Comparsa 'El embrujo de Cádiz'
Carnaval de Cádiz 2023
La comparsa de Piru y Tomate para el Carnaval 2023
Puntúa a la comparsa 'El embrujo de Cádiz'
En 2022: 'Después de Cádiz, ni hablar'
Cádiz/Conjuros para cerrar el Concurso del Falla. La comparsa de Piru y Tomate ya sabe manejarse en la empresa de estar en la última noche del certamen de coplas y, además, tener que cerrarla. Con una experiencia que ya es un grado para despojarse de la etiqueta de la comparsa de la Cantera, las letras acompañan con soltura para clausurar el COAC con dos caminos muy diferentes. En el primero, aparece el apartado social con otra copla a la salud mental, uno de los temas del Concurso que ya se nos escapa de las manos. Sin caer en el sentimentalismo, saben explicar lo que se siente en el interior cuando algo no va a bien, ya que cuando la ansiedad aparece "algo va mal antes de empezar el día", por lo que se llega a "romantizar el miedo" y despierta "un pensamiento traicionero que te asesta un golpe mortal". Por ello, dejan esta copla para que sirva para "cantar con rabia que sepan lo que sientes". Sobresale de este pase la segunda letra a las dos caras de Cádiz, una ciudad que es muy de izquierdas pero gobernó 20 años la derecha, apoya a los obreros pero cuando protestan los de Astilleros les dicen que son unos pesados o en Semana Santa manda la horquilla pero en la Madrugá se van a Sevilla. Por esto, sentencian que en vez de la cuna de la alegría va a pasar a llamarse "la cuna de la hipocresía". Dejan dos conjuros resultones en los cuplés. En el primero, sale de su caldero el alumbrado del Carnaval. Más efectista es el segundo, en el que Javi Brihuega se toma una pócima que acelera el tiempo y aparece Carli, su padre. La próxima pócima ya será en la calle.
Actuación en semifinales
La magia puede brotar en cualquier momento en el Falla, saliendo desde la cantera para brillar en adultos. La comparsa de Piru y Tomate intenta meterse en la pelea por la Gran Final con letras con algo menos de lustre en el apartado competitivo, aunque todo queda tapado con un segundo cuplé de rabiosa actualidad. En los pasodobles, el hechizo no funciona tanto. Destaca de la tanda el primero al comparar los amores entre generaciones. Lo hacen para defenderse de los que dicen que la actual juventud “no quiere de verdad”. Sin embargo, responden con razón que su amor es “libre, sin prejuicios y sin contratos vitalicios”, frente a unos “amores verdaderos” cómplices de las palizas o que te ataban a otra persona por “miedo, culpa u obligación”, por lo que sienten “envidia” de no haber sido libres. En plena competición, deja algunas dudas la segunda letra al barrio de La Viña a partir de los recuerdos entre Carnaval, el Puente Canal, las peñas o la cofradía de La Palma para acabar preguntándose al final por el ingrediente que les falta porque ya “no queda nada” en él. Existen conjuros que tienen tanta magia que permiten reaccionar sobre la marcha para cambiar un cuplé y dedicárselo a un suceso que se ha producido solo media hora antes. Lo hacen en el segundo cuplé al conjuro de la gracia del gaditano, que sirve para quitarle la malaje al que se ha querido pegar con otra persona durante la actuación de ‘La chirigota del barranco’. Antes, el primero es algo más previsible al salir del conjuro “un carajo de La Caleta” para los de Vox.
Actuación en cuartos
El tipo. Brujos. Las coplas. Conjuros de Cadi, Cadi. La magia divina de esta ciudad cabe en pequeños frascos... igual que las coplas para empezar a competir. La comparsa de Piru y Tomate remueve en su caldero para sacar letras que permiten progresar adecuadamente en su segundo pase. Algo más reposados en el cante, y manteniendo parte de la estructura que le dio buenos frutos en la pasada edición, apuestan fuerte en la temática de los pasodobles. El primero destaca por saber encontrarle un nuevo camino al tratar el tema de la homofobia, tocando en este caso la “falsa tolerancia” con los homosexuales, que no permite su libre expresión por tener que “guardar las distancias”. Por ello, defienden con mucho tino que sigue habiendo motivos para manifestarse hasta que “llegue ese día que podamos comernos a besos por las esquinas sin el miedo de perder la vida”. Salen airosos en la segunda letra al entrar en un tema complejo, pero necesario, como es la situación de la educación. Aunque con alguna sentencia discutible, denuncian que el actual sistema es “la tumba del talento” y problemas como los bajos salarios de los profesores o el alto número de alumnos en las aulas. Tanda desigual de cuplés. Mejor el primero a un conjuro para Ismael Beiro, al que acaban mandando a “hacer el monigote en Gran Hermano”. Algo endeble el conjuro con grandes flamencos del segundo, que acaba en un arroz “de categoría”.
Actuación en preliminares
Tipo: Brujos. Las coplas: Un caldero de coplas del que sale el embrujo de Cádiz. Brujos que se reúnen en un bujío de La Caleta para hacer brujerías. La comparsa de Piru y Tomate, tras probar las mieles de su primera final, repite la misma fórmula que les ha funcionado en cuanto a la composición y enfoque del repertorio, en este caso con la magia de Cádiz para piropear a la ciudad. El resultado es notable al mantener la evolución, dejando atrás a la comparsa de la Cantera, pero en muchos momentos evoca a lo mostrado hace un año. Potente en la presentación para mostrar “el repeluco” que se siente con el embrujo de Cádiz, sobresale de toda la actuación la música del pasodoble, mucho más redonda en cuanto a alegría, pellizco y empuje en su remate, y una buena primera letra a la propia cantera y lo que debe ser. Un planteamiento acertado sobre lo que se debe enseñar a los pequeños, que es que les duela la ciudad y, en definitiva, a ser gaditanos antes que carnavaleros. La segunda copla es resultona al rendir un homenaje a Antonio Martínez Ares, motivo de “un veneno que se ha convertido en pasión”, por lo que se acuerdan de él en vida por tenerlos “embrujaos”. Los conjuros de los cuplés se quedan a medias con las pinturas de Antonio Martín y el lugar a dónde mandan a los que vienen a hacer botellón en Carnaval. Aunque deja algunos pasajes interesantes con el flamenco y el habla, el popurrí redunda en el concepto.
Previa
La comparsa de la Cantera cerró en el pasado Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla su proceso de madurez tanto interpretativa como compositiva con el segundo premio que consiguió con 'Después de Cádiz, ni hablar'. Un salto importante en su corta trayectoria en la categoría de adultos que en este 2023 pretenderá refrendar con 'El embrujo de Cádiz'.
Este grupo, nacido de la cantera con comparsas como 'Las batallitas del rey Sebastián' o '¡De aquí nos despedimos!', dio el salto a adultos en 2019 con 'Los niños sin nombre', año en el que sus actuales autores, Antonio Jesús Pérez Piru y Sergio Guillén el Tomate, se unieron a este meteórico proyecto que desde el principio caló en la afición. En 2020, repitió semifinales con 'La ciudad de Dios', consiguiendo su primera final en 2022 con 'Después de Cádiz, ni hablar'.
Dentro de este proceso, su última agrupación se mostró mucho más rotunda en escena, conectando aún más de lo que lo había hecho en años anteriores, en los que ya habían demostrado su compromiso en la elección de los temas sociales y la forma de tratarlos.
Ahora, llega el momento de la confirmación, para la que contará con la base de estos tres años en adultos.
La ficha
Localidad: Cádiz.
Letra: Antonio Jesús Pérez Fuentes Piru y Sergio Guillén Bancalero el Tomate.
Música: Sergio Guillén Bancalero el Tomate.
Dirección: Juan Antonio Macías Álvarez.
Representante legal: Juan Antonio Macías Álvarez.
En 2022: 'Después de Cádiz, ni hablar' (segundo premio).
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