“Nunca oculté que vivía del Carnaval. Eso lo llevo muy a gala”
Juan Rivero Torrejón | Autor de chirigotas y cuartetos
El prolífico coplero sigue en activo, ahora escribiendo para una chirigota infantil donde salen un nieto y un biznieto suyos
Fue un referente de la chirigota en los 80
Comenzó en 1963 y todavía sigue en activo escribiendo para una chirigota infantil donde salen un nieto y un biznieto suyos. El prolífico autor de San Fernando Juan Rivero fue un referente en la chirigota durante la década de los 80, alcanzando numerosos premios. Puede presumir de ser el único que ha ganado un primer premio de chirigotas, con el concurso unificado, con un grupo de fuera de la capital. Fue en el año 1983 con ‘Los tontos no se separan’. Marcó una época en la que logró vivir del Carnaval (todo un pionero) y en la que destacó por sus cuplés verderones. En un bar de La Ardila, junto a su casa, nos atiende para recordar sus buenos tiempos.
–¿A qué se dedica Juan Rivero actualmente?
–Siempre me he dedicado a las antigüedades y sigo ahora con ello. Y a escribir. Lo mío es escribir todos los días. Yo no he parado de hacer agrupaciones aunque no hayan ido a Cádiz. Solo dejé de escribir después de morir mi mujer.
–Aquello debió de ser duro para usted.
–Y tanto. Fue hace año y medio. Yo siempre le cantaba a ella lo que escribía. Pensé que eso me iba a dejar tocado para escribir, pero a los 15 días ya estaba escribiendo. Lo primero se lo escribí a ella. Me lo pidieron mis hijas. Para la lápida. “Fuiste para mí una flor, con 14 primaveras, y madre de diez estrellas”. Mi mujer tenía 14 años cuando se casó conmigo y las diez estrellas son mis diez hijos. Fue lo primero que escribí. Desde entonces le puedo jurar que la tengo detrás mía. Que me está diciendo que siga. Parece que he nacido de nuevo para escribir.
–Y ahora es autor de una chirigota infantil.
–Hace dos años uno de mis 26 nietos me dijo que quería salir en una chirigota. Y la hice. El año pasado ‘Con ustedes empezó todo’ , segundo premio, y este año ‘Los de la cantera’, primero. Ahora me quiero dedicar a ellos. La Isla está muerta en materia de compositores. Hay muy buenos intérpretes, que se van con buenos grupos de Cádiz, pero escasos autores. Quiero seguir con estos niños para el futuro. Ellos aprenden mucho. Hemos conseguido un grupo buenísimo. Sale un nieto y un biznieto míos en el grupo.
–Y para adultos, ¿lo descarta?
–No, nunca más. Para el Falla. Sí la escribo para fuera por encargo, cobrando. He escrito para Nerja. Pero para ir a Cádiz, no. Nada que ver con el año 89, que saqué nueve agrupaciones. Eso fue una locura. Tenía una lista en un papel con las nueve agrupaciones y lo que le iba faltando de repertorio a cada una. Sí he estado unos años llevando una chirigota de aquí por toda España, sin ir al Falla, con su grabación y su repertorio nuevo. Pero eso acabó también. Mi meta ahora es ayudar a resurgir el Carnaval de San Fernando. Hay que sembrar y la semilla está empezando a dar frutos.
–¿En qué momento vio que ya no era su hora en el COAC?
–Comprendí que hay que dejar paso a otras generaciones que vienen haciéndolo muy bien. A mí me tocaba ya descansar.
–A nadie escapa que usted vivía del Carnaval.
–En mis tiempos fuertes me criticaban por eso y yo no lo ocultaba. Yo comía de esto. Un año detrás de otro por toda España. Paco Rosado escribió una columna en el Diario en la que decía que yo era un adelantado entre los autores.
–¿Pero es el único trabajo que usted ha tenido?
–No, no. Mi oficio es trazador verificador. Hoy no existe. Lo aprendí en un colegio interno en Puerto Real. En la Constructora Naval, donde se hacían los cañones, estuve también trabajando en Durango. Di muchas vueltas. También formé una cooperativa y una empresa que trabajó en el arsenal de la Carraca. Pero digamos que el plato fuerte, el segundo y el postre salían del Carnaval. Eso lo llevo muy a gala. Y tengo mi jubilación como autor, porque yo he ganado mucho dinero componiendo.
–Hablando de Paco Rosado. Él y su chirigota fueron sus principales rivales en los 80.
–Rivales en cuanto a agrupaciones, pero nos teníamos estima los dos.
–Pero le dio usted caña con un pasodoble con ‘Los solteros de plan’ recordándole que usted escribía sin ayuda de nadie.
–Sí, porque Paco hacía las chirigotas con más autores. Él me criticó porque se quedó fuera con ‘Los cubatas’. Entonces no le dije nada, pero al año siguiente me metí con todo el mundo. Es cosa normal en la historia del Carnaval, los tiritos entre autores. Y no nos debemos enfadar porque nosotros nos metemos con todo el mundo.
–Vayamos a ese año 86 en el que se quedan fuera ‘Los cubatas’. Dos de las finalistas, ‘Las momias’ y ‘Los tontos de capirote’, deciden homenajear en sus presentaciones, por solidaridad, a ‘Los cubatas’. Su chirigota, ‘Cada uno con la suya’, no quiso hacerlo. También le criticaron por eso.
–Es que yo no veía motivo para eso. Se le estaba dando bombo a algo que había decidido un jurado, acertada o equivocadamente. Se quedaron fuera y ya está. No entendía yo que se formara ese cacao para defender a un grupo.
–Aquella final no fue agradable para su chirigota. Le llovieron los silbidos.
–Fue duro, la verdad. En condiciones normales hubiéramos sido primer premio. Pero se formó aquello y ganaron ‘Las momias...’.
–Años fuertes los suyos, los de los 80.
–Pues sí. Desde 1979 con ‘El profesor Majareta y los niños probetas’ hasta 1991 con ‘El concierto del siglo’. Fueron muchas finales. Todos los años menos dos. Y cuatro primeros premios seguidos en cuartetos: ‘La señorita Maribel y tres niñas de EGB’ en 1983, ‘Las primerizas’ en 1984, ‘Radio Macuto’ en 1985 y ‘El loco de la Mancha con una mancha de locos’ en 1986.
–Usted siempre fue tachado de autor verderón de cuplés de ‘pelos’, como se dice ahora. Ahora que se impone lo políticamente correcto y que todo (o casi todo) molesta, ¿cómo lo tendría Juan Rivero para hacer sus repertorios?
–Me gustaría que escuchara lo último que grabé. Este Juan que escribe ahora no es el mismo que el de aquellos tiempos. Pero está claro que escribí cosas que ahora no podría escribir. España había pasado de ser una dictadura a algo libre. Y yo me aproveché de eso escribiendo de una forma que nadie escribía. No me molesta que me digan que hacía cuplés verdes y que me relacionen con eso. Yo soy muy consecuente con mis cosas. Si yo me he metido con todo el mundo, ¿cómo me voy a molestar por eso? Ahí está, que en Cádiz todavía se canta “Carretera de Cortadura”. Eso tuvo su época, como la tuvieron las películas de Pajares y Esteso. No entiendo que hoy en día se moleste alguien por una copla. Como pasó con la niña de Belén Esteban el año pasado.
–¿Qué es lo mejor que ha sacado Juan Rivero?
–‘Los santos inocentes’ en 1990. Era una buenísima chirigota. Y no es de las más recordadas de las mías, como ‘Los pollitos mi compare’, por ejemplo. Y recuerdo un pasodoble de ‘Los tontos no se separan’, “Sinceramente voy a decirlo como lo siento...” (lo canta entero), creo que es uno de los más aplaudidos de la historia del Carnaval. Era a favor de la provincia en el Concurso.
–¿Y se arrepiente de haber escrito alguna agrupación?
–No, de ninguna. Comprendo que he hecho agrupaciones malas, pero para saber paladear un premio es necesario haber tenido fracasos.
–Se habla mucho ahora de que las agrupaciones están cantando por toda España. Como si a usted le sorprendiera...
–Claro, si yo he recorrido España de arriba a abajo muchas veces. Manolo Portela, el representante, enviaba propaganda de las chirigotas a todos los ayuntamientos. Y la que más movía era la mía. Si uno pega un palo bueno se gana dinero, un buen dinero. Para comprarse incluso casas. Y además que eso está bien, que por un arte tan nuestro hay quien pague esas cantidades. Que yo he cobrado en los 90 un millón y medio de pesetas por un pase. Eso es mucho dinero. En Madrid llenamos teatros varias noches seguidas. Yo he cantado un Jueves Santo en Punta Umbría y el 5 de enero en Mijas en una cabalgata de Reyes Magos solo teníamos que formar parte del cortejo, sin cantar, detrás del Rey Melchor. El disfraz no tenía nada que ver con la Navidad, desde luego.
–¿Cómo ve el nivel de chirigotas actualmente?
–Lo veo muy bien. Con dos páginas. La de Cádiz, Cádiz, y la de Sevilla, Sevilla. Los sevillanos han cogido un cartabón y han trazado cuatro reglas para sacar sus chirigotas. Y están gustando en Cádiz.Yo soy el único autor que ha conseguido un premio de chirigotas con una agrupación que no era de Cádiz. Fue en 1983 con ‘Los tontos no se separan’. Desde entonces, nadie.
–El carnaval de San Fernando estrena este año la figura del Dios Melkart para despedir la fiesta. Usted será el primero en encarnar a este personaje. ¿Cómo lo ha acogido?
–Muy bien, estoy muy contento. No querían que se pareciera al Dios Momo de Cádiz. De hecho, al Melkart no lo queman.Va a estar bonito porque es algo nuevo.
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