Kiki y la década mágica

El fotógrafo inaugura mañana una exposición sobre el Carnaval en los 80 en la sede de la Fundación Cajasol en Cádiz

El VIII premio Emilio López seguirá incentivando el gaditanismo en el COAC 2024

Kiki  posa con algunas de las fotografías que componen su nueva muestra.
Kiki posa con algunas de las fotografías que componen su nueva muestra. / Rocío Hernández

El Carnaval de Cádiz también vivió su particular transición. La muerte de Franco en 1975 y la vuelta a febrero, con la consiguiente extinción de aquella apócrifa denominación de Fiestas Típicas Gaditanas, sólo fue el primer avance. La democracia en España daba sus primeros y titubeantes pasitos y en Cádiz, cuna de la libertad, Don Carnal iba recuperando terreno a censuras y sotanas. El viejo orden de autores consagrados entrechocó con una nueva marea creativa con la fuerza de placas tectónicas, provocando una resaca de ingenio que dio origen a una montaña mágica de ideas. Aquellos años 80 fueron retratados con la mirada nueva e ilusionada de un fotógrafo que, medio siglo después, ha alcanzado una talla gigantesca. Dos letras, repetidas como si de un grito para afinar las gargantas se tratara, bastan en Cádiz para saber de quien hablamos: Kiki. Joaquín Hernández, su verdadero nombre, aunque así no le llamen ni en su casa, ha montado este año una formidable exposición que se inaugura a las siete de la tarde de mañana jueves en la sede de la Fundación Cajasol y que, más allá de ser un ejercicio de nostalgia, sirve para entender de dónde venimos. La pregunta que queda en el aire es si alguna vez en la historia Cádiz volverá a aglutinar tanto talento como en aquella década prodigiosa donde nacieron casi todas las cosas.

Para abrirnos los ojos y mostrarnos cómo éramos, Kiki ha seleccionado 66 fotografías, un popurrí de arte y gaditanismo que ningún buen aficionado a la fiesta debiera perderse. Javi Osuna es el comisario de la muestra y el autor de los textos de un catálogo que es, en sí mismo, una enciclopedia del Carnaval de los 80. En uno de sus escritos, Javi dice lo siguiente: “¿Por qué los 80 para esta exposición, teniendo Kiki en su enorme archivo copiosos fondos de otros decenios? Porque la década de los 80 del pasado siglo XX supuso un Big Bang en la historia del Carnaval gaditano. Un antes y un después. Una gran explosión de libertades e iniciativas que pusieron orden en el cosmos de febrero, abriéndose con ellas una ventana de aire fresco que limpió la fiesta de impurezas, eliminando humedades de Fiestas Típicas, pátinas rancias y ácaros clasistas de censura y alcanfor. Todo lo que hoy configura la estructura del Carnaval surgió en esa mágica década”.

Ayer, mientras se terminaba de montar la muestra, para la que ha sido fundamental la apuesta de la Fundación Cajasol, con su directora, María del Mar Díez al frente, Kiki nos daba algunas explicaciones. “Quería hacer algo más creativo. Ya en 2012 publiqué con Javi Osuna un libro con fotos que había ido tomando a lo largo de mi carrera. Esta vez me he centrado en los años que van del 80 al 89, que fueron preciosos también en lo personal, porque yo acababa de llegar al Diario de Cádiz. Gracias a mi trabajo en el diario puedo tener este archivo, de otra manera sería imposible haber accedido a esta galería de personajes indispensables de un Carnaval que a mí me ha gustado desde chico”, cuenta.

Kiki, primer fotógrafo gaditano que ingresó en la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz y que ha recibido varios premios por su labor en el Carnaval, afirma que con esta nueva exposición, más allá de su calidad técnica, “pretendía dar a conocer imágenes que igual los aficionados actuales no han visto nunca, como a Manolo Santander siendo un chaval en ‘El crimen del mes de mayo’, o al pregonero de este año, El Sheriff, en ‘Cai no tiene cura’ con cara de no haber roto un plato”.

Entre las fotografías que ha escogido Kiki puede verse a ‘Las momias’ viajando en el autobús de Puntales, la irrupción en 1981 de dos coros mixtos, ‘Mariscadores gaditanos’, de Adela del Moral, y ‘La gran locura’; no falta Julio Pardo en ‘La torcida’, El Tojo en ‘Soldaditos’, Ángel Subiela y Martínez Ares juntos en ‘Zombies’, Antonio Martín en camerinos con ‘Voces negras’, ‘Robots’ haciendo voces antes de su estreno en el Falla, ‘Agua clara’ con su borriquita en la final de 1983, el nacimiento del Carnaval Chiquito, el grupo de Nuestra Andalucía y su último primer premio con ‘Al compás de mi cepillo’ en 1988, Isabel Pantoja del brazo de Carlos Mariscal por el parque camino de su pregón, el inolvidable Maspapas, Carlos el Legionario, un jovencísimo Selu García Cossío con la comparsa de Enrique Villegas, que también aparece en otra imagen con miembros de la Federación de Peñas Gaditanas, Rocío Jurado con Manolo Piñero, Paco Mena con El Quini, un canijo Yuyu cantando con ‘Los sanmolontropos verdes’, Paco Rosado con ‘Los cubatas’, Paco Leal con sus callejeras, Antonio Martínez Ares afinando en los camerinos con ‘Requiebros’, coros como ‘Entre pitos y flautas’, ‘La corporación bajo mazas’ o el de Puerto Real, Fernando Quiñones disfrazado de senador romano, Juan Villar en la cabalgata vestido de cowboy, Sebastián haciendo de Tejero en la final del 81 con el cuarteto ‘Cuatro parlamentarios parlanchines y estrafalarios’, Fletilla, El Alemania, Luis Ripoll, Pedro Romero, Lucas el bombista ensayando con un camping gas en un lavaero de La Viña, María la Hierbabuena, comparsas como ‘Cuba’, ‘Israel’, ‘Los cholos del antiplano’… Un tratado del Carnaval más auténtico al alcance de la vista.

Y es que Kiki tiene un archivo que vale un potosí. “Es muy difícil que entre todas las fotos que he hecho en mi vida, miles y miles, haya una mayoría que sean buenas técnicamente. Yo me conformaría con que un 2 o un 3 por ciento lo fueran, pero sí es verdad que mi mérito es que siempre he sido muy ordenado. Siempre procuro ir buscando, revisando, digitalizando, para que nada se pierda. De eso sí puedo sentirme orgulloso”, dice Kiki, a quien inmortaliza para este reportaje delante de algunas de las imágenes de la exposición que podrá verse desde mañana su hija Rocío, heredera de una estirpe de hombres especiales, de mirada aguda y capaces de captar el alma del Carnaval de Cádiz como sólo pueden hacerlo los fotógrafos gaditanos.

stats