Sigo siendo el rey

COROS

Rafa Burgal /Cádiz

02 de febrero 2016 - 05:50

Localidad: Cádiz

Letra y música: Julio Pardo Merelo y Antonio Rivas Cabañas

Dirección: Juan Lucena Morant

el tipo. Mariachis.

Rancheras para mantener su coronita. Un trono a base de música mexicana y potencia. Pero para mantener la corona, hace falta dar un paso más en la calidad en las letras. Por un lado, aprovechan en el primer tango trozos de piropos a la mujer realizados por otros coros para defender este tipo de composiciones frente a los que consideran que son "machistas" y desprecian a las mujeres. Las dos novias bonitas, el aroma de nardos y la rosita temprana del pasado seguirán vigentes para que la madroñera se la puedan poner y quitársela cuando quieran. Por ello, ellos seguirán rondando "hasta las claritas de la mañana". No es de recibo la segunda letra referida al independentismo catalán. Hilan la crítica con el temor a la huida de las empresas de Cataluña y piden que las fábricas se vengan a Andalucía. En el momento que se vean "hundidos en la miseria", ellos mandarán "un carajo para Cataluña" y que disfruten de su independencia. Pocos argumentos para un insulto tan gratuito. Tampoco aportan nivel los cuplés a los blablacar que se hacen en Cortadura en los coches -ya sabrán a qué se refieren- y a la relación entre Preysler y Vargas Llosa, y el uso de la ñ en ciertas partes íntimas. Pueden dar mucho más, aunque están en la pelea por todo.

EN CUARTOS

Las coplas. El tanguillo sigue siendo el rey. La potencia como símbolo para entrar en la pelea. En su primer tango, atacan con los puentes que necesita Cádiz hacia Sevilla, Madrid, Bruselas y los gaditanos que están fuera. Luego, se enfrentan al terrorismo yihadista para decirle que no renunciaremos a las libertades. Se repite el planteamiento de los malos olores de la suegra y la Volkswagen en el primer cuplé, mientras que en el segundo hacen un megacombo de los temas de las preliminares al unir a Kichi con el negro del rabo del Whatsapp -a estas alturas...-, convirtiéndose el bastón de mando en un palillo de dientes al compararlo con el susodicho del susodicho.

EN PRELIMINARES

las coplas. Despliegue de música mexicana. Similitudes entre Cádiz y Veracruz. Mariachis que llegan y se quedan tan prendados de ella que quieren ser "el rey por unos días en tu ciudad" y defenderla de "quien pretenda chingarte y humillarte". Julio Pardo y Antonio Rivas quieren seguir siendo los reyes del Gran Teatro Falla. Y lo hacen repitiendo las fórmulas que les dan éxitos. Esta vez la música mexicana impregna casi todo el repertorio menos el tango, en el que recupera la falseta cantada. Potencia a raudales -a veces, demasiada- como sello característico. Una fuerza que se demuestra en el tango, con estructura reconocible y que se degusta más en el piano con el que se inicia el trío. Letra de presentación en la primera pieza, en el que definen su música y se enamoran de Cádiz. Al final, da igual que se disfracen de italianos o mexicanos, ya que los dos "son uno mismo con un tango" para gritar que son gaditanos. Cumple con el trámite para apreciar la composición. En el segundo, traen la primera letra dura del Concurso contra el alcalde -"los nuevos iluminados de San Juan de Dios"- por el intento de recorte a la Semana Santa y le critican que "desprecie" las tradiciones. Dos corridos por cuplés, regulares, a la alerta de la OMS y las carnes de Pedroche, y a los cambios del Concurso y la confusión de las ninfas con Paco Rosado. Su tipo se convierte en una excusa para introducir temas gaditanos en el popurrí. ¡Ándale, cuate!

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último