Cuarteto 'Los ultraortodoxos de los callejones Cardoso'
COAC 2022
El cuarteto de Ángel Gago, Miguel Ángel Moreno y José Manuel Cossi.
Cádiz/Una obra completísima. El cuarteto del Gago remata con una actuación excelente su paso por el Concurso del Falla gracias a un tipo explotado de manera excepcional, mezclando su idea de judíos ultraortodoxos con muchos golpes muy gaditanos. La historia la rematan en la última parodia con un juicio en la sinagago a Zacarías, el sevillita, al que pillan viendo a la chirigota del Bizcocho y tiene una estampa de la Macarena, aunque más pecado es tener una de Macarena Olona. A partir de ahí, no para de relucir el ingenio con muchas cargas y su poquito de mala leche carnavalera dentro de un test de gaditanismo. Como, por ejemplo, cuando Zacarías dice que “yo soy valiente, pero no me la puedo jugar”, por lo que le responden que “¡tranquilo, Carapapa!”. O como cuando Zacarías soluciona una pregunta de desarrollo con “más ayuda que el Mallorca”. Al final, acaba lapidado en la Peña Los Adoquines, aunque como último deseo Zacarías pide las piedras se las tire el Molina, que cumple con la frase de que “tira la piedra y esconde la mano”. Vuelven a lanzar cuatro cuplés, todos buenos, aunque especialmente deliciosos el segundo al Concurso en mayo, fecha que dejarían para que no vengan las de fuera; y a los seguidores de Vox, que esperan que suban tanto como Carrero Blanco. Mezclan cuartetas en el popurrí para cerrar una trayectoria impoluta.
Semifinales
El tipo. Gaditanos ultraortodoxos. Las coplas. Cuando se acierta con una idea, todo fluye, más si cabe cuando se intenta hacer reír. El tipo de judíos ultraortodoxos en clave gaditana le da alas al cuarteto del Gago en un extraordinario segundo pase en el que se mantiene fiel a sus ideas: siempre rimado, con muchos juegos de palabras, algunos golpes punzantes y mucho ingenio. En la sinagago, siguen el hilo de la historia de preliminares con un rito de iniciación –que no es para poner el rito en el cielo–. Se suceden los buenos golpes en una gran parodia, como Tobías, que en el tema sexual es como la calima, ya que “el polvo está en suspensión”. Además, también es pansexual, porque “lo mismo me como un mollete o una telera”. Del rito pasan a la lectura de Las bodas del Puente Caná con el milagro de Joshua, que llena una poza de tinto y dos de Casera. Se remata la parodia con las bienaventuranzas, como las de los que tienen un aparcamiento en el centro, ya que jamás conocerán el sufrimiento; o la de los que tienen un piso heredado porque nunca sufrirán el éxodo. Elevan el listón con cuatro buenos cuplés, sobre todo los dos que cierran sendas tantas sobre la moda de Brad Pitt de no lavarse, aunque su prima “se lo follaba”, y el obispo de Solsona, que se hace sexador de cerdos por su experiencia tras “haberle cogido el tranquillo sexando monaguillos”. Las críticas a Manuel Vizcaíno redondean la actuación con su popurrí, confirmando que aspiran a lo máximo.
Veredicto de Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
El tipo. Gaditanos ultraortodoxos. Las coplas. El rabino Tinto da en la “sinagago” lecciones de gaditanismo... y de lo que es un cuarteto. El grupo que lidera Ángel Gago borda su primer pase gracias a una idea muy explotable, la de judíos convertidos en gaditanos ultraortodoxos y un sevillita que se desvía del camino, que exprimen hasta la extenuación con los ingredientes que suelen usar: mucha ironía, doble sentido, respeto a la rima y sin exageraciones para levantar al público. Desde el inicio de la parodia, que va creciendo poco a poco con un hilo muy bien planteado y que puede evolucionar en los próximos pases, el tipo funciona al contar la historia de Tobías, que quiere huir de Cádiz tras haberle concertado su padre un matrimonio, por lo que “lo público está muy chungo”. En una hermandad defensora de las tradiciones como “la comunidad de los jodíos”, celebran que el Carnaval en junio ha provocado que no vengan muchos sevillanos. De arte el golpe de la importancia que tiene la fiesta, que ha propiciado que el Mundial de fútbol cambie de fecha, aunque habrá un Mundial callejero. Mantienen la buena senda en los cuplés, sobre todo por la gran maldad del primer cuplé a que los fichajes del Barça los hizo Rafa Velázquez, aunque, ya en el segundo, en invierno los hizo Tino Tovar. En el popurrí, que también está a gran altura, dejan cuartetas magníficas como la de los “palanganas” cofrades o a cómo se estaba de ERTE. Podemos ir en Paz, esquina con Rosa.
Valoración de Diario del Carnaval
La previa
El cuarteto de Ángel Gago se mantiene fiel a su cita con el Concurso del Gran Teatro Falla, para el que presentará 'Los ultraortodoxos de los callejones Cardoso'. Defensores de la rima en la parodia, el popurrí como tema libre y del ingenio y el texto frente a las interpretaciones exageradas, en este 2022 parten con el objetivo de recuperar el trono de la modalidad, que no lo conquistan desde el año 2017 con 'Lo que el viento se llevó'.
La principal novedad de la agrupación que escriben Miguel Ángel Moreno y José Manuel Cossi es la incorporación como componente de Miguel el Sevilla, líder del grupo Los Mojinos Escozíos. Esta no es su primera participación en este cuarteto, ya que en 2016 salió como figurante en 'A.L.C.A.R.A.J.O.'. En esta ocasión, es un integrante más de la agrupación, por lo que se está teniendo que desplazar regularmente a Cádiz para acudir a los ensayos.
Desde que este grupo se formara en el año 2006 con 'Un cuarteto con gancho' (primer premio en aquella edición), ha obtenido el máximo entorchado en otras tres ocasiones con 'Los pensionistas se la dan de artistas','A.L.C.A.R.A.J.O.' y 'Lo que el viento se llevó', además de quedar en segunda posición en numerosas veces.
Ficha
Localidad: Cádiz.
Letra: José Manuel Cossi González y Miguel Ángel Moreno Gómez.
Música: José Manuel Cossi González y Miguel Ángel Moreno Gómez.
Dirección: Ángel Francisco Gago Cubelo.
Representante legal:
En 2020:'Vida y obra de Juan Carlos I, bajo D' (segundo premio).
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