"El pregón está basado en mi vida, la de un niño viñero"
David Palomar | Pregonero del Carnaval 2020
El artista, que esta tarde de sábado abrirá oficialmente la fiesta en la plaza de San Antonio, ofrecerá una proclama “de corazón”, “con mucha alma” y “mucha gaditanía”
Cádiz/–¿Cómo ha llevado estos últimos días, qué sentimiento ha prevalecido?
–Pues, fíjate qué raro, el sentimiento de nostalgia porque no quiero que pase este momento. Estoy siendo consciente de que esto es algo que se vive una vez y no me quiero perder ni un segundo. Hay que disfrutarlo, estar atento, con todos los sentidos abiertos... Y por eso me da nostalgia porque veo que ya está ahí... Es una mezcla de ilusión y responsabilidad y, ahora, un poco nervioso pero por cosas que no dependen de mí, cosas técnicas... Pero yo sueño con un pregón en el que la gente disfrute y que yo me lleve un día que cuando sea viejo y lo recuerde, incluso llore pensando en lo bonito que fue.
–¿La responsabilidad es aún mayor cuando se sabe que tiene el apoyo de la sus paisanos? En plata, ¿teme a las expectativas?
–Yo decía, hubiera preferido que la gente me hubiera dado un poquito de caña por las redes porque por lo menos puedes pensar que lo mismo ese día sorprendes... (ríe) Pero es de agradecer todo ese cariño que ha puesto en mí la gente. De todas formas sí que sube el listón y te compromete, por lo menos, a entregar el corazón. Yo soy una persona que le gusta hacer las cosas bien, aunque no creo en la perfección, incluso me gusta el error cuando hay chispa, pero ellos me han puesto en la tesitura de no defraudarles.
–¿Qué nos puede adelantar del pregón?
–El pregón está basado en mi vida, que puede ser la vida de cualquier niño viñero que ha tenido una infancia muy de calle, muy de Viña, de vivirlo todo muy intensamente: los carnavales, los lunes santos, los tosantos, los veranos... Con mucha presencia de La Caleta, porque tú sabes que la playa nos ha marcado. El barrio y la playa, que están unidos en este caso, marcan la trayectoria de una persona. Para mí el barrio es una patria y te marca para bien o para mal. Y al que es artista, más todavía, porque fíjate lo que da esa playa, ese barrio, esa chispa que tiene, que es andar por la calle y esa espontaneidad, esa rapidez que tiene la gente... Ese bicheo, como digo yo, desde niño es muy potente. Esom junto con mis mundos musicales, es en lo que se basa.
–Presencias que nos pueda adelantar...
–De fuera del Carnaval, digamos, está con nosotros El Kanka, Tomasito, el rapero Arcano , Niña Pastori y César Cadaval, de Los Morancos. Y después de gente del Carnaval va a estar el grupo de Martínez Ares, la antología de Juan Carlos Aragón, la antología de Manolo Santander, el cuarteto del Gago y el coro de Nandi Migueles, es decir, que vamos a tener una representación de las cuatro modalidades, eso era un empeño mío, porque me gustan todas.
–Pues yo que le hacía más comparsista...
–Pues ahora mismo si me tengo que inclinar por algo, sería por la chirigota, lo que pasa que empecé a salir con Tino que hacía la comparsa, pero con el tiempo me he dado cuenta que yo he sido más de chirigota que de comparsa.
–¿Dónde ha estado preparando el pregón, en su casa?
–Los primeros pasos los hemos dado en casa de Téllez –Juan José Téllez, Antonio Romera Chipi y Palomar son los autores del guión– porque Juan José se ha roto la tibia que, de hecho, hay una anécdota una hartá graciosa que es que el día primero que quedamos para empezar a guionizar Chipi, Téllez y yo, nos dice Téllez, esperarme a las seis que llego, y le pregunto, ¿de dónde llegas Juan? ¡Llegaba del hospital en la ambulancia! Yo no daba crédito... Llega Juan que lo bajan por la rampa un camillero mayor, vamos a decir, bastante grueso y un chavalito, Chipi pone la música de Amargura en el móvil y yo diciendo “¡menos pasos quiero!, ¡ole, ya está aquí en su barrio!, ¡vamos a mercerlo!” y Juan saludando con la manita... Sembrao. Bueno, no queda ahí la cosa. Llegamos a la casapuerta y ahora resulta que vive en un 3º sin ascensor, allí haciendo el operativo... Totall, que tuvimos que ayudar a cargarlo también, y cuando subimos... Tú entras en la casa de Téllez y está todo lleno de libros, el pasillo, el salón... Todo... Y dice el camillero mayor: ¿qué? Te gusta leer, ¿no? y mira los libros del salón y dice “toda esa colección la tengo yo, pero la he regalado porque mi mujer estaba harta”. Y salta el Chipi y dice: “qué daño ha hecho el Círculo de Lectores”. Eso pasó el primer día de pregón, imagínate...
–¿Qué es ese algo indispensable que tiene que tener un pregón de estas características?
–Hombre, tiene que saber a Cádiz, eso para empezar. Y ha habido grandes pregoneros de fuera de Cádiz, yo no soy chovinista en ese aspecto, pero es verdad que se nota mucho cuando es alguien de Cádiz, y más si es un poquito creativo... Es que mira, tú puedes venir de fuera y enamorarte de mi amor que es Cádiz pero, qué quieres que te diga, como yo le digo te quiero a Cádiz no se lo va a decir esa persona. Como decía Juan (Carlos Aragón) Cádiz es como una religión, tú entras por aquí y te tienes que santiguar. Esto es muy potente de nosotros, es un sentimiento que llevamos muy arraigado... Creo que ese algo por lo que preguntas es alma, gaditanía. También contar con la gente adecuada y que tenga un ritmo fluido, porque si es así la gente se puede tragar hasta dos horas pero si no hay fluidez la gente se puede agobiar.
–Un pregón que le haya gustado especialmente
–Dos o tres, ¿vale? El de Antonio Martín, que me pareció un pregón muy carnavalero, con el sello de Antonio; el de Martínez Ares también me encantó porque estaba muy currado, no salía Antonio en esa época y se notaba que estaba todo súper aprendido, masticado, ensayado, creo que hizo, como todo lo que hace Antonio, una obra de arte; también el pregón tan carnavalesco y bonito que hizo Lolo Seda con la gente del Love, qué cosa más entrañable; y el de Sabina, que, ¿sabes con lo que me quedo?, no con el ciento y la madre que cantó allí que todos lo hicieron muy bien, sino con el texto, que era para enmarcarlo. Fue una vacilada de pregón. Porque hacerlo en décimas... Vaya... Eso fue ejercicio de sabiduría, arte y buen gusto.
–El primer recuerdo carnavalero de su vida
– A mí se me quedaron muy marcadas las idas y venidas al Tiro Pichón los domingos con ese cassette, sobre todo, de los hermanos Rosado. Mi padre era Los Llaveros, Los Cegatos con Botas, Los Carreros, Los Cubatas... Mi primer recuerdo es ese, un recuerdo sonoro. Después el Carnaval de las Momias, que todos los niños nos enganchamos al Carnaval, o esa primera comparsa que me llegó, ‘Tras la máscara’... Qué de cosas... ¿Cuántas veces he soñado yo ser el Caracol o el McGregor en mi salón...? Me cago en la mar...
–¿Lo volveremos a ver sobre las tablas del Falla en una agrupación?
–Siempre que llega estas fechas digo que, tengo que salir y me dice Anabel (su mujer, Anabel Rivera), “tú siempre igual, llega esta época, te enciendes pero luego no haces nada”. Y lleva razón. Pero, hombre, es que tengo que ser realista, no tengo el tiempo ni me puedo comprometer con las actuaciones. Con Jesús (Bienvenido), es lógico, podría haber salido en todas las agrupaciones suyas desde ‘Los mendas’ pero es que no me podía comprometer ni a los contratos. Entonces, yo creo que lo más fácil para mí sería un coro porque no jodería tanto si falto pero, si te digo, yo me he quedado con la espinita, sobre todo, de volver a componer, de conseguir cogerle la medida porque con ‘El patio de las malvas’ me quedó un sabor agridulce, de estar y no estar con Paco (Trujillo) involucrado del todo. Comprendo que hay que estar, que tienes que poner tu sello, debatir, llegar a un consenso con el otro autor... Lo disfruté bastante, lo sufrí también, porque nunca había vivido en mis carnes las cosas de las redes sociales, nos dieron mucha caña... Pero, a pesar de todo, llegamos a semifinal aunque no gustó mucho, la verdad, así que tengo esa espina... Y lo que me gustaría hacer de verdad es reunir al Galleguito, al Purri..., eso me encantaría. Sacar con ellos un proyecto adelante porque tengo muchas ideas en el coco y creo que ellos son las personas que lo podrían hacer, son idóneos, con esa cosa, esa solera... Eso me pone mucho.
–¿Quién le gustaría que fuera su sucesor o sucesora?
–Vaya buena pregunta... Si fuera alguien del Carnaval, creo que elegiría a un chirigotero, pienso por ejemplo en Vera Luque, creo que sería un buen pregonero. Pero si me inclino a comparsa pienso en los hermanos Carapapa, que podrían hacer un pregón muy carnavalesco. Y si se optara por una mujer, hombre, tú sabes que yo siempre quise que fuera Mariana porque ella es que tenía una ilusión tremenda pero ya ella no va a poder ser... Pero una mujer, de dentro del carnaval y muy talentosa que tenemos es Susana Ginesta, que es una tía muy creativa y con mucho ánge. Ella podría ser una pedazo de pregonera. Bueno, y claro, a mí me encantaría que en algún momento fuera Anabel Rivera también, ojalá que el tiempo lo diga.
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