Comparsa 'Después de Cádiz, ni hablar'
COAC 2022
La comparsa de Piru y Tomate regresa al Concurso tras 'Los okupas de la luna'
Cádiz/La comparsa de la Cantera le pierde el miedo a las alturas en su primera Gran Final. Con una enorme madurez para cerrar la última función cerca de las ocho de la mañana, disfrutan y hacen disfrutar al público. Con gran parte del material potente ya cantado para conseguir la clasificación, se notan las diferencias. En los pasodobles, la denuncia por la vuelta de la heroína a Santa María no tiene tanto brío, aunque sí efecto. No entienden que “la juventud otra vez se precipite al vacío” tras la nefasta experiencia de los años 80 y 90, por lo que le piden al barrio que “despierte y pelee” frente a “un veneno que otra vez quiere correr por nuestras venas”. Sí convence mucho más el homenaje a Antonio Cantos Caracol, al que califican como “el Dios de los contraltos” y consideran un ejemplo como carnavalero que “guarda el respeto y admira al rival”. Los cuplés no tienen tanta potencia. En el primero, por la calima hacen el aliño de los pinchitos al tirarse un pedo tras tomar aceite y vinagre. Rematan el Concurso repitiendo el cuplé sobre los hijos de carnavaleros que salen en este grupo.
Actuación en semifinales
El tipo. Una carroza de Carnaval. Las coplas. Una fiesta que es puro sentimiento. Una pasión para cantarle al mundo que después de Cádiz, ni hablar. Un gran homenaje y un repaso metacarnavalero al Carnaval y a las coplas con el que Piru y Tomate dejan atrás la imagen de comparsa de la cantera para enganchar más con su madurez en escena. Aunque en una modalidad tan competida el metacarnaval puede restar, esta comparsa se muestra potente por su valentía en las letras, que elevan el nivel con firmeza, sobre todo por decir muchas cosas en ellas. Brilla en este segundo pase el primer pasodoble a las críticas a la juventud por parte de sus mayores, sobre todo por sentirse identificados. Tiran de las típicas quejas de los viejos que dicen que “a tu edad ya tenía medio resuelta la vida y la casa comprada” para darle completamente la vuelta al quejarse del país que dejan a la juventud como herencia, con una “democracia en decadencia” con problemas como la sanidad, la educación, la vivienda o los bajos sueldos, por lo que les reclaman que “pidan perdón” por esta herencia. También reluce el segundo al cambio del papel de la mujer en la fiesta, que ha pasado de los piropos en los que “tan solo saben describir babeando sobre el papel” a “ser la protagonista”. Demasiado efectismo en los cuplés, en los que hacen la octavilla por lo apretados que llevan los pantalones y llegan vivos con la carroza al Falla a pesar de conducirla el Molina.
Veredicto Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
El tipo. Una carroza de Carnaval. Las coplas. El Carnaval es una forma de vida para el gaditano. Una herencia que se transmite de padres a hijos, por lo que es necesario revisar su pasado. La comparsa de Piru y Tomate alcanza la madurez interpretativa, dejando atrás la imagen melosa para adquirir la garra necesaria. Lo hacen con una idea que saben desarrollar como homenaje al pasado y explicación de lo que significa el Carnaval, a lo que unen algunos ramalazos ochenteros en el popurrí que le dan empaque. Sin embargo, acaba cayendo en el metacarnaval, lo que les complica asaltar los cielos en una modalidad con pocos resquicios. Ya en la presentación trazan el camino, en el que el Carnaval es el centro de todo. El cambio de chip del grupo se nota en los pasodobles, en los que las letras se venden mejor por la fuerza del remate. Inciden en el tipo en la primera copla, en la que dicen que no se puede llamar carnavalero a quien no conoce a los viejos copleros. Sobresale la segunda al último accidente laboral en el astillero de Puerto Real, del que todos somos culpables mientras que una familia sufre. No se queda atrás el primer cuplé a sus componentes que son hijos de carnavaleros, entre ellos el del Carli, por lo que sospechan que a su lado está el hijo de Subiela. Algo más previsible el segundo, en el que Urdangarin le dice a la infanta Cristina que ella quería un marido como su padre, por lo que es infiel y roba.
El veredicto de Diario del Carnaval
La previa
La comparsa de Piru y Tomate es una de las escasas agrupaciones que no ha dejado de hacer Carnaval a pesar de la pandemia. En el pasado mes de junio presentó en el teatro de títeres La Tía Norica 'Los okupas de la luna', con la que ha llenado el enorme vacío carnavalero causado por el coronavirus tanto en 2021 como en la fiesta espontánea del pasado febrero.
Con estas mismas ganas de seguir aportando a la tradición gaditana, esta comparsa procedente de la cantera seguirá con su rápido proceso de madurez en este 2022 con 'Después de Cádiz, ni hablar'.
Los mimbres seguirán siendo los mismos que los mostrados con 'Los niños sin nombre' y 'La ciudad de Dios', ambas semifinalistas, con un grupo que es una delicia por su conjunción, sus buenas maneras y la ausencia de estridencias, y un repertorio comprometido y que, por su nombre, apuesta por un tema localista.
Ficha
Localidad: Cádiz.
Letra: Antonio Jesús Pérez Fuentes y Sergio Guillén Bancalero el Tomate.
Música: Sergio Guillén Bancalero el Tomate.
Dirección: Juan Antonio Macías Álvarez.
Representante legal: Juan Antonio Macías Álvarez.
En 2020: 'La ciudad de Dios' (semifinalista).
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