"Firmaría un Carnaval espontáneo en febrero y otro en junio: señal de que la situación sanitaria ha mejorado"
La edil de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, dice que el debate "nos enriquece", pero la decisión "es inamovible"
El cambio de fechas del Concurso de Agrupaciones y del Carnaval 2022 continúa generando polémica. ¿Existe debate interno en el equipo de Gobierno?, le preguntaban este martes por la mañana a la edil de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, quien admitió que “las dudas y la controversia siempre acompañan cuando se ostenta un cargo, sobre todo cuando se trata de tomar decisiones difíciles”. Pero “la decisión es inamovible”, insistió Cazalilla apoyando las palabras del alcalde, José María González. La edil recordó que “hay sectores que lo han recibido con mejor acogida, otros que son contrarios, algunas personas que ponen en duda su participación y otras que se animan a participar en esta opción más tardía. Aceptamos la diversidad de opiniones”. Pero fue rotunda al afirmar que si bien “el debate nos enriquece y nos hace fuertes”, a febrero “no vamos a volver por razones sociosanitarias que hemos detallado una y otra vez. Nuestra decisión está fundamentada, reflexionada, y no es fruto de la improvisación cuando se trata de un asunto prioritario como es la salud”.
Sobre la posibilidad de encontrarse con dos Carnavales, uno en febrero y otro en junio, manifestó que “yo lo firmaría ya. Sería una señal de que la situación sociosanitaria ha evolucionado favorablemente, que es lo que todos deseamos”. Pero matizó que llegado el momento en el que las agrupaciones callejeras decidieran salir en febrero “actuaríamos en consecuencia para garantizar la seguridad y la limpieza. Lo haremos llegado el caso porque es nuestra responsabilidad. Pero eso no quiere decir que vayamos a organizar ninguna actividad municipal en torno al Carnaval. El Carnaval en la calle son las ilegales, pero más cosas como las actividades de las peñas y entidades en colaboración con el Ayuntamiento. Eso no va a existir porque vamos a centrar nuestros recursos en el Carnaval de junio”.
Por contra “las agrupaciones callejeras no son de organización municipal. Entiendo el revuelo y además es que debe ser así, porque son ingobernables y anárquicas. La gente es libre de poder salir en febrero si la situación sanitaria lo permite. Y en ningún momento vamos a perseguirlas ni a coartar esa libertad. En ningún caso. Llegado el momento se podía ver que número de agrupaciones están dispuestas a salir a la calle, porque lo único que podría haber en febrero son esas agrupaciones ilegales que quieran cantar. No nos vamos a oponer, pero confío en la responsabilidad de los ciudadanos”. “Ojalá la situación sanitaria permita que haya en febrero una expresión popular y libre de las personas que así lo deseen, y que la fiesta grande con aquellas garantías y con todos esos agentes que entendemos que configuran del Carnaval, sea en verano”, añadió.
Cazalilla apuntó que “ahora se ha centrado mucho el debate en el Carnaval de la calle y se ha focalizado, parece que únicamente, en las agrupaciones callejeras, que son parte esencial y vertebradora de la fiesta, pero la celebración del Carnaval en la calle es algo más. Comprende otras actividades igual de identitarias como la cabalgata, pregón, galas, concursos con menores, la carpa... y todas esas actividades se han tenido en cuenta al tomar la decisión, porque entendemos que la primavera nos puede ofrecer un escenario para que pueda celebrarse un mayor número de estas actividades que nos parece poco probable que pudieran realizarse de manera completa en febrero”.
También quiso referirse a los municipios que ya han anunciado que celebrarán sus carnavales en febrero. “Con todo el respeto a todos los carnavales siempre digo que el de Cádiz es una manifestación única y genuina. No debemos entrar en comparaciones porque sería algo completamente absurdo. Lo que aquí acontece para mí no tiene parangón. Cuando hemos tomado esta decisión el debate y el estudio se han centrado en lo que ocurre en Cádiz, no en lo que ocurre en otros municipios. Por poner un ejemplo, el porcentaje de participación de la ciudadanía, de manera directa o indirecta, no tiene comparativa con lo que ocurre en otras localidades. Ni son los mismos meses de ensayo ni la misma preparación”, explicó.
Sobre la posibilidad de que tuviera que ser el Pleno municipal el que decidiera el cambio de fechas aclaró que “la decisión de cómo y cuándo se celebran tanto el Concurso como la fiesta compete a la Delegación de Cultura y Fiestas. Lo único que debe pasar por el Pleno municipal es la aprobación del día festivo, que lo plantearemos en su debido momento. Estaba consultado antes de la decisión con los servicios jurídicos del Ayuntamiento”.
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