Coro 'Los Martínez'
Carnaval de Cádiz 2023
El coro de Julio Pardo Merelo, Julio Pardo Carrillo y Antonio Rivas Cabañas
Puntúa al coro 'Los Martínez'
En 2020: 'Tócame'
Cádiz/Toda obra tiene un cierre. Un epílogo en el Concurso del Falla que era esperado. El coro 'Los Martínez' no se podía despedir sin acordarse de Julio Pardo, su faro y timón que falleció el pasado sábado. Solo una semana después, su hijo, que ha recogido el testigo, le jura a su padre que mantendrá su pasión con su nieta. Lo hace en forma de un emotivo segundo tango en el que Julio Pardo hijo se dirige a su padre para decirle que encontró su pasión a su lado escuchando las músicas "que me envenenan", por lo que siempre "han marcado y acelerado el latido de mi corazón cada vez que suenan". Una hermosa letra par decirle que "esta historia no va a terminar" y que sirve para coronar una buena participación de este coro en el Concurso, muy beneficiado por el giro tanto en concepto como en su montaje. El lustre al pase también se lo da la primera letra, en la que tratan el Alzheimer a través de un padre que se queja de que su hijo ya no le quiere y no va a buscarlo a la residencia en donde está, por lo que su hijo le responde que busque en un "escondrijo" de su cabeza para recordar que es su hijo y que lo quiere. Los cuplés no sobresalen del nivel medio de la modalidad. En el primero, el papa Francisco podría salir en el coro de Luis Rivero si enseñara un pezón. Discuten con el loro en el segundo, al que le dicen que quiere ser como el Piojo, pero este les responde que tiene piojos por culpa de que tengan tanto pelo.
Actuación en semifinales
“Martínez, lo que se empieza se termina”. La actuación más dura, a la par que la más emotiva. El coro de Julio Pardo padre e hijo y Antonio Rivas se sobrepuso con coraje al fallecimiento de su buque insignia. Con un largo aplauso antes de empezar, el público le dio al grupo la fuerza suficiente para afrontar este trance. A partir de ahí, las coplas fluyeron para culminar otro buen pase en su aspiración de recuperar el trono. Consiguen salir muy airosos del pase con los dos tangos. En la primera copla, comienzan con la belleza de cantarle a un bebé recién nacido y todo lo que supone su nacimiento, con el que “florece el amor de verdad” por el latido en el pecho, su “olor tan puro” y sus lloros como forma de hablar. Sin embargo, le dan la vuelta con dureza al no entender que alguien pueda matar a un niño “por venganza” cuando el amor se acaba, rematándolo con un exceso efectista. Bastante mejor el segundo dedicado a la papelera de su cabeza, que guarda toda “la basura del pasado” entre rencores, envidias, penas y fracasos. Problemas que dejan a la cabeza agotada, por lo que hace plantearse “qué estamos haciendo con la vida”, sobre todo cuando se pierde, que es el momento en el que el cuerpo acaba en la basura. Los cuplés se quedan un poco atrás. Primero, le cantan a las cosas paranormales que pasan, como que Bienvenido lleve dos meses sin actuar en el Pay-Pay. Un vacilón en el segundo hace que vean al Cádiz primero, pero no se dan cuenta de que el Diario lo están leyendo al revés.
Actuación de cuartos
El tipo. Bohemios que salen de la rutina. Las coplas. Una nueva vida y un giro por completo tanto en el concepto como en el estilo. El coro de Julio Pardo y Antonio Rivas se asienta en su nueva estructura con una actuación que mantiene las buenas prestaciones del primer pase gracias a que suena muy diferente tanto en las composiciones musicales como en el enfoque del repertorio. Entra mucho mejor el tango, que se aleja de la estructura clásica con varias partes muy diferenciadas, pero que están bien encajadas. Suben un puntito, aunque no mucho más, en las letras de competición. Se queda un poco a medias la primera copla sobre las próximas elecciones, con palos a Kichi por “un Cádiz que está destrozado por culpa de la desidia de los gaditanos”. Sin embargo, al final señalan como culpables a todos, sumando a la oposición y la ciudadanía, por lo que el mensaje final queda indefinido. Mucho mejor trazada la segunda copla, que narra la conversación en la que un hijo le confiesa su homosexualidad a su padre, rematándose con una petición de perdón “por estos años de cobardía”. Cuplés marca de la casa. Regulera el primero a cómo sería el entierro de Echenique, que acabaría con la silla en un punto limpio. Un pelín concursero, pero bien tirado, el segundo a la polémica con la chirigota ‘Sin perdón’, a la que piden que se quede en su casa por “hacer el chufla”.
Actuación en preselección
El tipo. Bohemios que salen de la rutina. Las coplas. Hombres de rutina que un día buscan la libertad en la playa. El coro de Julio Pardo rompe completamente con todos los esquemas conocidos al mostrar una versión actualizada que se beneficia de un personaje que se presta a ello al huir del costumbrismo. Una transición que suena diferente tanto en el relato, metafórico en torno a un personaje bohemio, como en lo musical. Un efecto totalmente diferente que quien esperaba al coro de Pardo tendrá tiempo para digerirlo. El resultado es llamativo, y de calidad, desde el principio, empezando en la presentación con Antílopez para exponer claramente la nueva filosofía. En donde resulta más rompedor es en el tango, que se sale de la estructura clásica con los cambios que tiene, aunque bien hilvanados, predominando el piano a la potencia. Letras desiguales para el trámite del primer pase. En el primero, esta filosofía del tipo se expresa en los elementos que conforman el tango. No convence por incoherente el tirón de orejas del segundo a los gaditanos por dejar abandonados a los coros en los carruseles de 2022. Más reconocibles las formas en los cuplés, ambos cortitos, a todos los cargos carnavaleros de la comparsa de Quiñones este 2023, por lo que solo falta que el Tato sea la Bruja Piti; y un “llévate esta” a Luis Enrique tras irse de la selección. El cambio musical respalda al popurrí, tanto en selección como en las formas para asentar la historia.
La previa
Uno de los regresos más sonados en la modalidad de coros será la vuelta al Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla de 2023 del grupo liderado por Julio Pardo, que en el pasado mes de mayo descansó debido a las circunstancias provocadas por la pandemia del coronavirus y el traslado del certamen de coplas a la primavera. Lo hará acompañado nuevamente por su hijo, Julio Pardo Carrillo, que ya cuenta con importantes galones dentro de la conformación del repertorio. Lo harán con 'Los Martínez', idea inicialmente prevista para 2022 pero que no se pudo llevar a cabo.
La principal novedad en este grupo es el cambio en la autoría de la letra, que la vuelve a asumir Antonio Rivas en sustitución de Antonio Pedro Serrano el Canijo, quien asumió parte del repertorio de 'El batallitas' y 'Tócame', tercer y segundo premio, respectivamente. Asimismo, en esta ocasión asume la dirección Daniel Lucena, hijo de Juan Lucena, que seguirá en este coro como representante legal.
La última participación de Rivas con este coro fue en el año 2018 con 'Don taratachín', cuarto premio en la modalidad, cerrándose una etapa dorada que se abrió en 1992 con 'Guanahaní'. Juntos, Pardo y Rivas han conquistado en 12 ocasiones el primer premio ('La tienda de la cabra', 'El coro', 'El pregón', 'Buque escuela', 'La gaditana', 'Cumpleaños feliz', 'Por los bloques', 'El mejor coro del mundo', 'El coro de la Catedral', 'Cuando yo me pele', 'Los cabrones' y 'La trattoría'), a los que hay que sumar los otros tres que Pardo consiguió en sus inicios ('La Tía Norica', 'Guacamayos y lechuguinos' y 'Vamos a la ópera').
Con este enorme historial carnavalesco, 'Los Martínez' parte como uno de los favoritos en la modalidad del tango.
La ficha
Localidad: Cádiz.
Letra: Antonio Rivas Cabañas, Julio Pardo Merelo y Julio Pardo Carrillo.
Música: Julio Pardo Carrillo, Julio Pardo Merelo y Antonio Rivas Cabañas.
Dirección: Daniel Lucena Díez de la Torre.
Representante legal: Juan Lucena Morant.
En 2022: No salió.
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