Grupo de guasa
Chirigota
FICHA
Localidad: Cádiz
Letra, música y dirección: José Luis 'Selu' García Cossío
Representante legal: José Luis García Cossío
En 2017: Mi suegra como ya dije (4º premio)
En la final
La Tercera Guerra Mundial no estalla, de momento, en la última noche del Concurso del Falla porque los grandes líderes que manejan nuestro mundo no se la quieren perder. Mantienen su línea crítica, irónica y exportable en su cuarto pase, quizás el más flojo de todos por la repetición de un pasodoble y de un cuplé y las letras de estreno. En la tanda de pasodobles, vuelven a cantar el que dedicaron a Mariano Rajoy en semifinales, que es el que más se asemeja al estilo de Selu y el que más risas ha arrancado en el COAC. Se hartan en el segundo pasodoble, sin mucho resultado, de que les digan que no ayudan a los países pobres. A ellos, como dirigentes, se les pone tan mal cuerpo que no han podido volver a probar un bogavante. En su reunión urgente deciden que no van a proporcionar ayuda al tercer mundo porque entonces no podrán decirle a sus pobres que los negritos están peor que ellos. Rescatan el cuplé al reloj que cuenta los pasos de Terelu Campos del sofá a la nevera y rematan la tanda con uno nuevo -regular nada más- a la agilidad que tiene Vladímir Putin para hacer deporte, aunque Kim Jong-un da 14 volteretas por un plato de croquetas. ¡Qué disparate! ¡Ole, joé!
En semifinales
Los líderes mundiales trabajan sin descanso para conseguir la paz mundial a su manera. Dirigentes que mantienen su línea irónica y crítica con los temas generales. Una actuación en la que dan un pasito más dentro del Concurso, sobre todo por un segundo pasodoble que se parece mucho más a lo que el público demanda de Selu. Los presidentes se hartan con brillantez de las críticas a Rajoy, ya que no hay nadie que lleve mejor los cafés en sus reuniones y no acepta ni un descafeinado de sobre. Deciden protegerle porque es el único humorista que hace reír cuando habla en serio. En la primera letra mantienen la tónica de los pasodobles anteriores al dedicarlo a lo que gastan en armamento, pero deciden eliminarlo porque si no quién les va a comprar sus armas de calidad. Se mantienen en la crítica acertada con los cuplés, en los que a Rajoy le quita su mujer el disco de Presuntos Implicados y Montoro sale en televisión en horario infantil aunque se la meta doblada a toda España.
En cuartos
Las coplas. La paz mundial está en buenas manos. O no. Presidentes que están locos por que estalle la Tercera Guerra Mundial. Un giro con el que Selu se sale de su mundo de estereotipos para traer una chirigota mucho más individualista, a la par que crítica e irónica. Mucho más de sonrisa que de carcajada -aunque en el completo popurrí se sueltan unas pocas-. Un trabajo más de fondo y menos efectista, lo que puede dejar una sensación extraña en los pasodobles al ser su punto fuerte. Sin embargo, son mucho más reposados al hilarlos con el tipo. El Kichi de Nueva York y todos sus compañeros vuelven a estar hartos del pueblo en sus dos pasodobles. En el primero, se cansan de que la gente les critique por el espionaje al sentirse vigilada. Nos dicen con ánge que es mentira que estén haciendo la guerra fría, pero le piden al servicio de inteligencia que saquen el misil del congelador. Tras una reunión urgente, deciden que ningún presidente pueda espiar aunque tengan pruebas porque si no cómo iban a estar agradecidos a Rajoy los de la Gürtel. Tocan en el segundo pasodoble la libertad de expresión y la prensa, de la que demuestran que están muy hartos. A pesar de esto, dicen que los periodistas nos les molestan aunque les pongan a parir, por lo que todos son bien recibidos, menos los que estamos en el foso del Falla. En otra reunión urgente, deciden proteger a los periódicos para usarlos cuando se acabe el papel del váter. Solventan su punto débil con dos cuplés simpáticos, en los que los estudiantes de Ciencias Políticas hacen prácticas en Soto del Real al estar allí los mejores diputados y senadores, y Terelu Campos usa un reloj que cuenta los pasos de los viajes que da desde el sofá hasta la nevera. Para tirar cohetes.
En preliminares
El tipo. Los líderes mundiales. las coplas. El mundo está en sus manos. Selu García Cossío, caracterizado como Donald Trump, le da una vuelta a su concepto de chirigota y trae una idea mucho más individualista. El tipo se presta a ello, mezclando la crítica sobre la situación mundial con la ironía. Buenos golpes en la presentación, en la que ellos se están planteando montar una juerguecita a la que llaman Tercera Guerra Mundial. La música del pasodoble se vuelve a adaptar a lo que necesita el tipo. En el primero, bastante bueno, están hartos del rollo del cambio climático. En una reunión deciden que nadie puede atentar contra el medio ambiente porque cómo va a servir un calentamiento si no acaba en un buen casquete. Baja un poquito el segundo a la democracia. Ellos no tienen nada en contra el pueblo, pero son más de ciudad. Al final, deciden permitir las manifestaciones por la mañana para que no les molesten a la hora de la siesta. El punto débil sigue estando en los cuplés. En el primero, Selu se desquita de las críticas por actuar en un mitin de Ciudadanos al donar el dinero a la asociación Tontos sin Fronteras. En el segundo, algo mejor, le salen dientes a los patos del parque Genovés del hambre que tienen. El popurrí deja momentos brillantes como la receta del misil de Kim Jong-un.
La previa
La chirigota del Selu es un clásico que nunca falla en el Concurso. Su trayectoria reciente además es intachable, pues de los últimos diez años sólo en tres no ha estado en la gran final. Y aún se recuerda, cómo olvidarlo, el gran pelotazo de Juan en 2016, indiscutible primer premio de la modalidad con 'Si me pongo pesao me lo dices'. Como curiosidad, el grupo anunció que participaría con el nombre de 'La chirigota del Zulu', pero finalmente cambió de idea por su coincidencia con la de Vera Luque y completó su inscripción como 'Grupo de guasa'.
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