Comparsa Solo sé que no sé nada

El tipo. Analfabetas. las coplas. Mujeres que defienden que no hay mejor escuela que la de la calle. La dulzura de la interpretación de la comparsa de Borja Romero y Raúl Cabrera, que sobre todo deja su sello con la música del pasodoble, vuelve a sobresalir en un segundo pase que entra mucho más por el oído que por el contenido, aunque dan un pequeñito paso hacia delante en las letras. Con una definición del tipo bastante discutible, destaca el primer pasodoble por salirse de la vía metacarnavalera al dedicárselo a la violencia machista. Con más fondo que forma, le piden a una mujer que denuncie a su pareja tras pegarle en un callejón, aunque ella le dice a la Policía que él es bueno. Un acto que le ruegan que haga por “todas las mujeres” –con algún exabrupto incluido–. En el segundo, dedican una nueva letra a David Palomar que no se separa mucho del resto de homenajes. Al menos, sirve para darle la vuelta de forma simpática en el primer cuplé al decirle al alcalde que lo ha nombrado pregonero por ser su amigo. Más visto el chiste del segundo con Chabelita, cuya boca sirve para abrir los cocos de la comparsa ‘Los aislados’. Eso de que “los libros no dan la felicidad ni tampoco de comer” es un mensaje muy peligroso.

El veredicto del Diario del Carnaval

Actuación en preliminares

El tipo. Analfabetas. Las coplas. Un cero a la izquierda en la sociedad. La barriobajera. La que defiende la escuela de la calle. La que no sabe ni leer ni escribir, pero aprende Carnaval en un banquito de La Caleta. La comparsa de Borja Romero trae una propuesta agradable al oído pero que vuelve a caer en el metacarnaval y en la indefinición, tal y como se ve en el popurrí, lo que hace que no termine de arrancar. Tras una presentación en la que sí está más presente el personaje, destaca sobre todo el repertorio la música del pasodoble y el gusto con el que lo interpreta el grupo. Metacarnaval algo vacío en la primera letra, en la que hacen una extraña defensa de los buenos autores que vienen de fuera, pero a su vez recuerdan que el Carnaval es de Cádiz. Mucho mejor el emocionante segundo pasodoble en el que Palmira Santander, a través de su autor, se acuerda de su padre Manolo a partir del pasodoble de 'Los de la roca'. En esa letra, ella era la que estaba "sentaíta en el gallinero". Ahora, ella aprovecha para devolvérsela, decirle "te quiero" y mostrar su convencimiento de que "no se va a perder por primera vez a su niña en el Falla". Resbalan en los cuplés. En el primero, se alegran de que se recomiende que no se chupe la cabeza de las gambas pero que no se haya dicho nada de las almejas. En el segundo, juegan al equívoco entre un Satisfayer y una aspiradora. El popurrí deja algún mensaje peligroso y discutible sobre los libros.

El veredicto del Diario del Carnaval

La previa

La comparsa de Borja Romero afronta su cuarto año consecutivo como grupo en el Concurso del Falla. Tras su buen estreno con 'Las enamoraítas' alcanzaron por primera vez los cuartos en 2018 con 'Las guerrilleras', una progresión que no pudieron mantener este año al quedar fuera del corte con 'La bella y la bestia'.

Pese a esta pequeña decepción, el grupo se mantiene en la brecha y vuelve a intentarlo con 'Solo sé que no sé nada', con la novedad de Raúl Cabrera como autor de la música junto al propio Borja Romero. Una agrupación prometedora y que debe seguir creciendo en el certamen de coplas.