Comparsa 'Los colaores, una comparsa de toda la vida'

Cádiz/Postulantes que pasan el colaor con el objetivo de encontrar un hueco en la final. Tras el pinchazo en cuartos, Nene Cheza y Zampi intentan tirar del metacarnaval para recuperar el terreno perdido. Sin embargo, a pesar de la intención, las letras se acaban quedando a medias en el momento más duro de la competición al apelar al efectismo. Las dos tienen el mismo nexo de unión en las propias coplas. En el primero, aparecen como una tradición familiar cada domingo personalizada en Nene y sus hijos. Una reunión con la que se forja la educación carnavalera dentro de su propio hogar. Enseñanzas para aprender a “amar y querer nuestra fiesta” sin tener en cuenta los apellidos, por lo que nunca dejarán vacío el Falla. Le dan la vuelta al mismo concepto en la segunda copla al cantar a capela desde un banquito de la Alameda las coplas más recordadas del Carnaval, que al final son las que se quedan en ese banquito. Poca chicha en los cuplés. Se comen “un carajo como en el Falla” al no aparecer Amaya a una cita en el primero. Cierran la tanda diciendo que son la única comparsa que no tiene un bombo gordito.

Cuartos de final

El tipo. Postulantes. Las coplas. Existen oportunidades en la vida que hay que aprovechar porque nunca se sabe cuándo van a volver a aparecer. Tras un magnífico primer pase, la comparsa Nene Cheza y Zampi se desinfló en su segunda actuación en el momento en el que todos los grupos sacan a relucir su artillería. Sin embargo, las dos letras de los pasodobles no estuvieron al nivel de lo que reclama esta fase, quedando muy por debajo de un repertorio fijo que sí mantiene su esencia y un estilo y una predisposición en escena que les favorecen. Los problemas ya salen a relucir en el primer pasodoble, que dedican al suceso machista que se produjo en el colegio mayor Elías Ahuja de Madrid, confundiendo la dureza en la crítica con la brutalidad para buscar el efecto. Consiguen lo contrario con “el semen de Franco que empapa nuestras conciencias”, además de dirigirse en su remate a “los perros sin entrañas que se están follando a la historia de España” –sin anestesia–. No convence por forzado el planteamiento del segundo al comparar las puertas de la peña Nuestra Andalucía y el comedor de María Arteaga, que nos dicen que “muere de hambre nuestra Andalucía”. No consiguen levantarse en los cuplés. Se cae por visto y efectista el primero a la subida del sueldo, que sirve de excusa para cagarse en los muertos del Gobierno. Solo un poco mejor el segundo a la fama de juerguistas de los futbolistas y los comparsistas, callándose al hablar de lo que hacen actualmente los comparsistas.

Actuación en preliminares

El tipo. Postulantes. Las coplas. Colaores para postular por las calles de Cádiz, pero antes que dos pesetas prefieren cuatro piedras de La Caleta. Nene Cheza y Zampi encuentran su camino con una propuesta sencilla, agradable, sin estridencias, muy gaditana y un punto metacarnavalera. Todos estos mimbres dejan un repertorio muy redondo al que le ayuda muchísimo el cambio de actitud del grupo desde el pasado año, lo que hace que las coplas lleguen mucho más. Desde la sencillez y la alegría de la presentación al mostrar sin fisuras al personaje, todo va muy rodado, sobre todo en los pasodobles. De nuevo, Nene se encuentra muy cómodo con una preciosa música que luce con elegancia en el trío y fuerza par cerrarlo. Inciden en la apuesta por una comparsa de toda la vida en la letra de presentación, con una copla que nace en Santa María con el objetivo de sonar a Cádiz, algo que consiguen con creces. Dan un golpetazo sobre la mesa en el segundo pasodoble a Tino Tovar por sus críticas a Quiñones. No se cortan en un ajuste de cuentas carnavalero al decirle que el pregonero “no se ha prostituido en manos de promotores”, por lo que le piden respeto. Incluso, los cuplés funcionan adecuadamente con el brillo de la picha de su vecino, por lo que conectan a ella todos los contadores del bloque en el primero, mientras que en el segundo tiene el mismo brillo que sus rimas. La historia del postulante deja un buen popurrí, con un punto crítico y un homenaje a esta figura. ¡Las coplas!

La previa

Tras una participación más que satisfactoria en el pasado mes de mayo, la comparsa de Nene Cheza y José Luis Zampaña Zampi pretende mantener el camino abierto con 'Los veleros, una comparsa de toda la vida'. Y es que la parada para la reflexión que tomaron en 2020 tras 'El cerrojero' (alargada a causa de la pandemia) les permitió redefinir su estilo tras unos años algo erráticos. Unos ajustes que fueron valorados muy positivamente por el público y la crítica, que premiaron la sencillez en la música del pasodoble y el gusto en la afinación, a pesar de la enorme competencia a la que se enfrentaron.

Con estas bases, Nene y Zampi pretenden seguir esta senda en 2023 con 'Los colaores, una comparsa de toda la vida', manteniendo en el título la coletilla final para mostrar sus intenciones de cara al repertorio que presentarán en las tablas del Gran Teatro Falla.

Ambos autores se mantienen juntos desde el año 2017, cuando presentaron 'Los depredadores', que también entró en semifinales. Anteriormente, y antes de la separación de caminos, Nene Cheza contaba con Miguel Ángel García Argüez el Chapa (que en esta edición presenta 'Los esclavos'), dejando comparsas como 'El último escuadrón', 'Si no existiera el dinero', 'Las cigarras' o 'Los gallitos', entre otras.