Luis Ripoll: "Admiraré siempre la evolución, pero tengo un radar que me avisa cuando se pierde la raíz"
No podía calificarse de euforia el estado de Luis Ripoll al salir del escenario, tratándose sobre todo de una persona comedida y con temple. Pero la felicidad pintaba su rostro. Por algo tan sencillo como el respeto con el que acogió el público a su comparsa, 'Los telarañas'. Respeto que, por otra parte, el coplero se ha ganado con creces en 50 años de Carnaval. "He sentido una cosa muy importante que hace tiempo no sentía: un Falla lleno y en absoluto silencio. Y eso es de agradecer. Venir aquí con un repertorio, hecho con todo el cariño del mundo, que te puede salir peor o mejor, y ver a un público así, es que me muero", admitía.
Mucho cariño en el coliseo hacia un autor elegante que siempre huyó del barroquismo. Su octavilla en el pasodoble arrancó algún que otro ole. "Hay una cosa especial en el Falla, que cuando el público conecta contigo tú notas en el escenario como una manos invisibles que te van subiendo. Y tú vas diciendo "esto va bien". He salido con esa sensación y ahora voy a tomarme un Tío Pepe o dos. Estoy más a gusto que qué", aseguraba con su naturalidad habitual.
Le quedaban escasas horas para conocer la decisión del jurado. Al respecto, Ripoll afirmaba que "lo espero todo. Espero seguir, espero quedarme, entrar bien, entrar a lo justo, quedarme en la calle y que me digan te ha faltado un punto. Esas cositas que siempre se esperan de un concurso como este. Para eso venimos. Pero bueno, después de esta actuación y de la acogida del público, espero tener hueco en los cuartos de final".
Con respecto a la modalidad de comparsas fue muy claro: "Admiraré siempre la evolución del Carnaval, pero siempre me avisará ese radar que tengo en mi interior que me avisa cuando se pierde la raíz. Nunca voy a criticar que los chavales quieran evolucionar. Aunque yo, a mi edad, no sé hacer otra cosa".
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