Selu García Cossío y su chirigota preparan un musical con muchos de sus personajes
La pandemia provoca una suspensión histórica
Tras 40 años en la brecha el autor de agrupaciones históricas reconoce que a veces echa de menos el Concurso y otras agradece este parón "para cargar las pilas"
"Económicamente la situación está siendo complicada para mucha gente para la que el Carnaval no es un sobresueldo, es su sueldo"
Selu García Cossío enlaza carnavales como quien enlaza cigarrillos. Aún no se ha apagado la brasa del anterior cuando una nueva chispa, otra vida, surge en esa cabeza suya donde los engranajes nunca se detienen. Por eso, después de 40 años prácticamente en la fiesta sin apenas descansar, este año de barbecho creativo se le está haciendo raro. “A veces me veo viendo la tele a las nueve de la noche, en mi casa, y me siento raro, es la verdad, pero tengo que decir que incluso lo estoy agradeciendo. Quizá yo mismo, y más autores, necesitábamos parar, hacer un alto en el camino para cargar pilas, para volver con más ilusión cuando podamos hacerlo”.
Selu siempre ha dicho que había conseguido su objetivo, que desde hace muchos años fue vivir del Carnaval. Ahora, sin actuaciones, esa pérdida de ingresos también se nota. “En mi chirigota hay algunos parados y aquí no se trata de que haya gente que con la chirigota se sacaba un sobresueldo, es que era el sueldo. Hemos pasado de cantar todos los fines de semana a no hacerlo. Con 'Estrés por cuatro' teníamos contratos para todo el año y hemos tenido cinco actuaciones desde que acabó Carnaval. Es complicado. Y como nosotros le pasa a otros grupos punteros de los que no paran. Pero es lo que hay”.
Pero el genio creativo de García Cossío no se detiene por la pandemia. Aunque sus ideas van por otros derroteros. “Más que pensar en hacer algo para salir a cantar, aunque sea en la calle, y más teniendo en cuenta como se está poniendo la cosa, he aprovechado para retomar un proyecto que llevaba tiempo rumiando. Queremos hacer un musical, un musical con personajes de la chirigota, donde interactúen, donde haya música, algo que no sólo se quede en el Carnaval. Donde la maruja sea la mujer de lo que diga mi mujé, por ejemplo, donde el banquero le dé el crédito para comprarse la casa, donde la Pepi es la que limpia, y en el bar está un borracho que sufre al pesado de turno o al enterao. Todo eso bien hilvanado, con músicos profesionales. Ya tengo apalabrado un teatro en Madrid y todo, pero para empezar los ensayos hay que esperar que vaya pasando la pandemia”.
Indica que ese vacío se le hace duro a veces. “Es como... como si estuviéramos pasando un duelo, un luto que va por fases. Por una parte está ese vacío, pero hay momentos en que agradezco este parón porque igual nos sirve para cargar las pilas”.
Por último, Selu reconoce que echa de menos los ensayos, estar con sus amigos y compañeros desde hace tanto, pero espera que el próximo año Cádiz pueda volver a disfrutar de su fiesta grande y sea “un Carnaval lleno de buenas ideas e ilusión”. “Además tenía la esperanza de poder salir a la calle a disfrutar algo. Pensaba que igual podíamos quedar grupos históricos con sus agrupaciones más señeras, esas que todos los aficionados tienen en la cabeza. Hubiera sido bonito, pero tal y como está la cosa me parece que vamos a pasar un Carnaval confinados”.
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