Muere Julio Pardo

Carnaval de Cádiz

El autor más laureado del Carnaval de Cádiz ha fallecido esta tarde tras sufrir una parada cardiorrespiratoria que no ha podido superar

El próximo mes de marzo hubiera cumplido 68 años y su muerte vuelve a suponer un golpetazo monumental para la fiesta que adoraba

Julio Pardo en la inauguración de la exposición que le ha dedicado El Corte Inglés.
Julio Pardo en la inauguración de la exposición que le ha dedicado El Corte Inglés. / Jesús Marín

Unas flores rodeadas de guitarras, bandurrias y laudes, junto a una foto de Julio Pardo con su inseparable guitarra, presidió este sábado el escenario de un Falla enmudecido, casi conmocionado aún tras la noticia de la muerte repentina por la tarde de Julio Pardo a los 67 años.

Estamos ante la pérdida de uno de los autores más laureados del Carnaval de Cádiz, con 15 primeros premios, 14 segundos, cinco terceros y un cuarto, un hombre fundamental para la fiesta que nos deja en pleno Concurso de agrupaciones y con su coro, el cuadragesimo tercero, compitiendo como cada año y llevando sus coplas a miles de aficionados. La muerte de Julio se suma a una racha nefasta para el Carnaval gaditano en la que ha perdido a insignes figuras. Un golpetazo que nos deja helados, temblando y sin apenas poder creer que la parca vuelva a acordarse de otro grande.

Julio Pardo entró en parada cardiorrespiratoria al filo de las cinco de la tarde cuando se encontraba en su domicilio, muy cercano al hospital Puerta del Mar, y pese a la rapidez con que se actuó no pudo ser reanimado.

A las cinco de la tarde, cuando su hijo Julio, junto con el resto de los componente de la orquesta del coro ‘Los Martínez’ se disponía a tomar un café previo al ensayo de cada tarde, ha recibido una llamada diciéndole que su padre había perdido la conciencia y no se despertaba de la siesta. Por más que los profesionales sanitarios han intentado que su corazón volviera a latir ha sido imposible.

La última aparición pública de Julio fue este pasado jueves, durante la inauguración de la exposición que El Corte Inglés le ha dedicado. Allí se le pudo ver entre fotos históricas de sus agrupaciones junto a los directivos del Centro Bahía de Cádiz sin que nada hiciera prever un desenlace tan dramático.

Este año su coro y el Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz habían iniciado una campaña para reclamar para Julio Pardo la Medalla de Oro de Andalucía, que ya tiene otro autor del Carnaval gaditano: Antonio Martín García. Por desgracia Julio no podrá vivir esa experiencia, aunque se lleva muchas otras que le hicieron emocionarse, como ver al Liceo de Barcelona puesto en pie aplaudiendo a su coro, el primero que interpretó un tango en el templo de la Ópera en España. “Fue de los momentos más grandes de mi vida musical, no carnavalesca solo. Allí coincidió que estaba montado en el escenario Rigoletto, y al pensar que estaba montada una ópera de Verdi y delante cantando ‘Don Taratachín’, porque abrimos nosotros, pues se me saltaron las lágrimas”, dijo en una entrevista con Diario de Cádiz en 2019.

Pasión por el Carnaval

Julio se inició en el mundo del Carnaval en 1978 con ‘Los aspirinos’, cuando era conocido como Julio El Tuno, un estudiante de Medicina que apenas si podía ocultar a su padre, militar de carrera, que le tiraba más la guitarra y la bandurria que el bisturí y el fonendoscopio. Tras esa primera experiencia, y formar parte de la Tuna de Medicina, decidió no salir en 1979, aunque el veneno del tango ya corría por sus venas. Al año siguiente sacó ‘Los granaderos de Cádiz’ y en 1981 ‘Los locos del volante’. Su primera final, y el refrendo del jurado, llega en 1982 con ‘Los taberneros del puerto’, coro con el que consigue el segundo premio y cuyo tango queda en el imaginario popular. De hecho, ‘Como el aroma del nardo’ es una de las composiciones a las que más cariño tuvo siempre Julio. Su familia decidió que fueran sus sones los que se escucharan como homenaje en el Falla. Curiosamente, en esa primera final no pudo tomar parte Julio porque ese mismo día regresaba de Canarias, donde había realizado el servicio militar.

Al año siguiente, en 1983, llegó su primer triunfo en el Falla con ‘La tía Norica’, que sería refrendado al año siguiente con ‘Guacamayos y lechuguinos’. En 1985 da un giro con ‘El callejón de los negros’, un coro que, pese a no ganar en el teatro, ha quedado en la mente de todos. La agrupación llegó a ir a cantar a Cuba, algo inédito. Cuentan los fantasmas del gallinero que aquel año parte del jurado quiso dejar fuera de la final al Callejón por el uso, en presentación y popurrí, de instrumentos musicales. Finalmente la presión de otros vocales, que incluso se negaron a firmar el acta, hizo que el coro de Julio cantara en la final con la premisa de que sería el tercer premio. Finalmente le dieron el segundo, en un Concurso que acabó ganando ‘La banda municipal’.

Tras ese episodio llegó el cajonazo a ‘La cueva de María Moco’, y dos coros que tampoco pasaron a la final: ‘El guateque’ y ‘La torcida’, en los que Julio experimentó con nuevos sonidos. Tras comprobar que se distraía del camino, volvió a los orígenes con ‘Noche de ronda’, toda una declaración de intenciones. Aquel 1989 vuelve a la final, que ya no abandonará hasta 2011, el año de su pregón, cuando el jurado dejó a ‘Los manitas’ en semifinales. Fueron 22 finales consecutivas, en la que consiguió récords como hacerse cuatro años seguidos con el primer premio: ‘La tienda la cabra’, ‘El coro’, ‘El pregón’ y ‘Buque escuela’. Antes, en 1991, Julio saborea de nuevo las mieles del éxito con ‘Vamos a la ópera’, coincidiendo con la vuelta del Concurso al Gran Teatro Falla tras su rehabilitación integral.

En 1992 saca ‘Guanahani’ y aparece en su vida otro de los hombres claves en su éxito: Antonio Rivas, el autor de letra con quien mejor se entendió. Junto a Rivas y Juan Lucena, su eterno director, que asumió esta función en ‘Garambainas y perendengues’, formó un trío que dominó con mano de hierro la modalidad del tango.

Su último primer premio fue ‘La trattoria’, en 2015. En 2020, con ‘Tócame’ estuvo cerca pero se quedó con el segundo y en 2021 decidió descansar y sacar una antología para la calle. En este 2023 ‘Los Martínez’ ha gustado muchísimo en todas las actuaciones, aunque ahora tendrá la difícil papeleta de continuar adelante sabiendo que Julio no estará en el palco de antifaces oyéndolos. Eso sí, otro Julio Pardo, su hijo, hace ya algunos años, cuando la salud dio algunos problemas al reconocido autor, cogió el testigo de un coro que seguirá llevando un apellido que suena a tango, a música… a Cádiz.

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