Comparsa 'We can do... Carnaval'

Cádiz/Un mensaje que va más allá del Carnaval. La comparsa de Marta Ortiz abre el camino en la Gran Final para empezar a ser norma. Tras una senda muy marcada en sus dos anteriores pases, las letras se abren un poco en esta actuación, aunque sin dejar de lado su punto de vista. En el primer pasodoble tiene una mayor importancia el objetivo que la forma al denunciar la equidistancia política de los que nunca pisan manifestaciones y mantienen la sentencia de que “al final todos son iguales”, por lo que no se cuestiona cómo se consiguieron los derechos sociales a base de “sacrificio”, por lo que también hay que “significar” quiénes lo consiguieron. Cierran la tanda con metacarnaval para dirigirse a la comparsa ‘La predicadora’. Se quejan de “un concurso desfasado” que echa a pelear a las agrupaciones de mujeres entre ellas. Cuplés acomparsados. En el primero, la posibilidad de cogerse una baja por una regla dolorosa ha servido para “detectar a fachas y a tontos". En el segundo, advierten que Kichi ya no es comunista porque levanta pasos en Semana Santa.

Actuación en semifinales

El tipo: Naomi Parker Fraley. Las coplas. Un canto feminista totalmente necesario. Con el camino muy claro, esta comparsa mantiene una línea de la que apenas se separan para mostrar un mensaje muy directo, en el que las formas también tienen un papel relevante –aunque estas decaigan algo con el repaso de los estereotipos del popurrí–. Una rotundidad que está presente de principio a fin para dejar de ser la excepción que puede cambiar el curso del Concurso. En las letras de estreno mantienen la calidad del primer pase, especialmente por dos temas que preocupan a la sociedad en general. En el primero, usan de forma atinada todas las cifras de ablaciones, violaciones o feminicidios para enfrentarlos directamente al número de denuncias falsas de malos tratos que se usan contra el movimiento feminista, males por los que se muestran cansadas de “pedir auxilio”. Aunque ya aparece en la primera copla, el segundo se centra exclusivamente en el tema de las violaciones para narrar con dureza todo lo que siente una mujer por el simple hecho de “pretender caminar sola por la calle” para llegar a casa. El humor bestia no funciona en los cuplés. Olvidable el primero al pasarse “por el jigo” las críticas, mientras que en el segundo se dirigen claramente –aunque sin nombrar– a la comparsa ‘Los indomables’ y al Carnaval negocio al decirles que “están aquí mamando”.

Valoración Diario del Carnaval

Actuación en preliminares

El tipo. Naomi Parker Fraley. Las coplas. Una excepción que se debe convertirse en la norma en el Falla. La mujer toma el escenario para mostrar un discurso feminista por la igualdad. Un mensaje que, hasta el momento, casi siempre ha llegado distorsionado por no ser las protagonistas. Con un camino muy marcado, esta comparsa cuaja una buena actuación que, quizás, decae un poco en su popurrí al estar más centrado en el fondo de los estereotipos que en la forma. Desde la presentación, cuaja la idea al expresar la necesidad de “tomar la palabra”. Con una música sencilla y alegre en los pasodobles, se reafirman en el primero al reivindicarse dentro de la fiesta siguiendo la senda de las autoras callejeras. Mucho más duro, y con algunos excesos, el segundo contra la prostitución y los puteros. Las comparaciones entre hombres y mujeres en Carnaval aparecen en dos cuplés por encima de la media, en los que a ellas no les roba su directora –gran maldad– y se pasan los nabos de los cuplés por el jigo.

El veredicto de Diario del Carnaval

La previa

Una de las novedades de este Concurso de Agrupaciones del Gran Teatro Falla de 2022 es esta nueva comparsa con autoría de Marta Ortiz Deusto, que abre una nueva vía casi inexplorada en el Carnaval gaditano, al menos en su apartado oficial, ya que muy pocas mujeres se han lanzado hasta la fecha a escribir un repertorio al completo. En este caso, el principal referente que existe es Adela del Moral, ya retirada desde hace 25 años tras la desaparición del conocido como el Coro de las Niñas.

Marta Ortiz se ha rodeado de un grupo de mujeres con experiencia en la fiesta, dando un paso más para mostrar un punto de vista de la sociedad que hasta ahora estaba prácticamente inédito en el Gran Teatro Falla.

Un aliciente muy importante para seguir alentando a que más mujeres se sumen a la fiesta. De hecho, su propio nombre, 'We can do... Carnaval', es un alegato feminista para que se escuchen muchas más voces femeninas.