'Yo parí a Juan Carlos Aragón', la historia de un mito del Carnaval de Cádiz salida de su puño y letra

Tres años sin El Capitán Veneno

Cuando se cumplen tres años de la muerte del autor del Olimpo carnavalero, Diario del Carnaval recupera la serie de artículos publicados en 2009 donde el propio escritor detallaba su trayectoria

Juan Carlos Aragón vive en sus coplas inmortales tres años después de su muerte

El autor Juan Carlos Aragón, en un encuentro digital en la sede de Diario de Cádiz en 2011 / Joaquín Hernández Kiki
T. G.

17 de mayo 2022 - 14:16

Cádiz/Qué mejor homenaje que, tres años después de su muerte, devolverle la palabra al inclasificable Juan Carlos Aragón. La palabra que tanto amó y manejó a su antojo. Su puño y letra con los que firmaría algunos de los repertorios más logrados del Carnaval de Cádiz y, de paso, una serie de artículos a modo de diario personal que en el año 2009 realizó para nuestro Diario del Carnaval.

“Voy a escribir lo contable y también parte de lo incontable”, anunciaba entonces la sección Yo parí a Juan Carlos Aragón donde el autor de chirigotas y comparsas desnudaba a sus agrupaciones escritas hasta el momento, recordemos, diez años antes de su muerte. Un personal y completo repaso por su trayectoria carnavalesca, “vivencias para tener y otras para borrar”, según el propio testimonio del llorado autor fallecido el 17 de mayo de 2019..

“De mi persona, por suerte o por desgracia, se han dicho muchas cosas –reconocía Aragón en una entrevista realizada por la periodista Alicia Ruiz el día antes de que saliera a la luz el primero de los artículos del carnavalero– pero no todo lo que se ha dicho es cierto”. Por eso, el autor de 'Los yesterday' aceptó aquella oferta de Diario de Cádiz y se lanzó a contar su historia.

Una que se acotaba desde su "prehistoria en juveniles" a 'La banda del Capitán Veneno', que escribía al mismo tiempo que las últimas letras de ‘Los comparsistas se la dan de artistas’, la comparsa con la que Juan Carlos Aragón acudió al Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz de 2009. Aquí, su legado que se publicó diariamente entre el 24 de enero y el 12 de febrero de 2009 y que a día de hoy mantiene su vigencia, su interés y su emoción, qué duda cabe.

Con la ilusión de siempre...

Juan Carlos Aragón (tercero por la izquierda de la fila superior) posa con el resto de componentes de ‘Los contrabandistas.

Pasodoble de 'Los contrabandistas'

Con la ilusión de siempre, comparsa,

este año me presento

con mi alegría y mi farsa

y al sonar de una guitarra

yo le cantaré a mi pueblo

Qué ganitas tenía de Carnaval

de cantar a la tierra mía

con mi disfraz

el ole de su gente dentro de su ambiente

fiesta popular y gaditana

me levantan los vellos de admiración

el caminar demi gitana

qué orgullo presumir de gaditano

qué orgullo presumir

de ser contrabandista y cantar en Cai

febrero está llegando

la tacita reluce como en su vía

las viejas campanillas van redoblando

y en su compás por alegría las olas de la playa

que junto a la Caleta derraman mil piropos

llenos de encanto, llenos de estrella

Cai, la musa de mi sueño

la tierra que yo quiero

la tierra de mi amor (va esta canción)

llena de gaditanismo, de juventud, de tradición

porque es la tierra de la alegría

donde mi vieja a mí me parió.

Con este título, el carnavalero del barrio de La Laguna encabezaba la historia de sus primeros pasos en la fiesta. Fue el primero de los artículos de la serie Yo parí a Juan Carlos Aragón donde confesaba que "después de escuchar a ‘Los mandingos’ me di cuenta de que quería ser comparsista", con lo que en el año 1983 escribió su primera comparsa juvenil, ‘Los contrabandistas'.

El relato en el que también hablaba de la comparsa 'Juerga' y de la chirigota, ya en adultos, 'Los tartajas tajarinas' estaba acompañado, como después lo estarían todos los demás, por una letra y un comentario sobre ella de su autor.

"La verdad es queme da un poquillo de corte que se publique esta letra. Aunque en su día fue, evidentemente, pública, hoy la considero muy privada. Es como sacar del baúl la foto de tu primera novia y enseñarla. Como veis, no dice nada especial, ni especialmente bien dicho. Su único valor radica en ser el primer pasodoble que escribí y canté en las tablas del Teatro Falla con 15 años", dijo.

Dos peasso coro

Juan Carlos Aragón, en el centro de la imagen, canta en la batea del coro ‘Estamos en Babia’.

En el segundo de los artículos de la serie, Juan Carlos Aragón revelaba su pasado corista pero, también, sus muy interesantes años de formación en Sevilla y de cómo se le despertaron los apetitos de la poesía de la mano de Mario Benedetti y Neruda y de su admirado músico Silvio Rodríguez.

Tango de 'El danubio azul'

Cree en Dios si la fe te dura

pero piensa que ya la iglesia no tiene cura (bis)

al nuevo catecismo el cristo mismo crucificado

de repaso le echó un vistazo y de sus clavos se ha descolgao

en mayúsculas pone claro no matarás

pero claro, pero claro es cuestión de interpretar

el no matarás es relativo

porque habiendo motivo ya la guerra tiene cuelo

que el reino de la tierra vale más que el de los cielos

el nuevo mandamiento se llama impuesto sobre la renta

los ángeles de hacienda recaudarán

si hacienda te manga si hacienda te manga

tu cállate y paga como Dios manda.

En el juicio final con los pecados nuevos

qué cachondeo se va a liar

esas almas en pena abarrotando los confesonarios

reconociendo que un día leyeron su horóscopo en el Diario

si con esto escandalizamos

nos confesamos ora pro novis

y gritamos que viva el papa!!! Tapa de papa con ali-oli, ali-oli

'Estamos en Babia' y 'El danubio azul' fueron los coros en los que colaboró el coplero junto a su amigo Rafael Llompart. Y aunque su futuro no estaba allí, de esa experiencia sacó dos peasso coros. "Con el primer peasso, hice mis dos primeras chirigotas; y con el segundo peasso, la tercera, la cuarta y parte de la quinta", confesaría.

Esta pieza fue acompañada por la letra de uno de los tangos que hizo para 'El danubio azul' del que diría: "La razón es la única facultad que nos distingue de los animales; aunque a algunos animales de los nuestros no les distingue facultad alguna. Entre ellos, reservo un apartado especial para los que nos enseñaron el catecismo; y otro, para los que nos lo cambiaron. La común unión de los cristianos provocó que yo dejara de rezar. AMEN".

Como la torre de preferencia

La chirigota ‘Un peasso coro’ en una de sus actuaciones en plena calle en el Carnaval de 1994.

Archiconocida fue la promiscuidad de Juan Carlos Aragón en cuanto a las alineaciones de sus formaciones, pero en la tercera entrega de sus memorias para Diario de Cádiz llegó a confesar que el mejor grupo de su trayectoria hasta entonces había sido el de la chirigota 'Un peasso coro' por una sencilla razón: "Es muy difícil llegar tan lejos cantando tan mal".

Cuplé de 'Un peasso coro'

Hay que ver lo difícil que se han puesto los trabajos

Pero a mí que más me da si yo vivo del... subsidio

Te piden coche propio, piden experiencia,

y te piden cultura y te piden presencia.

Yo ni tengo coche ni tengo experiencia

Ni tengo cultura ni tengo presencia....

pero tengo un nabo como la torre de preferencia.

(Estribillo)

Qué peasso coro tan chiquitín,

Qué peasso coro tan vacilón,

Con su botellín chín chín, vino peleón.

Con esta agrupación nació realmente el Juan Carlos en estado puro y salvaje que, durante todo su recorrido posterior, intentaría educar y refinar. A 'Un peasso coro' dedicaría el autor una página completa donde también tendría cabida uno de sus cuplés más emblemáticos que se ocupó de comentar de esta manera:

"Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, dice el refrán. Pero como yo no soy conformista, entendí que era mejor darle la vuelta al refrán: Dime de lo que carezco y te diré de lo que presumo".

Qué guay, picha

Componentes de ‘Los tintos de verano’ esperan la hora de su actuación en los camerinos del Teatro Falla.

Pasodoble de 'Los tintos de verano'

Cuando unos padres escogen

un nombre para su hijo

y santifican su nombre

con un peasso bautizo

Van y le ponen Christians

pongamos por ejemplo

celebran la eucaristíans

pá k le digan Christians

cuando salga del templo

Y es un nombre sagrado

es Christians pá cualquiera

así lo han bautizado

y aunque es un poquito hortera

ese es su nombre en verdad

Y es muy triste pá unos padres

y pá unas madres oír después

que en vez de decirle Christians

coja y le digans ¡cabesa que!

Por favor no le pongáis

más nombres guais a los chiquillos

Y de una ve se enteráis

de que aquí estamos en Cádiz

y todo el mundo se llama

¡Quillo!

Con un mensaje subliminal "muy borde" implícito, una afrenta contra "la primera estúpida generación de la degeneración", la del botellón, en 1995 Juan Carlos Aragón sacó ‘Los tintos de verano'.

El pasodoble del barrio, el cuplé al cartel del Carnaval, copla antimilitarista a los Cuarteles de Valerita... Mucho, pero que mucho, dijeron esos 12 tintos sacados de la imaginación de un autor que contaba con 27 años, muchas ganas de pasarlo bien pero, también, de ir dejando su huella. Todo eso lo contaba Juan Carlos en un artículo trufado de anécdotas personales.

"Una de las claves de la autoestima de un chiquillo radica en su nombre. Nunca entenderé qué pasó por las cabezas de aquellos padres que decidieron bautizar a sus hijos con un nombre judío. Pero Palestina vencerá", dejaba como comentario (lamentablemente, todavía tan actual) Aragón sobre el pasodoble que completaba la página.

El otro peasso de coro

‘Los guiris’, con José Fierro en primer término, fue la primera agrupación de Juan Carlos Aragón que se metió en una Gran Final.

Primera gran final, primer matrimonio y primer cambio de grupo. El año de 'Los guiris' fue señero en la trayectoria de un coplero que decidió tomarse "más en serio" la vida y el Carnaval.

Pasodoble de 'Los guiris'

Si tú supieras

mi españolito

lo que los guiris

Piensan de ti

Si tú supieras

Que a ti

aún se te imagina

con el mundo por montera

Y una guitarra tocando

porrompopera porrompopera

Se sabe que

por un hotel

pasó un españolito

porque en la habitación

sólo quedó la habitación

El español en la cama

es un machote ideal

pero es más grande

la fama que lo debe aguantar

Y en la frontera

to se echa abajo

Y va al carajo todo el camión

Mi españolito esto es así

aunque te sientas más europeo

a Europa todavía le sirves

de cachondeo.

Al menos, eso relataba en la entrega del 28 de enero de Yo parí a Juan Carlos Aragón donde el autor tiene bonitas palabras de amistad para Joaquín Revuelta ("de la poca gente de la que puedo presumir de haber conocido y haber mantenido una amistad real, más allá del carnaval, es de Juaki") y de admiración para Lali ("uno de los hombres que canta, toca, dirige y manda mejor en Cádiz"), además de explicar el parecido de su pasodoble con el de 'Los Cristobalitos'.

De la letra de unos de esos pasodobles, el que adjuntaba en la página, hablaba así: "Una de mis mayores frustraciones ha sido la de no haber podido tener nunca una patria de la que sentirme orgulloso. Y es que, Guerra Civil aparte, el españolito castizo ha hecho mucho el chorra allá por donde ha ido; y, durante largos años, ha presumido a los cuatro vientos justamente de aquello por lo que era el cachondeo de Europa. Menos mal que se ganó la Eurocopa este año".

Yo que tú no lo haría, forastero

Los pistoleros de ‘Kadi City, ciudad sin ley’ apuntan al público con sus babuchas de paño.

"Un palo", escribía Juan Carlos Aragón al recordar a sus duros pistoleros del cercano Oeste a los que daban vida los integrantes de 'Kadi City, ciudad sin ley'. "El día después del cajonazo la depre me tuvo en la cama hasta por la tarde, que llegaron a mi casa el Yuyu y El Libi, que también se habían quedado fuera de la final, con media botella de anís", confesaba la bonita manera en la que superó el bajón de quedarse fuera de la Finalísima de 1997.

Pasodoble de 'Kadi City, ciudad sin ley'

Si Cádiz por fin fuera cantón independiente

para gobernar una republica de barcas,

dándole la espala a su maldito continente

y la dejaran siempre junto al mar si tocarla.

Si pudiera hablar con la otra orilla

y recogiera los vientos que soplan de las Antillas.

Yo por mí arrancaría su morada bandera,

y honda la clavaría en la playa la Victoria

pa que todo el mundo la viera.

Mi bandera enredadita en una caña de pescar,

Qué playita, qué victoria, qué país y qué bandera,

alargando su frontera hasta los límites del mar.

Tierra, tierra, tierra de los gaditanos,

yo tiré la piedra y enseñé la mano.

Tierra, tierra, tierra... pero no tiemble usted

que no hay patria que valga una guerra,

aunque con Cádiz no sé...

Una presentación inolvidable y unos pasodobles tan adelantados a su tiempo como el de 'Un día unos padres preocupados me dijeron...' tejían un repertorio que, a pesar de no tocar la gloria del Concurso, se quedó agarrado a la memoria de todo buen aficionado al Carnaval.

Entre esas poderosas letras de gatillo rápido, el chirigotero eligió el pasodoble de Cádiz como cantón independiente para adjuntar a sus recuerdos escritos explicando que: "Aunque hoy día pienso que los nacionalismos exaltados son horteras y retrógrados, en aquella estaba convencido de que Cádiz era tan distinta al resto del mundo que debía, por derecho natural, ser un cantón independiente, aun sin estar convencido de que la independencia de Cádiz mereciera una guerra. Por eso escribí este pasodoble

que tanto caló en el gaditanismo patrio".

¡AVE... si conviamos!

La chirigota 'Las ruinas romanas de Cádiz

Llegaba el año 1998 y Juan Carlos Aragón alcanzaba la madurez compositiva en los pasodobles con una de sus músicas más recordadas, la de 'Las ruinas romanas de Cádiz'. Una chirigota de la que el propio autor confesaba en su artículo del 30 de enero que "El hecho de llevar unos pasodobles de los mejores que he hecho en mi vida provocó que se nos mirase más como una comparsa que como una chirigota, lo que nos perjudicó bastante".

Pasodoble de Las ruinas romanas de Cádiz'

En el norte los del norte

Tienen una condición

Que en el sur no la tenemos

En el sur a los del sur

Puede ser que nos importe

Las cosas un pocomenos.

En el norte la miseria no se ve

Porque va dentro del hombre

En el sur no hay más miseria

Que tener en el norte a los del

norte.

En el norte mandan blancos

Con los corazones negros

En el sur mandan los negros

Con los corazones blancos.

En el norte los del sur pasan frío

En el tren en la ciudad en la gente

En el norte sale el sol escondio

El norte es rico pero aburrio

El sur es pobre pero caliente.

Mientras el norte fabrica

Las bombas que tiran los criminales,

El sur aguanta fatiga

Tragando saliva con ferias y carnavales,

Yo soy del barrio bendito

Del sur infinito de Andalucía,

Donde la reina alegría

Jala de los corazones.

Y cuando digo del sur

Gaditano y andaluz

Miro al norte yme

Los paso por to los…rincones.

Esto, sin embargo, no significaba que el humor fallara ese año. Ni mucho menos, ya que queda muy claro que 'Las ruinas romanas de Cádiz era una gran chirigota. De hecho, uno de los cuplés más míticos de Aragón es el de la Blanca Paloma. Un cuplé del que confesaba que "además de gracioso, tenía ese punto escandalizador de mentes puritanas que tanto me pone".

Fue un año de incorporaciones importantes en el grupo, ya que se unieron gente conocida de la fiesta como el Libi, Pati, Ignacio, Juan Fernández y Javi Bohórquez, con el fraguó un enorme matrimonio carnavalesco que ha durado hasta 'La gaditaníssima'. Sin embargo, a pesar de ser una agrupación muy recordada, todo acabó en otro cajonazo que provocó un nuevo cambio de rumbo en su trayectoria.

De todo el repertorio, la letra más recordada es el pasodoble 'En el Norte los del Norte', del que Aragón comentó en su página que "hice una recreación del conflicto ético-político internacional Norte-Sur. Pero hubo quien pensó que el pasodoble iba dedicado a los vascos y a los catalanes. Por eso, ni nos dieron el Premio Andalucía, ni ná. Ese año no di una. Pero ahí quedó para la historia".

Y menos trabajo... y más carnaval

Una imagen de 'Los yesterday', la chirigota que rompió moldes.

Y la gente que no se reía los ensayos... De 'Los Yesterday'... Sí, señor, con "incertidumbre". Así vivió el autor, y así lo rememoraba diez años después, un 31 de enero de 2009, la preparación de la que fue una de las agrupaciones que ocupa un lugar destacado en el Olimpo de las chirigotas de todos los tiempos.

Pasodoble de 'Los yesterday'

Será porque me haces libre

en una tierra de esclavos,

será porque por tu boca

sale el grito de mi pueblo,

que distingo en el ruido

tu latido de madera

y mando callar a Dios

para oírte, compañera.

Guitarra de carne y hueso

del árbol de Andalucía,

pareces, amada mía,

una virgen sin corona,

una mora sin turbante,

una bruja sin melena,

una reina sin diamante

y una esclava sin cadena.

Si te amarro contra mi pecho

es porque mi brazo derecho

sólo quiere escribir tu nombre,

agarrarte multiplicado,

ensuciarte con el pecado

y beberte como los hombres,

arañar tu vientre profundo

y pisar los charcos del mundo

codo con codo, caminando,

abandonar la palabra y el mar

cuando salga la luna,

regresar al viejo bronce de tu

piel

calentita y carbonera

para morir y perder

con mi guitarra, mi compañera.

"En los ensayos, cuando la gente venía a escucharnos no se reía ni aunque le hiciéramos cosquillas. Menos mal que la última semana se produjo un monumental giro de tuerca", explicaba Juan Carlos Aragón que contó con detalle todo lo vivido en el último Carnaval del siglo XX del que se despidió por todo lo alto (y al que dedicó un pasodoble para enmarcar). "Después de aquello pude perfectamente haber dejado el carnaval, pues nada de lo que vino detrás fue mejor. Pero fue mayor la gula y seguí", reconocería.

Para acompañar el texto, el coplero eligió la letra del pasodoble con el que iban a concursar al certamen de Coplas para Andalucía... A él le gustaba más: "Éste era el pasodoble con el que íbamos a concursar a los premios de las Coplas por Andalucía. El grupo me pidió que, si podía, trajese otro más “popular”, porque éste estaba muy subidito de tono, literariamente hablando, y la gente no lo iba a pillar. Al final accedí y traje el de Blas Infante. Pero por muy acertado que fuera el cambio, yo me quedo con el aquí presente".

Ni esto es flamenkito ni esto es ná

La chirigota que Juan Carlos Aragón sacó en 2000 parodiaba el nuevo flamenco que se estaba haciendo en España.

Con 'Flamenkito apaleao', su autor confesaba que se metió en la Final "a lo justo" ya que aquel año pasaron seis chirigotas y su propuesta quedó "en un extraño cuarto lugar", extraño, aclaraba, "porque fuimos séptimos todo el Concurso".

Cuplé de 'Flamenkito apaleao'

Los pitbulls terry son bonitos, los pitbulls terry preciosos,

pero son pitbull y como pitbull son bastante peligrosos.

Pero en verdad no son los pitbull, los peligrosos son los dueños,

yo tengo pitbull, pitbull terry y hace lo que yo le enseño.

Mi suegra que es igual que un trailer

y tiene to la cara y anda igual y habla igual

como un rottweiler.

Le dio un bocado a mi pitbull por la espalda

y mi pitbull de respuesta,

como yo le he enseñao se cayó

y haciendo así se dio la vuelta...

cogió un papel le escribió un cuplé y la dejó muerta.

(Estribillo)

Y' anda, y' ole,

Mira, toma...primito

Que ni esto el Flamenkito

Ni esto es ná...

Tran, tran, tran....

Y' esto es...Carnaval, Y' esto es...Carnaval.

Extraño también fue para Juan Carlos Aragón intuir, y finalmente saber, que “hiciera lo que hiciera, no competiría con las chirigotas de ese año, sino con Los Yesterday”, explicaría en el artículo con el que inauguraba el mes de febrero de 2009.

'Flamenkito apaleao' también encierra otra particularidad, el estreno de una larga relación cupletera, la de Aragón y las suegras: "Hay gente que tiene suerte con su suegra y gente que no. Yo soy tan vulgar que no la tuve. Pero no por ello, mi relación cupletera con ella/s debe entenderse como una cuestión personal. Siempre he visto en la suegra un filón para los cuplés, como lo he visto en una vecina que no existe. Con este estrené el primero de una larga serie. Quizás no sea el mejor, pero es el que contiene menos mala leche".

Como te coja en mi barrio

‘Los panteras’, en plena actuación, con Javi Bohórquez, Julio Álvarez y Bernardi Moreno.

Pasodoble de 'Los panteras'

Yo no sé si soy ateo

si soy ateo, si soy ateo

Porque yo nada más que creo

en Camarón

Yo no sé si soy ateo

pero pa mí vale antes

Una llave del reino del cante

Que la del reino de dios

No hacía falta que se la dieran ya la tenía

Fuemesías y patriarca

Por eso nació con ella

Y con ella moriría

Se la hizo Luis su padre

Que pa eso estaba en la fragua

Escuchando como el agua

La voz de Juana la madre

Se la hizo Luis su padre

Pa que abriera Camarón

To lo que él iría encerrando

Porque no era de Sevilla,

Porque era de San Fernando

Porque era de San Fernando

Y los gitanos de Andalucía

No estaban cuantito se la dieron

Porque las sillas las repartían

Entre políticos verbeneros

Y los gitanos de Andalucía, los gitanos

Primitos míos hoy todavía no saben

Ni yo tampoco sé ni comprendo

Que ese cabezón cambembo

Ese Manolito Chaves dijera a Chispa has llegado tarde

cuando tarde lo que ha llegado es la llave.

Apología del código de honor de la calle, del que mira de frente y se quiere comer el mundo. Apología del macarrita y de la marca de barrio, eso fueron 'Los panteras' de un Juan Carlos Aragón que, por primera vez, tuvo que repartir su tiempo entre dos agrupaciones, su chirigota y la comparsa, su primera incursión en comparsa. El autor recordaba esa experiencia que después mantendría durante un periodo de tiempo.

En el artículo el coplero reconocía que "en la chirigota surgieron los celos porque la comparsa pudiera atraer más protagonismo a causa del morbo que despertaba en el Concurso", con todo, Juan Carlos siempre tendría a 'Los panteras' un cariño especial porque, en su opinión de entonces, llevaba "la mejor música de pasodoble" que había hecho hasta el momento, por "la forma de cantar del grupo" y "de interpretar" y "de manera muy particular, con el monumental punteo que hizo Ismael a lo largo de todo el repertorio". Para él, "el más completo de la historia", se atrevió a poner negro sobre blanco.

Para su página de aquel día en Diario del Carnaval, el protagonista de la serie escogió la letra a Camarón: "Camarón, junto con Silvio Rodríguez y Bob Dylan, ha sido el gran ídolo musical de mi vida. La concesión de La Llave del Cante llegó muy tarde. Pero lo que me fastidió no fue eso, sino que convirtieran aquel reconocimiento en un acto institucional para que los politiquillos se pusieran medallitas, cuando no tenían

nada que ver con Camarón. Sinceramente, aquello me tocó los huevos".

La condena de ser comparsista

‘Los condenaos’, con Juan Carlos Aragón subido al patíbulo en una de sus actuaciones en el Falla.

Presentación de 'Los condenaos'

La luna me está mirando

Y acariciándome el pelo

Y yo le he dicho que el cielo

Puede quedarse esperando

La luna me está sintiendo

Bajo su octava costilla

Y con su luz amarilla

La luna me está diciendo

Yo sé que te están condenando

Te están condenando, te están condenando

Porque las cosas, niño, que tu dices

Las dices cantando, las dices cantando

Y si cantando las digo

Las oye la luna llena

Y si por eso hay condena

Yo no le temo al castigo

Y si por eso hay condena

Yo no le temo al castigo

La condena de los besos largos

En la plaza de las catedrales

Adonde el vino sabe amargo

Y amarga amores inmortales

Inmortales condenas de encargo

De besos largos en nuestros portales

Queme condenen si es pa algo

Y muera por los carnavales

Carnavales de los besos largos

Carnavales mortales condenas

Carnavales risas por encargo

Y por encargo besos en nuestros portales

La libertad está pa algo

La libertad, los carnavales.

El año 2001 marcaba todo un hito en la trayectoria carnavalesca de Juan Carlos Aragón y en la historia del Carnaval de Cádiz. Juan Carlos Aragón, de reo, a punto de ser condenado en la horca, cumplía su gran sueño infantil, hacer una comparsa. "Y encima con el grupo que más me había enamorado cantando en los últimos años", apuntaba en el artículo publicado el 3 de febrero, el grupo que hasta entonces había puesto en escena las letras de Antonio Martínez Ares, el grupo liderado por Subiela.

El morbo estaba servido, pero también la exquisitez y la altura de conceptos y lírica. 'Los condenaos', toda una declaración de intenciones en las que el autor iría profundizando en sus propuestas posteriores, vino a sacudir el Concurso y Aragón a propiciar algunos de los más bellos duelos, junto a Martínez Ares, que ha vivido la comparsa en el Carnaval de la era moderna.

"Ésta no sé si ha sido mi mejor presentación en comparsas. Lo que sí sé es que una noche se me desbordaron la guitarra y la pluma (a la de escribir, me refiero), y disfruté componiéndola infinitamente más de lo que nadie haya disfrutado escuchándola. Aún no la entiendo. Por eso me sigue gustando tanto", dejó dicho Juan Carlos sobre esos primeros versos que se escucharon en el Falla de su comparsa.

P.I.C.H.A. es de Cádiz

‘Vota Picha’, durante una de sus actuaciones en el Concurso de 2002.

Pasodoble de 'Vota P. I. C.H.A.'

Cuando en el 82

Tus diez millones de españoles

Te regalamos el agua

Pa que tu rosal creciera

Te brindamos la ilusión

Repartida en diez millones

Un pueblo con dos cojones

Dos coronas y dos banderas

Y al final la cara rota

Nos metiste en la OTAN

La primera vez que yo voté que no

Luego temor dí las uñas

Viendo como a Cataluña

Le dabas lo que te di yo

Y pa con los terroristas

Fuiste otro terrorista

Con las pistolas de los dos

Y encima los banqueros

Nunca ganaron más dinero

Que con los gobiernos tuyos

Hasta que nos enteramos

Que la rosa entre tus manos

No era más que un capullo

Y como el pueblo es sabio

Ni tu labia ni tus labios

Ni a la clara ni a la sombra

Ya no vale que te escondas

Y para que sepas tu deuda

Medio pueblo te recuerda

Que con to lo que te hemos votado

La derecha te ha ganado

Y te has cargado a la izquierda.

"La guerra de celos con la comparsa prosiguió, más aún después de que un cuplé de esta última provocara una helada acogida a la chirigota, que se metió en la final para ser quinta", encabezaba el autor los recuerdos de su chirigota 'Vota P.I.C.H.A.'

En el texto, Aragón repasa el frío recibimiento por parte del público, cómo se desanudaron las tensiones y los fallos durante el pase. Habla del inevitable desenlace ("chirigota me planteó que, si yo seguía escribiéndole a la comparsa, ellos no salían conmigo") y de como cada uno se fue por su lado "sin el menor mosqueo".

Otros ¿lazos? se rompían con esta chirigota. O eso creía Juan Carlos Aragón: "Dicen que con el franquismo acabó la censura. Yo, ideológicamente, y asumiendo mis humanas contradicciones (¿quién no las tiene?), siempre me he posicionado a la izquierda de la izquierda. De hecho, el PSOE nos contrataba a menudo para sus mítines de campaña y otros actos políticos. Pero desde el 2002, ya no lo hizo más. Y digo yo ¿sería por este pasodoble?"

Volver al paraíso

Pepe Chulián, Miguel Utrera, Rocky, Fernandi y Mariano, durante una actuación de ‘Los ángeles caídos’.

Pasodoble de 'Los ángeles caídos'

El vino es inteligente, el vino viste de rojo

El vino cierra los ojos, el vino habla y no miente

El vino tiene coraje, por eso vive encerrado

Y con tu cara de ángel

Hizo contigo el pecado

Eres fruto de la fruta

De la Viña nuestra, viña que no es barrio

Pero lo parece porque la trabajan

Descalzos los hombres

Y eres sangre derramada

Sobre nuestra mesa

Dándole color a los manteles blancos

Donde vive el pan, el pan tu compañero

Eres la revolución

De cada mediodía

Y eres de mi mediodía

El más arrabalero

Contigo tuve el mundo

En mi hueso profundo

Contigo fui valiente

Le dije a la gente

Que tú eras mi hermano

Contigo fui culpable

Divino y miserable

Contigo fui canalla

Hasta que en las murallas

Nos enamoramos

Contigo tuve tanto

Para calmarme la sed

Que sin ti no sé cumplir ni un solo mandamiento

Y tan solo me arrepiento

Deque no he podido beber.

"Recuerdo que la primavera de 2001 fue una de las épocas más críticas de mi vida a nivel personal (...) producto de aquellos espantos y decadencias, me sumergí en la confección de la comparsa más compleja y profunda que he hecho: ‘Los Ángeles Caídos’", analizaba, y acertaba, su creador que el 5 de febrero dedicó su espacio de Yo parí a Juan Carlos Aragón a su primera gloria en comparsa.

Un primer premio que el autor intuyó "desde que empezamos a montar los primeros compases", aunque lo que no imaginaba era "que un primer premio se pudiera rodear de tantas turbulencias y episodios amargos". De todos ellos, especialmente, de "la guerra" de su grupo con la comparsa rival, escribió Aragón en este artículo en el que confiesa que se avergonzó "de ser carnavalero, tanto por haber entrado al trapo de una guerra que no era mía, como por la reacción del público". De hecho, autor y comparsa tuvieron que salir del Falla "escoltados por 20 policías" la noche que cantaron el dichoso cuplé.

No, no escogió esa pieza Aragón para acompañar el artículo sino el "mejor" pasodoble, a su juicio, que hizo ese año: "La Oda al vino, de Pablo Neruda, ha sido uno de los poemas que más me ha emocionado de cuantos he leído. Respetando a la autoridad, creí que todavía era posible abordar al fruto de la vid desde una perspectiva paralela para cantarla en carnaval. Y aunque el grupo decidió no cantarlo, para mí fue el mejor pasodoble que hice ese año. Un trago y salud".

Mi piel es mi tierra

Ángel Subiela y Carli, en primer término, cantan durante uno de los pases de ‘Los americanos’.

Fin de un ciclo, el de Juan Carlos Aragón con el grupo liderado Ángel Subiela, representa la comparsa 'Los americanos’ a la que su ideólogo dedicó el artículo publicado el 6 de febrero en este periódico.

Pasodoble de 'Los americanos'

Hay amores que nacen en primavera

Hay amores que estallan en carnavales

Hay amores malditos pero inmortales

Y malditos amores que ojala no hubiera

Y amores que se mueren y resucitan

Que lo mismo cautiva que te desatan

Y si es verdad que hay amores que matan

Seguro no habrá nunca muerte más bonita

Pero hasta los amores ya se van con estos tiempos

Y estos tiempos qué saben de amores

Que son más fuertes que el viento

O será que los tiempos de ahora han tenido la suerte

De fabricar sin dolores

Amores más blandos y vientos que soplan más fuerte

Por lo menos ya la muerte

No será de un mal de amores

Pero el tiempo más grande que hay es el del amor

Si es amor infinito

Y yo que lo tengo no lo cambio

Ni por otro amor ni por un continente

No lo cambio porque en este mundo

No hay nada más puro que pueda encontrar

Y aunque a veces me haga ser esclavo

Tampoco lo cambio por mi libertad

Si la muerte tiene que llegarme un día

A dios le pido que me lleve entre sus brazos

Que si muero por amor

me sobrará la otra vida.

"La falta de sintonía de aquel año quedó patente desde el principio, aunque al final el amor propio de todos nos hizo sacar una comparsa que fue primera hasta la última función", relataba Aragón al que le costó "la misma vida" que la agrupación viera el tipo de ‘Los americanos’. Es más, describía el autor "el ambiente enrarecido" con la formación que incluso "conociendo el pasodoble desde el mes de junio y llevando más de un mes de ensayo, quisieron que les trajera otro pasodoble". Petición por la que no tragó quedándose la melodía original. Eso sí, también reconocía el coplero que no estaba pasando por un buen momento personal y que eso afectó a la relación.

"Digo por ahí que el pasodoble de ‘Los Americanos’ no era un pasodoble en sí, sino una canción adaptada. Prueba de ello son estos versos en los que reivindico la pureza y la atemporalidad del amor cuando se escribe con mayúsculas. Muchas veces me han preguntado cuál fue la musa. Cuando el amor se escribe

con mayúsculas, la musa es el Amor Mismo", dejó escrito sobre el pasodoble que completaba su relato.

La única sangre que bebo

Una imagen de la comparsa 'Los inmortales'.

"Hoy empieza una nueva era. Era que puedo denominar con todo derecho la de mi comparsa, propiamente dicha". Aragón empieza así sus recuerdos sobre 'Los inmortales', "una de mis comparsas más emblemáticas", apuntaba, pero que se quedó fuera de la final: "La reacción del público quedó por debajo de las expectativas. No se enteró de ná y el jurado, menos".

Pasodoble 'Los inmortales'

Yo me enamoré de ti

Por culpa de los Carnavales,

Desde entonces no sé si vivir

O morirme a raudales

Pero ya me enamoré

Y como con los corazones

Nunca ganan razones

Mis razones las voy a perder

Ya sé cuál es tu ventana

Por si se abre algúndía

La luz de cada mañana se meta

en tu cama y te de la alegría

Y con las manos vacías

Abras la que yo sabía que fue

tu ventana

Y si pa mi gaditano

Algún diíta la abres

Que sepas que yo tu mano

No se la pido a tu padre

Tu padre tiene la suya

Así que puestos a pedir

Si yo pidiera la tuya

Como es tu mano y es tuya

Te la pediría a ti

Te estoy pidiendo la mano

Dámela por Carnavales

O me chivo a tu padre

Y le digo que te amo

Y que pa colmo de males

Salgo en Carnavales

Y soy gaditano

Aragón conforma el grupo con componentes de sus anteriores chirigotas y jóvenes que vienen de las comparsas de Jesús Monge. "Con ese grupo, la única dificultad que tuve fue intentarlos hacer cantar como yo quería, como siempre se cantó en Cádiz, rapidito, a contratiempo y sin meter la voz. Lo que ocurría es que desde hacía dos décadas, en Carnaval se había introducido una corriente rociera que puso de moda el cante lento, a compás, espeso y chillado, y para estos chavales era el único referente que había", cuenta.

Confiesa que le "fastidió ver la final por la tele", aunque se consoló con 'Los veteranos del Vietnam' (chirigota con letra de José Manuel Sánchez Reyes y música de Aragón), porque, además, el autor encuentra musa real ese año, "y eso es lo mejor que te puede pasar a la hora de escribir". "Como digo por ahí arriba, lo mejor que te puede pasar al escribir es que las musas sean reales, que estén contigo y que duerman a tu lado. Esa declaración es especialmente sentida y juvenil, y si observáis alguna imprecisión es porque no la escribí yo. Fue la musa, que me agarró de la mano y, de un plumazo, me hizo esto" es el comentario del autor a la letra elegida para ilustra este capítulo.

El más golfo de Cádiz

La comparsa ‘El golfo de Cáiz’ consiguió un quinto premio en el año 2005. / J. Z.

"Confieso que cuando empezaba el punteao, yo me iba a la Barraca a comprar gusanitos y, cuando

volvía, todavía no habían llegado al trío", ironizaba el comparsista en la página dedicada a 'El golfo de Cádiz', una comparsa de la que no se sentía "especialmente orgulloso".

Pasodoble de 'El golfo de Cádiz'

Corazón, tengo un corazón dividío en dos partes:

las cosas con arte y las cosas con gracia.

Corazón, es un corazón que cuando se desboca,

se me vuelve loco por su chirigota

y por su comparsa.

La chirigota fue

como su mujer

su más fiel compañera.

Siempre la tuvo a su vera y le hizo reír,

siempre caminó con él cantando sus verdades…

con ella conquistó su reino en carnavales.

Ay, pero un día

entro en su vía

una comparsa,

porque en la casa de las pasiones

el arte, cuando pasa,

desata corazones...

Y loco perdío,

corazón mío...

¡maldita fuera...

y que no viera

que estaba loca...!

Con lo feliz que era

él con su chirigota...

Corazón, tengo un corazón dividío en dos partes,

y cuando reparte el amor se arrepiente,

porque entonces siente, llenito de espanto,

que está abandonando a su novia primera...

por puñalás trapera y mundos de mentiras,

mentiras que por su boca

se pierden y equivocan

hasta a mi corazón... (corazón, corazón)

Antes de reventar, yo sé que volverá junto a su chirigota...

junto a su chirigota.

A sus luces y sombras, y a las luces y sombras de la etapa personal golfilla por la que atravesaba también dedicó Aragón unas líneas en el artículo donde confiesa que lo mejor de ese Concurso fue el pregonero: "Menos mal que el insufrible tedio de aquel año lo alivió el pregonero, un tal Alejandro Sanz que era coleguita mío y que me había paseado dos canciones por los cinco continentes".

Quizás y a lo mejor, sólo a lo mejor, esa insatisfacción con la comparsa se vio reflejada a la hora de escoger una letra para rematar la historia, ya que Juan Carlos nos envió el pasodoble que dedicó a la chirigota con un desenlace, que contemplado desde el triste presente, nos ofrece, al menos, algo de paz: "El mundo del coro me gustaba poco; el de la chirigota, mucho; y el de la comparsa, nada. Eso no quiere decir que no me guste la comparsa. Es su mundo lo que no me gusta. Y, aunque con el tiempo, haya aprendido a hablar el idioma de ese mundo, tengo nostalgias de mi país, de mi lengua madre y del rollo con mis paisanos, que estaban más sanos y no llevaban puñales encima".

Y seguí haciendo el paria

La comparsa ‘Los parias’ interpreta un pasodoble en una de sus actuaciones en el Falla.

Pasodoble de 'Los parias'

De toas las que yo vengo a verte,

prefiero las noches de mayo:

entra el deseo como un rayo por las ventanas de Poniente,

tu sábana está más caliente

y luego no hay ningún ensayo.

Y además, te tengo desde que se va

el sol hasta la madrugá,

tu sábana está más caliente y luego no hay ningún ensayo.

Ay, nunca sabré

cómo pasas las horas cuando yo no estoy;

si te acuerdas de mí

y cuanto te consumes por volverme a ver.

Yo sé que te dirán:

“pídele por tu amor que deje la comparsa,

que lo mismo que te canta a ti

se lo canta a la primera tonta que pasa”.

Mas tú no consientas que nadie

se te pare en la calle

y te hable de mi, que

yo no le temo al castigo...

Pero tú dile que es mentira

y con las bombas que me tiran

los payos y los fanfarrones,

cógete bien esa colita,

que es más moderna y más bonita

que “toítos” los tirabuzones...

Yo sé que a ti las malas lenguas del lugar

le andan contando la leyenda de una noche en carnaval

que, por una copla como esta, un comparsista

abandonó y traicionó a su amor primero.

Y no seré yo quien te pida perdón por él

porque mi cariño es más sincero.

Esto que te canto es pa que el mundo sepa que

te quiero.

Aragón fue “poseído por el espíritu del Ché y su pasión por redimir a la humanidad” y decidió meterse en la piel “del estamento más bajo del extrarradio social, el del paria, el que nada tiene que perder”. Lo que se vio al abrirse las cortinas en el debut de la clasificatoria, según relataba en el artículo, no era lo que Juan Carlos había visualizado en su mente. Veía “a 15 tíos vestidos como si fueran monjes ambulantes del siglo XIII”. Con esto aprovechaba para dar un palo a los artesanos del Carnaval.

El caso es que entendía que la comparsa le entrara a la gente por los oídos, “pero no por los ojos”. De ahí que no se viera con “argumentos” para pedir más “que aquel cuarto premio cagao que nos dio el jurado”. Luego, el verano acabó con muchos problemas en el seno del grupo, como era casi habitual en aquellos tiempos en la comparsa del Capitán Veneno.

“En la entrevista que precedió a estas entregas, dije que contaría lo contable y parte de lo incontable. Pues el pasodoble que aparece hoy pertenece a la otra parte de lo incontable, a la que no se puede contar porque implicarían a terceros de los que ya no tengo ni fuerzas para acordarme”, escribía, intrigante, el comentario de la letra de la página.

Gracias, América

Aragón y Catusa Silva, director de ‘Araca la Cana’ uruguaya, forman piña con la comparsa gaditana. / Julio González

El coplero reconocía estar “un poco harto de ya de comparsas oscuras” y dio un giro a la alegría atendiendo a la petición de integrantes de su grupo que le proponían sacar “algo por Sudamérica”. Sus inquietudes sociales por lo latinoamericano y su amor por el folklore de allende los mares le llevaron a componer una de sus mejores creaciones: 'Araka la Kana'. Era un homenaje a la murga uruguaya más combativa, 'Araca la Cana'.

Pasodoble de 'Araka la Kana'

Hoy toca dar un paso atrás en mis palabras

reconocer que en un tiempo, al fin, pasado…

anduve irresponsable, frívolo y macarra

coqueteando con las dulces garras

de los placeres más envenenados.

Hoy toca dar un paso atrás en mis canciones,

tragarme los cojones que eché sin mirar

y en este canto, maldecirme

por las veces que en peligro fui poniendo a tanta juventud

que ignorante con la droga comenzaba,

mientras yo alegre cantaba…

como un tinto y un romano, como un hippie, como un pantera,

y quitándole hierro a esa fiera de la que decía,

que a su paso la muerte venía danzando a la vera...

Fueron tiempos de locura en los que yo pensaba

que poco importaba cual fuera el camino

si el destino era la felicidad…

Ay, pobre idiota de quien se machaca la sien con veneno y fatiga

secando su manantial, juventud que jamas volverá repetida.

Y si canto esta canción

es para pedir perdón y abrir el corazón a la vida.

Y para ti, si me estás escuchando con tus veinte años lleno de ilusión,

oye lo que te digo yo que le he vendido mi alma al diablo,

ahora que estás a tiempo de entenderlo, ahora di que no...

Que yo estoy vivo, ay...

y de milagro.

Contaba Aragón que fue la comparsa “que menos trabajo me costó hacer”, coronada con una soberbia actuación en la final a las siete de la madrugada con un público entregado cantando “campeones, campeones”. Y así fue. Primer premio. La comparsa cruzó el charco para contribuir al hermanamiento de los carnavales de Cádiz y Montevido. Este hecho fue descrito así por el autor en este serial: “Solamente por la sensación de sobrevolar en avión tierras charrúas frente al Mar del Plata cobró sentido definitivo todo el tiempo que en mi vida le había dedicado al Carnaval”.

La felicidad se torció porque “hubo gente en aquel grupo que no supo estar a la altura histórica de Araka la Kana”. Tanto fue así que el creador de este primer premio de 2007 aseguraba que “lo de Araka, si hubiese acabado en el momento en que aterrizamos de vuelta en Jerez, habría quedado redondo”.

“Un día maté un gato y me pusieron Matagatos. Yo he consumido drogas, es cierto –quien esté libre de pecados que tire la primera piedra- y las dejé como las tomé: sin darme cuenta. De eso no me arrepiento. Pero sí lo hago de haberle dado un tratamiento tan frívolo a un problema tan serio, con las consecuencias que ello pudo haber acarreado para mi legión de jóvenes seguidores. Nunca máis”, explicó sobre la letra elegida para la página.

Si caminito del Falla...

La comparsa posa abrazada como selección nacional de fútbol para entonar el pasodoble dedicado a la letra del himno nacional. / Jose Braza

Pasodoble de 'La banda del Capitán Veneno'

La soledad es testigo de mis castigos y glorias.

Primera de mis amigos, la llevo conmigo igual que una más.

La soledad me hace libre, la soledad no me engaña,

cuando el mundo se va, soledad es la última que me acompaña.

Y es la única hermana que vence a la puesta de sol cada tarde,

la presunta culpable del amanecer sólo ante mi ventana,

la que llena mi cama de amores y niños, de abuelas y padres.

Ay mi soledad,

a nadie nunca como a ti le he sido fiel,

a lo mejor te llevo un día ante el altar,

porque, en verdad, quiero contigo envejecer.

Ay mi soledad, hemos cruzado tantas ciénagas los dos,

tantos secretos que no podemos contar,

tantas palabras que dirían que es amor.

Ay soledad que a tu manera, subes y me das la mano

y así los dos caminamos juntos por la carretera.

Ay soledad, pa mí,

que yo soy un varón, y tu silueta de mujer

tiene el deseo embriagador de otras mujeres

que ya no me inspirarán

estas canciones…

Aunque muera contigo, por Dios, soledad,

solamente te pido …

¡¡que no me abandones !!

Aquí está la comparsa que dio a Juan Carlos su sobrenombre carnavalesco: Capitán Veneno. El pasodoble que evocaba la gran noche de la final de 'Araka la Kana' se filtró antes de que empezara el Concurso y Aragón contaba que “parecía una joya, pero a las primeras de cambio se convirtió en la puta más barata que ha rulado por los móviles de tercera generación”. El comienzo de la copla en preselección motivó una “atronadora ovación”. Mitad porque la mitad del público se la sabía y mitad porque corría el rumor de que la comparsa iba a desechar la tan manoseada letra.

Volvía Aragón a las tablas sustituyendo a un componente que fue “baja a última hora por enfermedad (eso hay que decir, ¿no?)” y bromeaba con su aportación en voces, ya que “ni había ensayado ni me sabía las letras”. Finalmente, contra sus pesimistas pronósticos para una comparsa con la que se conformaba con cumplir de forma digna “pero olía más a madera que en Polanco”, 'La banda del Capitán Veneno' alcanzó la final. Y es que hay veces “que un bronce te sabe a oro”.

Para acompañar su artículo, el carnavalero escogió el pasodoble a la soledad: “A mí me gusta, de vez en cuando, pasar tiempo solo; pero no por enemistad con el mundo, sino por la necesidad de echar ratitos con esta muchacha que me cuida, me cree, me lava, me da de comer y hasta, de algún modo, me masturba”.

Cerrado por vacaciones

Juan Carlos Aragón con el tipo de 'Los americanos'.

En la última entrega de Yo parí a Juan Carlos Aragón el coplero hacía balance de sus años de Carnaval preguntándose si “¿mereció la pena dejar la chirigota por la comparsa?” y confesando que la modalidad de los 15 componentes le tenía “un poco hastiado”.

Echaba de menos el carácter “gamberro y desinhibido” de las chirigotas y admitía que su sufrimiento comenzó “porque me había empezado a picar por conseguir finales y premios”. Era un mar de dudas porque de seguir en chirigota “quizás me habría quemado antes” y si no hubiese “catado la comparsa en toda su esencia, puede que me hubiese quedado algo-bastante frustrado de mi andadura por el Carnaval”

En aquel momento el autor no tenía claro por dónde tirar y esperaba, de cara al Carnaval 2010, que “el aire cálido de la primavera”, el que habitualmente le empujaba a casi acabar sus repertorios para el febrero siguiente, le brindase la inspiración necesaria.

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