José María Barranco: “Después de todo lo que ha pasado era un año para arrimar el hombro”
COAC 2022
Tras cinco años vuelve a afrontar la composición de un repertorio en solitario con 'Aquí huele a verdín', una agrupación “muy gaditana”
Reconoce que la vuelta a los ensayos “nos resultó muy extraña”
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El 3x4 viñero resonará este lunes sobre las tablas del Falla de la mano de José María Barranco y su chirigota. El Lacio ya sabe lo que es pegar fuerte en el verdadero Teatro de los Sueños (más quisiera Old Trafford) y en un Concurso atípico fantasea con reverdecer viejos laureles. Para ello se ha rodeado de un grupo de buenos chirigoteros, expertos, y que saben darle ese no sé qué tan genuino a sus composiciones. Ojito con ellos.
–Vuelta en solitario con ‘Aquí huele a verdín’. ¿Qué puede adelantarnos?
–Hombre si lo adelanto lo reviento todo, jaja… pero lo que sí puedo decir es que es una idea muy gaditana, con sabor añejo y aprovechando el personaje que representamos.
–Hace cinco años que no se embarcaba en hacer una chirigota completa, con letra, música y todos sus avíos. ¿Qué le ha impulsado ahora a asumir el reto?
-Sí, quizá me acostumbré a hacerle cositas a gente que me lo pedía, que si un pasodoble de presentación, que si un cuplecito, y me acomodé. Este tiempo de pandemia me hizo pensar un poco y decidí hacer mi propia agrupación. No sé, igual me equivoco, pero ahora mismo estoy ilusionado.
–¿Y está satisfecho con el resultado?
–Lo estoy. A veces te vienen las dudas, es normal, o tienes un día malo en el trabajo y cuando llegas al ensayo quieres cambiarlo todo, variar orden de cuartetas y demás, pero al final lo he dejado casi como lo tenía pensado desde un primer momento. Quizá el cuplé es lo que más me ha costado, la música sobre todo, porque al ser una idea un poco añeja necesitábamos un cuplé que fuera más con el tipo, que llevara una parte muy chirigotera… Pero el resultado final nos satisface, ha salido bien, creo yo.
–José María, 20 años ya de aquellos ‘Villancicos Pop-Pulares'… Como pasa el tiempo.
–Correcto, eso pensaba el otro día, que se nos va volando. Ya lo dice el tango, que 20 años no son nada. Hace dos décadas tenía yo 25 años, un pibe.
–¿Ha cambiado mucho el Carnaval en este tiempo?
–El cambio gordo del Concurso, al menos el que yo percibo, es de pasar a cantar tarde y noche a meterle los cuartos de final. Al menos es mi impresión. Ahora, en cuartos o semifinales, la mayoría de los grupos nos encontramos al público frío. Antes veía no mejor ambiente, porque además el púbico está en su derecho de no aplaudir si algo no le gusta, pero sí que había gente de todos lados y me gustaba más el Falla. Quizá ahora se exige un poco más. Ha cambiado en ese aspecto, en lo demás es normal que lleguen grupos nuevos, es ley de vida.
–¿Cómo ha vivido la vuelta a los ensayos tras la pandemia?
–Al principio reconozco que era todo muy raro, muy extraño. Cuando llegó la Semana Santa tuvimos que hacer un parón y al volver nos costó la misma vida arrancar, casi tanto como al principio. Empezamos con los ensayos en enero y era todo muy raro tras tanto tiempo, no nos hacíamos a la idea de que fuéramos a ir al Falla, parecía que era mentira, no terminábamos de creerlo. Además como se cambiaron tantas veces las fechas y eso, ensayábamos pero con incertidumbre.
–Y encima le ha tocado ser la primera chirigota del primer Concurso post-pandémico.
–Digo, la bola mía era la cuadrada, como yo le digo a mi gente. También es un orgullo para mí que los primeros sones chirigoteros que se escuchen en el Falla sean los míos.
–En la modalidad de chirigotas hay ausencias importantes, ¿cómo lo ve?
–Se va a echar de menos a gente de fuera, porque el Carnaval de Cádiz lo hacemos grande los de aquí pero también toda la gente de fuera. Vienen muchas agrupaciones buenas y le dan caché a nuestro Concurso, pero claro, al haber concursado en su tierra y al no poder hacerlo aquí se les va a echar de menos. A la vista está que son unas veinte chirigotas las que hay. Y en cuanto a los que han decidido no concursar por propia decisión, pues bueno, cada uno puede hacer lo que quiera. Hay quien ha optado por descansar, otros han hecho un musical o una antología, pero para mí concursar este año era casi una obligación, porque después de todo el tiempo que hemos tenido y que falte tanta gente pues la verdad es que... no sé. Ahora es cuando había que arrimar el hombro, y en todo caso descansar más adelante. Había que hacer un pequeño esfuerzo para tener de nuevo el Concurso como antes.
–¿Y las gargantas están afiladas o se nota el cascarañeo propio de la inactividad?
–No, no, las gargantas están de lujo. La chirigota mía suena muy bien. Hay días que, cosa normal, llega gente tocada porque igual trabajan con frío y llegan chungos, pero por lo general la gente está perfecta. Por suerte tengo un grupito bastante bueno, gente con experiencia que ha salido en ‘Los pitorrisas’, con Manolo Santander, conmigo otros años...
–¿Tras el Concurso han hablado de cómo se lo van a montar? Va a ser un Carnaval atípico.
–La calle va a estar rara, pero bueno, cambiaremos la mañana por la noche, porque a ver quién es el guapo que se pone a cantar en junio con 30 grados en la escalera de Correos o en la Catedral.
–¿Irán fresquitos al menos no?
–Bastante, la verdad es que sí. A ver si le gusta a la gente. Ya estamos ahí.
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