Comparsa 'Los despertadores'

Cádiz/el tipo. Despertadores de Cádiz. las coplas. Los despertadores amenizan el amanecer con coplas de Carnaval. La comparsa de Javier González hace valer su estilo en su segundo pase, con coplas sencillas y sin estridencias que dejan un regusto agradable. Con una idea a la que le cuesta enganchar por lo abstracta que es, los pasodobles en este caso sí están a la altura de esta fase del Concurso con críticas con distinto recorrido y distinta literatura. Entran en la arena política en la primera letra. Más concretamente, critican de manera directa a las personas que en la actualidad siguen defendiendo el franquismo. Con la imagen de las manifestaciones en Ferraz, afirman que, aunque no vivieron ni la guerra ni la censura, esto “no me hace falta para tener dignidad”, por lo que recuerdan que la actual libertad se la deben “a la gente fusilada y a nuestros muertos”. En la segunda, cala más el mensaje que el desarrollo al hablar de los niños en la actualidad, a los que se educa para hacerlos “el prototipo de nuestros sueños frustrados”, por lo que se quejan de que vivan “con la cabeza agachada mirando el móvil”. Irregulares los dos cuplés. Al menos, el primero es simpaticote al decir sobre una fecha fija del Carnaval que ven a un pescado del coro de Luis Rivero como pertiguero del Despojado. Algo visto el chiste del segundo a una mujer que se enamora de los árboles y que se mete un tronco en vez de un tranco.

Preliminares

El tipo. Despertadores de Cádiz con coplas de Carnaval. Las coplas. Un despertador humano que levanta a Cádiz. Javier González se estrena con la autoría en solitario de su comparsa con un repertorio agradable que cambia mínimamente de registro respecto a su anterior trayectoria, pero al que una idea fantasiosa hace que no termine de atrapar ya que le cuesta entrar con profundidad para llegar a su objetivo, entre el piropo y la crítica. Una propuesta difusa desde la presentación, en la que el personaje se muestra levantando a la ciudad a través de sus coplas. Una maravilla que no se puede igualar ya que ellos tienen el privilegio de ver a Cádiz despertar. Entran bien en los pasodobles, con una música sencilla apoyada en un grupo que mantiene sus buenas maneras. Este cambio de registro está presente en la primera letra, en la que dicen que cambian de estilo para tirar de la “herencia de Paco Alba” con una “ilusión renovada”. Aciertan en la crítica de la segunda a la figura de Cádiz como capital de provincia para hablar de sus problemas, teniendo “un proyecto de ciudad sin contar con los suyos”, por lo que es la “capital del cachondeo”. No despiertan en los cuplés. En el primero, con las drogas ven cosas tan raras como fachas en las manifestaciones. En el segundo, se confunden al operar de un trasplante a su tía. El popurrí navega en muchos momentos en la indefinición de la idea.

La previa

Javier González Vázquez asume en solitario la autoría de la comparsa 'Los despertadores' tras dar un paso al lado Iván Romero, que en este 2024 solo participará con el cuarteto 'En mi caseta cabe todo el mundo'.

De esta forma, habrá continuidad en la trayectoria de esta agrupación tanto en el estilo como en el grupo, que se presenta sin cambios.

Esta comparsa se formó en el año 2015 con '¡Qué penita de comparsa!', destacando por el desenfado tanto en el concepto como en las parodias lideradas por Iván Romero que se intercalaban a lo largo del repertorio.

Tras ella, llegaron 'Un fallo lo tiene cualquiera', 'Qué corgaera', 'Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos' (semifinalista en 2018), '¿Te lo cuento o te lo canto?', '¡Quieto todo el mundo!' (semifinalista en 2020), '¿Me meto o no me meto?' (semifinalista en 2022) y 'Los revoleaos'.

En todas ellas, Javier González fue el director y ya en la última aparece como coautor de letra y música. Sus anteriores referencias como autor son la comparsa infantil 'La hortelana' (2013), la comparsa infantil 'Las del otro lado del charco' (2014) y la comparsa juvenil 'Las que paran en San Francisco' (2017).