las coplas. Las estatuas cobran vida en el Museo de Carnaval, en donde Eliseo, que no es el Liceo de Barcelona, se encarga de cuidar que dentro no pase nada. Una nueva noche de vigilancia que sirve para parir coplas con el sabor más puro del Noly. La chirigota de Pepe Fierro cierra los cuartos de final con una actuación que se queda a medias al no rematar la faena. Con menos efecto que en el primer día, en la presentación mandan a arreglar la estatua del Molina para que pueda saludar con las dos manos si pasan a semifinales. Una pequeña actualización que gira sobre el mismo golpe que da paso a un repertorio que no supera al mostrado el primer día. La magia del Noly está muy por encima de las letras. Correcto el piropo a Cádiz del primer pasodoble, en el que la enseñan como si fuera una casa que tiene dos puertas en las Puertas de Tierra, la encierran sus murallas, los salones son las plazas desde Candelaria a Mina y los pasillos son La Viña y el Mentidero, en donde se puede contemplar el ingenio y el compás más puro. Por ello, se van a encerrar en Cádiz para toda la vida. El propio Museo del Carnaval sirve para hilvanar una segunda letra al mismo nivel en la que aseguran que dentro de este edificio habrá sitio para todo lo que gira alrededor de la fiesta. También tendrá sitio Canal Sur a pesar de lo sucedido con Jesús Vigorra y la morralla. Irregulares los dos cuplés. Corrientito el primero a todas las cosas que tienen que hacer al trabajar en el Museo del Carnaval, por lo que las estatuas rematan con el estribillo de ‘Los equilibristas’. Más concursero el segundo a la coincidencia con las chirigotas del Selu y Vera Luque, que son las dos que se van a quedar fuera de semifinales.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-cortado (aceptable)
Palo-cortado (aceptable)

Actuación en preliminares

el tipo. Vigilantes del Museo del Carnaval. las coplas. Las estatuas cobran vida en el Museo del Carnaval, lo que debe de acongojar a estos vigilantes que trabajan de noche. La chirigota que comanda Pepe Fierro deja un repertorio con altibajos, que es más simpático cuando tiene un poco de maldad que cuando utiliza un humor algo más blanco. Esta guasa gaditana es lo que resalta de una simpática presentación en la que resaltan más los figurantes que el propio grupo al pedir el Molina que le terminen el brazo con cera y al devolver Zeus el mítico grito que le hace su hermana. El Noly deja otro caramelito en forma de pasodoble chirigotero, que entra reposado en el inicio, juega con el piano en el trío y coge un poco de garra al buscar el final. Letra de presentación, que en las agrupaciones clásicas es la que se queda, con las claves que suele manejar su autor con el compás marinero, los plumeros, el veneno y el amor por Cádiz. Merecido homenaje en la segunda copla a Joaquín Quiñones con un repaso de sus agrupaciones para recordar que los homenajes hay que darlos en vida. Tanda desigual de cuplés. Mejor, por simpático, el primero a un gaditano que se retira de un concurso de cachetás cuando le toca contra un ruso porque “la mejor guantá se da sin manos”. Desafortunado remate en el segundo. Su mujer les dice todo lo que tienen que hacer, por lo que hacen las maletas y la mandan a cierta parte. Le da más brío al popurrí la maldad con Carli y su gallo en ‘El vapor’.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-cortado (aceptable)
Palo-cortado (aceptable)

La previa

Chirigota Una noche en el museo.
Chirigota Una noche en el museo.

Cuarta incursión en el Concurso del Gran Teatro Falla de la chirigota que dirige Pepe Fierro, una de las que sigue manteniendo el sello clásico en la modalidad. Para ello, la música de Manuel Sánchez Alba el Noly siempre es un seguro de vida por su soniquete y su sabor al Carnaval de siempre.

En la pasada edición, esta chirigota recuperó su lugar en los cuartos de final con 'Los fantasmíbiris mamarrachíbiris del templo de las coplíbiris', con la que supo quitarse el regusto amargo que dejó 'Los campeones' en 2018. Tras este salto, las semifinales se convierten ya en su principal objetivo.

Ficha

Localidad: Cádiz

Letra: José Antonio Rodríguez Fierro, Moisés Serrano Bruzón y César Augusto Dos Santos Cañas

Música: Manuel Sánchez Alba el Noly y José Rodríguez Cruzado

Dirección: José Antonio Rodríguez Fierro

Representante legal: César Augusto Dos Santos Cañas

En 2019: Los fantasmíbiris mamarrachíbiris del templo de las coplíbiris (cuartofinalista)

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