'Yo parí a Juan Carlos Aragón', la historia de un mito del Carnaval de Cádiz salida de su puño y letra
Tres años sin El Capitán Veneno
Cuando se cumplen tres años de la muerte del autor del Olimpo carnavalero, Diario del Carnaval recupera la serie de artículos publicados en 2009 donde el propio escritor detallaba su trayectoria
Juan Carlos Aragón vive en sus coplas inmortales tres años después de su muerte
Cádiz/Qué mejor homenaje que, tres años después de su muerte, devolverle la palabra al inclasificable Juan Carlos Aragón. La palabra que tanto amó y manejó a su antojo. Su puño y letra con los que firmaría algunos de los repertorios más logrados del Carnaval de Cádiz y, de paso, una serie de artículos a modo de diario personal que en el año 2009 realizó para nuestro Diario del Carnaval.
“Voy a escribir lo contable y también parte de lo incontable”, anunciaba entonces la sección Yo parí a Juan Carlos Aragón donde el autor de chirigotas y comparsas desnudaba a sus agrupaciones escritas hasta el momento, recordemos, diez años antes de su muerte. Un personal y completo repaso por su trayectoria carnavalesca, “vivencias para tener y otras para borrar”, según el propio testimonio del llorado autor fallecido el 17 de mayo de 2019..
“De mi persona, por suerte o por desgracia, se han dicho muchas cosas –reconocía Aragón en una entrevista realizada por la periodista Alicia Ruiz el día antes de que saliera a la luz el primero de los artículos del carnavalero– pero no todo lo que se ha dicho es cierto”. Por eso, el autor de 'Los yesterday' aceptó aquella oferta de Diario de Cádiz y se lanzó a contar su historia.
Una que se acotaba desde su "prehistoria en juveniles" a 'La banda del Capitán Veneno', que escribía al mismo tiempo que las últimas letras de ‘Los comparsistas se la dan de artistas’, la comparsa con la que Juan Carlos Aragón acudió al Concurso de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz de 2009. Aquí, su legado que se publicó diariamente entre el 24 de enero y el 12 de febrero de 2009 y que a día de hoy mantiene su vigencia, su interés y su emoción, qué duda cabe.
Con la ilusión de siempre...
Pasodoble de 'Los contrabandistas'
Con la ilusión de siempre, comparsa,
este año me presento
con mi alegría y mi farsa
y al sonar de una guitarra
yo le cantaré a mi pueblo
Qué ganitas tenía de Carnaval
de cantar a la tierra mía
con mi disfraz
el ole de su gente dentro de su ambiente
fiesta popular y gaditana
me levantan los vellos de admiración
el caminar demi gitana
qué orgullo presumir de gaditano
qué orgullo presumir
de ser contrabandista y cantar en Cai
febrero está llegando
la tacita reluce como en su vía
las viejas campanillas van redoblando
y en su compás por alegría las olas de la playa
que junto a la Caleta derraman mil piropos
llenos de encanto, llenos de estrella
Cai, la musa de mi sueño
la tierra que yo quiero
la tierra de mi amor (va esta canción)
llena de gaditanismo, de juventud, de tradición
porque es la tierra de la alegría
donde mi vieja a mí me parió.
Con este título, el carnavalero del barrio de La Laguna encabezaba la historia de sus primeros pasos en la fiesta. Fue el primero de los artículos de la serie Yo parí a Juan Carlos Aragón donde confesaba que "después de escuchar a ‘Los mandingos’ me di cuenta de que quería ser comparsista", con lo que en el año 1983 escribió su primera comparsa juvenil, ‘Los contrabandistas'.
El relato en el que también hablaba de la comparsa 'Juerga' y de la chirigota, ya en adultos, 'Los tartajas tajarinas' estaba acompañado, como después lo estarían todos los demás, por una letra y un comentario sobre ella de su autor.
"La verdad es queme da un poquillo de corte que se publique esta letra. Aunque en su día fue, evidentemente, pública, hoy la considero muy privada. Es como sacar del baúl la foto de tu primera novia y enseñarla. Como veis, no dice nada especial, ni especialmente bien dicho. Su único valor radica en ser el primer pasodoble que escribí y canté en las tablas del Teatro Falla con 15 años", dijo.
Dos peasso coro
En el segundo de los artículos de la serie, Juan Carlos Aragón revelaba su pasado corista pero, también, sus muy interesantes años de formación en Sevilla y de cómo se le despertaron los apetitos de la poesía de la mano de Mario Benedetti y Neruda y de su admirado músico Silvio Rodríguez.
Tango de 'El danubio azul'
Cree en Dios si la fe te dura
pero piensa que ya la iglesia no tiene cura (bis)
al nuevo catecismo el cristo mismo crucificado
de repaso le echó un vistazo y de sus clavos se ha descolgao
en mayúsculas pone claro no matarás
pero claro, pero claro es cuestión de interpretar
el no matarás es relativo
porque habiendo motivo ya la guerra tiene cuelo
que el reino de la tierra vale más que el de los cielos
el nuevo mandamiento se llama impuesto sobre la renta
los ángeles de hacienda recaudarán
si hacienda te manga si hacienda te manga
tu cállate y paga como Dios manda.
En el juicio final con los pecados nuevos
qué cachondeo se va a liar
esas almas en pena abarrotando los confesonarios
reconociendo que un día leyeron su horóscopo en el Diario
si con esto escandalizamos
nos confesamos ora pro novis
y gritamos que viva el papa!!! Tapa de papa con ali-oli, ali-oli
'Estamos en Babia' y 'El danubio azul' fueron los coros en los que colaboró el coplero junto a su amigo Rafael Llompart. Y aunque su futuro no estaba allí, de esa experiencia sacó dos peasso coros. "Con el primer peasso, hice mis dos primeras chirigotas; y con el segundo peasso, la tercera, la cuarta y parte de la quinta", confesaría.
Esta pieza fue acompañada por la letra de uno de los tangos que hizo para 'El danubio azul' del que diría: "La razón es la única facultad que nos distingue de los animales; aunque a algunos animales de los nuestros no les distingue facultad alguna. Entre ellos, reservo un apartado especial para los que nos enseñaron el catecismo; y otro, para los que nos lo cambiaron. La común unión de los cristianos provocó que yo dejara de rezar. AMEN".
Como la torre de preferencia
Archiconocida fue la promiscuidad de Juan Carlos Aragón en cuanto a las alineaciones de sus formaciones, pero en la tercera entrega de sus memorias para Diario de Cádiz llegó a confesar que el mejor grupo de su trayectoria hasta entonces había sido el de la chirigota 'Un peasso coro' por una sencilla razón: "Es muy difícil llegar tan lejos cantando tan mal".
Cuplé de 'Un peasso coro'
Hay que ver lo difícil que se han puesto los trabajos
Pero a mí que más me da si yo vivo del... subsidio
Te piden coche propio, piden experiencia,
y te piden cultura y te piden presencia.
Yo ni tengo coche ni tengo experiencia
Ni tengo cultura ni tengo presencia....
pero tengo un nabo como la torre de preferencia.
(Estribillo)
Qué peasso coro tan chiquitín,
Qué peasso coro tan vacilón,
Con su botellín chín chín, vino peleón.
Con esta agrupación nació realmente el Juan Carlos en estado puro y salvaje que, durante todo su recorrido posterior, intentaría educar y refinar. A 'Un peasso coro' dedicaría el autor una página completa donde también tendría cabida uno de sus cuplés más emblemáticos que se ocupó de comentar de esta manera:
"Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, dice el refrán. Pero como yo no soy conformista, entendí que era mejor darle la vuelta al refrán: Dime de lo que carezco y te diré de lo que presumo".
Qué guay, picha
Pasodoble de 'Los tintos de verano'
Cuando unos padres escogen
un nombre para su hijo
y santifican su nombre
con un peasso bautizo
Van y le ponen Christians
pongamos por ejemplo
celebran la eucaristíans
pá k le digan Christians
cuando salga del templo
Y es un nombre sagrado
es Christians pá cualquiera
así lo han bautizado
y aunque es un poquito hortera
ese es su nombre en verdad
Y es muy triste pá unos padres
y pá unas madres oír después
que en vez de decirle Christians
coja y le digans ¡cabesa que!
Por favor no le pongáis
más nombres guais a los chiquillos
Y de una ve se enteráis
de que aquí estamos en Cádiz
y todo el mundo se llama
¡Quillo!
Con un mensaje subliminal "muy borde" implícito, una afrenta contra "la primera estúpida generación de la degeneración", la del botellón, en 1995 Juan Carlos Aragón sacó ‘Los tintos de verano'.
El pasodoble del barrio, el cuplé al cartel del Carnaval, copla antimilitarista a los Cuarteles de Valerita... Mucho, pero que mucho, dijeron esos 12 tintos sacados de la imaginación de un autor que contaba con 27 años, muchas ganas de pasarlo bien pero, también, de ir dejando su huella. Todo eso lo contaba Juan Carlos en un artículo trufado de anécdotas personales.
"Una de las claves de la autoestima de un chiquillo radica en su nombre. Nunca entenderé qué pasó por las cabezas de aquellos padres que decidieron bautizar a sus hijos con un nombre judío. Pero Palestina vencerá", dejaba como comentario (lamentablemente, todavía tan actual) Aragón sobre el pasodoble que completaba la página.
El otro peasso de coro
Primera gran final, primer matrimonio y primer cambio de grupo. El año de 'Los guiris' fue señero en la trayectoria de un coplero que decidió tomarse "más en serio" la vida y el Carnaval.
Pasodoble de 'Los guiris'
Si tú supieras
mi españolito
lo que los guiris
Piensan de ti
Si tú supieras
Que a ti
aún se te imagina
con el mundo por montera
Y una guitarra tocando
porrompopera porrompopera
Se sabe que
por un hotel
pasó un españolito
porque en la habitación
sólo quedó la habitación
El español en la cama
es un machote ideal
pero es más grande
la fama que lo debe aguantar
Y en la frontera
to se echa abajo
Y va al carajo todo el camión
Mi españolito esto es así
aunque te sientas más europeo
a Europa todavía le sirves
de cachondeo.
Al menos, eso relataba en la entrega del 28 de enero de Yo parí a Juan Carlos Aragón donde el autor tiene bonitas palabras de amistad para Joaquín Revuelta ("de la poca gente de la que puedo presumir de haber conocido y haber mantenido una amistad real, más allá del carnaval, es de Juaki") y de admiración para Lali ("uno de los hombres que canta, toca, dirige y manda mejor en Cádiz"), además de explicar el parecido de su pasodoble con el de 'Los Cristobalitos'.
De la letra de unos de esos pasodobles, el que adjuntaba en la página, hablaba así: "Una de mis mayores frustraciones ha sido la de no haber podido tener nunca una patria de la que sentirme orgulloso. Y es que, Guerra Civil aparte, el españolito castizo ha hecho mucho el chorra allá por donde ha ido; y, durante largos años, ha presumido a los cuatro vientos justamente de aquello por lo que era el cachondeo de Europa. Menos mal que se ganó la Eurocopa este año".
Yo que tú no lo haría, forastero
"Un palo", escribía Juan Carlos Aragón al recordar a sus duros pistoleros del cercano Oeste a los que daban vida los integrantes de 'Kadi City, ciudad sin ley'. "El día después del cajonazo la depre me tuvo en la cama hasta por la tarde, que llegaron a mi casa el Yuyu y El Libi, que también se habían quedado fuera de la final, con media botella de anís", confesaba la bonita manera en la que superó el bajón de quedarse fuera de la Finalísima de 1997.
Pasodoble de 'Kadi City, ciudad sin ley'
Si Cádiz por fin fuera cantón independiente
para gobernar una republica de barcas,
dándole la espala a su maldito continente
y la dejaran siempre junto al mar si tocarla.
Si pudiera hablar con la otra orilla
y recogiera los vientos que soplan de las Antillas.
Yo por mí arrancaría su morada bandera,
y honda la clavaría en la playa la Victoria
pa que todo el mundo la viera.
Mi bandera enredadita en una caña de pescar,
Qué playita, qué victoria, qué país y qué bandera,
alargando su frontera hasta los límites del mar.
Tierra, tierra, tierra de los gaditanos,
yo tiré la piedra y enseñé la mano.
Tierra, tierra, tierra... pero no tiemble usted
que no hay patria que valga una guerra,
aunque con Cádiz no sé...
Una presentación inolvidable y unos pasodobles tan adelantados a su tiempo como el de 'Un día unos padres preocupados me dijeron...' tejían un repertorio que, a pesar de no tocar la gloria del Concurso, se quedó agarrado a la memoria de todo buen aficionado al Carnaval.
Entre esas poderosas letras de gatillo rápido, el chirigotero eligió el pasodoble de Cádiz como cantón independiente para adjuntar a sus recuerdos escritos explicando que: "Aunque hoy día pienso que los nacionalismos exaltados son horteras y retrógrados, en aquella estaba convencido de que Cádiz era tan distinta al resto del mundo que debía, por derecho natural, ser un cantón independiente, aun sin estar convencido de que la independencia de Cádiz mereciera una guerra. Por eso escribí este pasodoble
que tanto caló en el gaditanismo patrio".
¡AVE... si conviamos!
Llegaba el año 1998 y Juan Carlos Aragón alcanzaba la madurez compositiva en los pasodobles con una de sus músicas más recordadas, la de 'Las ruinas romanas de Cádiz'. Una chirigota de la que el propio autor confesaba en su artículo del 30 de enero que "El hecho de llevar unos pasodobles de los mejores que he hecho en mi vida provocó que se nos mirase más como una comparsa que como una chirigota, lo que nos perjudicó bastante".
Pasodoble de Las ruinas romanas de Cádiz'
En el norte los del norte
Tienen una condición
Que en el sur no la tenemos
En el sur a los del sur
Puede ser que nos importe
Las cosas un pocomenos.
En el norte la miseria no se ve
Porque va dentro del hombre
En el sur no hay más miseria
Que tener en el norte a los del
norte.
En el norte mandan blancos
Con los corazones negros
En el sur mandan los negros
Con los corazones blancos.
En el norte los del sur pasan frío
En el tren en la ciudad en la gente
En el norte sale el sol escondio
El norte es rico pero aburrio
El sur es pobre pero caliente.
Mientras el norte fabrica
Las bombas que tiran los criminales,
El sur aguanta fatiga
Tragando saliva con ferias y carnavales,
Yo soy del barrio bendito
Del sur infinito de Andalucía,
Donde la reina alegría
Jala de los corazones.
Y cuando digo del sur
Gaditano y andaluz
Miro al norte yme
Los paso por to los…rincones.
Esto, sin embargo, no significaba que el humor fallara ese año. Ni mucho menos, ya que queda muy claro que 'Las ruinas romanas de Cádiz era una gran chirigota. De hecho, uno de los cuplés más míticos de Aragón es el de la Blanca Paloma. Un cuplé del que confesaba que "además de gracioso, tenía ese punto escandalizador de mentes puritanas que tanto me pone".
Fue un año de incorporaciones importantes en el grupo, ya que se unieron gente conocida de la fiesta como el Libi, Pati, Ignacio, Juan Fernández y Javi Bohórquez, con el fraguó un enorme matrimonio carnavalesco que ha durado hasta 'La gaditaníssima'. Sin embargo, a pesar de ser una agrupación muy recordada, todo acabó en otro cajonazo que provocó un nuevo cambio de rumbo en su trayectoria.
De todo el repertorio, la letra más recordada es el pasodoble 'En el Norte los del Norte', del que Aragón comentó en su página que "hice una recreación del conflicto ético-político internacional Norte-Sur. Pero hubo quien pensó que el pasodoble iba dedicado a los vascos y a los catalanes. Por eso, ni nos dieron el Premio Andalucía, ni ná. Ese año no di una. Pero ahí quedó para la historia".
Y menos trabajo... y más carnaval
Y la gente que no se reía los ensayos... De 'Los Yesterday'... Sí, señor, con "incertidumbre". Así vivió el autor, y así lo rememoraba diez años después, un 31 de enero de 2009, la preparación de la que fue una de las agrupaciones que ocupa un lugar destacado en el Olimpo de las chirigotas de todos los tiempos.
Pasodoble de 'Los yesterday'
Será porque me haces libre
en una tierra de esclavos,
será porque por tu boca
sale el grito de mi pueblo,
que distingo en el ruido
tu latido de madera
y mando callar a Dios
para oírte, compañera.
Guitarra de carne y hueso
del árbol de Andalucía,
pareces, amada mía,
una virgen sin corona,
una mora sin turbante,
una bruja sin melena,
una reina sin diamante
y una esclava sin cadena.
Si te amarro contra mi pecho
es porque mi brazo derecho
sólo quiere escribir tu nombre,
agarrarte multiplicado,
ensuciarte con el pecado
y beberte como los hombres,
arañar tu vientre profundo
y pisar los charcos del mundo
codo con codo, caminando,
abandonar la palabra y el mar
cuando salga la luna,
regresar al viejo bronce de tu
piel
calentita y carbonera
para morir y perder
con mi guitarra, mi compañera.
"En los ensayos, cuando la gente venía a escucharnos no se reía ni aunque le hiciéramos cosquillas. Menos mal que la última semana se produjo un monumental giro de tuerca", explicaba Juan Carlos Aragón que contó con detalle todo lo vivido en el último Carnaval del siglo XX del que se despidió por todo lo alto (y al que dedicó un pasodoble para enmarcar). "Después de aquello pude perfectamente haber dejado el carnaval, pues nada de lo que vino detrás fue mejor. Pero fue mayor la gula y seguí", reconocería.
Para acompañar el texto, el coplero eligió la letra del pasodoble con el que iban a concursar al certamen de Coplas para Andalucía... A él le gustaba más: "Éste era el pasodoble con el que íbamos a concursar a los premios de las Coplas por Andalucía. El grupo me pidió que, si podía, trajese otro más “popular”, porque éste estaba muy subidito de tono, literariamente hablando, y la gente no lo iba a pillar. Al final accedí y traje el de Blas Infante. Pero por muy acertado que fuera el cambio, yo me quedo con el aquí presente".
Ni esto es flamenkito ni esto es ná
Con 'Flamenkito apaleao', su autor confesaba que se metió en la Final "a lo justo" ya que aquel año pasaron seis chirigotas y su propuesta quedó "en un extraño cuarto lugar", extraño, aclaraba, "porque fuimos séptimos todo el Concurso".
Cuplé de 'Flamenkito apaleao'
Los pitbulls terry son bonitos, los pitbulls terry preciosos,
pero son pitbull y como pitbull son bastante peligrosos.
Pero en verdad no son los pitbull, los peligrosos son los dueños,
yo tengo pitbull, pitbull terry y hace lo que yo le enseño.
Mi suegra que es igual que un trailer
y tiene to la cara y anda igual y habla igual
como un rottweiler.
Le dio un bocado a mi pitbull por la espalda
y mi pitbull de respuesta,
como yo le he enseñao se cayó
y haciendo así se dio la vuelta...
cogió un papel le escribió un cuplé y la dejó muerta.
(Estribillo)
Y' anda, y' ole,
Mira, toma...primito
Que ni esto el Flamenkito
Ni esto es ná...
Tran, tran, tran....
Y' esto es...Carnaval, Y' esto es...Carnaval.
Extraño también fue para Juan Carlos Aragón intuir, y finalmente saber, que “hiciera lo que hiciera, no competiría con las chirigotas de ese año, sino con Los Yesterday”, explicaría en el artículo con el que inauguraba el mes de febrero de 2009.
'Flamenkito apaleao' también encierra otra particularidad, el estreno de una larga relación cupletera, la de Aragón y las suegras: "Hay gente que tiene suerte con su suegra y gente que no. Yo soy tan vulgar que no la tuve. Pero no por ello, mi relación cupletera con ella/s debe entenderse como una cuestión personal. Siempre he visto en la suegra un filón para los cuplés, como lo he visto en una vecina que no existe. Con este estrené el primero de una larga serie. Quizás no sea el mejor, pero es el que contiene menos mala leche".
Como te coja en mi barrio
Pasodoble de 'Los panteras'
Yo no sé si soy ateo
si soy ateo, si soy ateo
Porque yo nada más que creo
en Camarón
Yo no sé si soy ateo
pero pa mí vale antes
Una llave del reino del cante
Que la del reino de dios
No hacía falta que se la dieran ya la tenía
Fuemesías y patriarca
Por eso nació con ella
Y con ella moriría
Se la hizo Luis su padre
Que pa eso estaba en la fragua
Escuchando como el agua
La voz de Juana la madre
Se la hizo Luis su padre
Pa que abriera Camarón
To lo que él iría encerrando
Porque no era de Sevilla,
Porque era de San Fernando
Porque era de San Fernando
Y los gitanos de Andalucía
No estaban cuantito se la dieron
Porque las sillas las repartían
Entre políticos verbeneros
Y los gitanos de Andalucía, los gitanos
Primitos míos hoy todavía no saben
Ni yo tampoco sé ni comprendo
Que ese cabezón cambembo
Ese Manolito Chaves dijera a Chispa has llegado tarde
cuando tarde lo que ha llegado es la llave.
Apología del código de honor de la calle, del que mira de frente y se quiere comer el mundo. Apología del macarrita y de la marca de barrio, eso fueron 'Los panteras' de un Juan Carlos Aragón que, por primera vez, tuvo que repartir su tiempo entre dos agrupaciones, su chirigota y la comparsa, su primera incursión en comparsa. El autor recordaba esa experiencia que después mantendría durante un periodo de tiempo.
En el artículo el coplero reconocía que "en la chirigota surgieron los celos porque la comparsa pudiera atraer más protagonismo a causa del morbo que despertaba en el Concurso", con todo, Juan Carlos siempre tendría a 'Los panteras' un cariño especial porque, en su opinión de entonces, llevaba "la mejor música de pasodoble" que había hecho hasta el momento, por "la forma de cantar del grupo" y "de interpretar" y "de manera muy particular, con el monumental punteo que hizo Ismael a lo largo de todo el repertorio". Para él, "el más completo de la historia", se atrevió a poner negro sobre blanco.
Para su página de aquel día en Diario del Carnaval, el protagonista de la serie escogió la letra a Camarón: "Camarón, junto con Silvio Rodríguez y Bob Dylan, ha sido el gran ídolo musical de mi vida. La concesión de La Llave del Cante llegó muy tarde. Pero lo que me fastidió no fue eso, sino que convirtieran aquel reconocimiento en un acto institucional para que los politiquillos se pusieran medallitas, cuando no tenían
nada que ver con Camarón. Sinceramente, aquello me tocó los huevos".
La condena de ser comparsista
Presentación de 'Los condenaos'
La luna me está mirando
Y acariciándome el pelo
Y yo le he dicho que el cielo
Puede quedarse esperando
La luna me está sintiendo
Bajo su octava costilla
Y con su luz amarilla
La luna me está diciendo
Yo sé que te están condenando
Te están condenando, te están condenando
Porque las cosas, niño, que tu dices
Las dices cantando, las dices cantando
Y si cantando las digo
Las oye la luna llena
Y si por eso hay condena
Yo no le temo al castigo
Y si por eso hay condena
Yo no le temo al castigo
La condena de los besos largos
En la plaza de las catedrales
Adonde el vino sabe amargo
Y amarga amores inmortales
Inmortales condenas de encargo
De besos largos en nuestros portales
Queme condenen si es pa algo
Y muera por los carnavales
Carnavales de los besos largos
Carnavales mortales condenas
Carnavales risas por encargo
Y por encargo besos en nuestros portales
La libertad está pa algo
La libertad, los carnavales.
El año 2001 marcaba todo un hito en la trayectoria carnavalesca de Juan Carlos Aragón y en la historia del Carnaval de Cádiz. Juan Carlos Aragón, de reo, a punto de ser condenado en la horca, cumplía su gran sueño infantil, hacer una comparsa. "Y encima con el grupo que más me había enamorado cantando en los últimos años", apuntaba en el artículo publicado el 3 de febrero, el grupo que hasta entonces había puesto en escena las letras de Antonio Martínez Ares, el grupo liderado por Subiela.
El morbo estaba servido, pero también la exquisitez y la altura de conceptos y lírica. 'Los condenaos', toda una declaración de intenciones en las que el autor iría profundizando en sus propuestas posteriores, vino a sacudir el Concurso y Aragón a propiciar algunos de los más bellos duelos, junto a Martínez Ares, que ha vivido la comparsa en el Carnaval de la era moderna.
"Ésta no sé si ha sido mi mejor presentación en comparsas. Lo que sí sé es que una noche se me desbordaron la guitarra y la pluma (a la de escribir, me refiero), y disfruté componiéndola infinitamente más de lo que nadie haya disfrutado escuchándola. Aún no la entiendo. Por eso me sigue gustando tanto", dejó dicho Juan Carlos sobre esos primeros versos que se escucharon en el Falla de su comparsa.
P.I.C.H.A. es de Cádiz
Pasodoble de 'Vota P. I. C.H.A.'
Cuando en el 82
Tus diez millones de españoles
Te regalamos el agua
Pa que tu rosal creciera
Te brindamos la ilusión
Repartida en diez millones
Un pueblo con dos cojones
Dos coronas y dos banderas
Y al final la cara rota
Nos metiste en la OTAN
La primera vez que yo voté que no
Luego temor dí las uñas
Viendo como a Cataluña
Le dabas lo que te di yo
Y pa con los terroristas
Fuiste otro terrorista
Con las pistolas de los dos
Y encima los banqueros
Nunca ganaron más dinero
Que con los gobiernos tuyos
Hasta que nos enteramos
Que la rosa entre tus manos
No era más que un capullo
Y como el pueblo es sabio
Ni tu labia ni tus labios
Ni a la clara ni a la sombra
Ya no vale que te escondas
Y para que sepas tu deuda
Medio pueblo te recuerda
Que con to lo que te hemos votado
La derecha te ha ganado
Y te has cargado a la izquierda.
"La guerra de celos con la comparsa prosiguió, más aún después de que un cuplé de esta última provocara una helada acogida a la chirigota, que se metió en la final para ser quinta", encabezaba el autor los recuerdos de su chirigota 'Vota P.I.C.H.A.'
En el texto, Aragón repasa el frío recibimiento por parte del público, cómo se desanudaron las tensiones y los fallos durante el pase. Habla del inevitable desenlace ("chirigota me planteó que, si yo seguía escribiéndole a la comparsa, ellos no salían conmigo") y de como cada uno se fue por su lado "sin el menor mosqueo".
Otros ¿lazos? se rompían con esta chirigota. O eso creía Juan Carlos Aragón: "Dicen que con el franquismo acabó la censura. Yo, ideológicamente, y asumiendo mis humanas contradicciones (¿quién no las tiene?), siempre me he posicionado a la izquierda de la izquierda. De hecho, el PSOE nos contrataba a menudo para sus mítines de campaña y otros actos políticos. Pero desde el 2002, ya no lo hizo más. Y digo yo ¿sería por este pasodoble?"
Volver al paraíso
Pasodoble de 'Los ángeles caídos'
El vino es inteligente, el vino viste de rojo
El vino cierra los ojos, el vino habla y no miente
El vino tiene coraje, por eso vive encerrado
Y con tu cara de ángel
Hizo contigo el pecado
Eres fruto de la fruta
De la Viña nuestra, viña que no es barrio
Pero lo parece porque la trabajan
Descalzos los hombres
Y eres sangre derramada
Sobre nuestra mesa
Dándole color a los manteles blancos
Donde vive el pan, el pan tu compañero
Eres la revolución
De cada mediodía
Y eres de mi mediodía
El más arrabalero
Contigo tuve el mundo
En mi hueso profundo
Contigo fui valiente
Le dije a la gente
Que tú eras mi hermano
Contigo fui culpable
Divino y miserable
Contigo fui canalla
Hasta que en las murallas
Nos enamoramos
Contigo tuve tanto
Para calmarme la sed
Que sin ti no sé cumplir ni un solo mandamiento
Y tan solo me arrepiento
Deque no he podido beber.
"Recuerdo que la primavera de 2001 fue una de las épocas más críticas de mi vida a nivel personal (...) producto de aquellos espantos y decadencias, me sumergí en la confección de la comparsa más compleja y profunda que he hecho: ‘Los Ángeles Caídos’", analizaba, y acertaba, su creador que el 5 de febrero dedicó su espacio de Yo parí a Juan Carlos Aragón a su primera gloria en comparsa.
Un primer premio que el autor intuyó "desde que empezamos a montar los primeros compases", aunque lo que no imaginaba era "que un primer premio se pudiera rodear de tantas turbulencias y episodios amargos". De todos ellos, especialmente, de "la guerra" de su grupo con la comparsa rival, escribió Aragón en este artículo en el que confiesa que se avergonzó "de ser carnavalero, tanto por haber entrado al trapo de una guerra que no era mía, como por la reacción del público". De hecho, autor y comparsa tuvieron que salir del Falla "escoltados por 20 policías" la noche que cantaron el dichoso cuplé.
No, no escogió esa pieza Aragón para acompañar el artículo sino el "mejor" pasodoble, a su juicio, que hizo ese año: "La Oda al vino, de Pablo Neruda, ha sido uno de los poemas que más me ha emocionado de cuantos he leído. Respetando a la autoridad, creí que todavía era posible abordar al fruto de la vid desde una perspectiva paralela para cantarla en carnaval. Y aunque el grupo decidió no cantarlo, para mí fue el mejor pasodoble que hice ese año. Un trago y salud".
Mi piel es mi tierra
Fin de un ciclo, el de Juan Carlos Aragón con el grupo liderado Ángel Subiela, representa la comparsa 'Los americanos’ a la que su ideólogo dedicó el artículo publicado el 6 de febrero en este periódico.
Pasodoble de 'Los americanos'
Hay amores que nacen en primavera
Hay amores que estallan en carnavales
Hay amores malditos pero inmortales
Y malditos amores que ojala no hubiera
Y amores que se mueren y resucitan
Que lo mismo cautiva que te desatan
Y si es verdad que hay amores que matan
Seguro no habrá nunca muerte más bonita
Pero hasta los amores ya se van con estos tiempos
Y estos tiempos qué saben de amores
Que son más fuertes que el viento
O será que los tiempos de ahora han tenido la suerte
De fabricar sin dolores
Amores más blandos y vientos que soplan más fuerte
Por lo menos ya la muerte
No será de un mal de amores
Pero el tiempo más grande que hay es el del amor
Si es amor infinito
Y yo que lo tengo no lo cambio
Ni por otro amor ni por un continente
No lo cambio porque en este mundo
No hay nada más puro que pueda encontrar
Y aunque a veces me haga ser esclavo
Tampoco lo cambio por mi libertad
Si la muerte tiene que llegarme un día
A dios le pido que me lleve entre sus brazos
Que si muero por amor
me sobrará la otra vida.
"La falta de sintonía de aquel año quedó patente desde el principio, aunque al final el amor propio de todos nos hizo sacar una comparsa que fue primera hasta la última función", relataba Aragón al que le costó "la misma vida" que la agrupación viera el tipo de ‘Los americanos’. Es más, describía el autor "el ambiente enrarecido" con la formación que incluso "conociendo el pasodoble desde el mes de junio y llevando más de un mes de ensayo, quisieron que les trajera otro pasodoble". Petición por la que no tragó quedándose la melodía original. Eso sí, también reconocía el coplero que no estaba pasando por un buen momento personal y que eso afectó a la relación.
"Digo por ahí que el pasodoble de ‘Los Americanos’ no era un pasodoble en sí, sino una canción adaptada. Prueba de ello son estos versos en los que reivindico la pureza y la atemporalidad del amor cuando se escribe con mayúsculas. Muchas veces me han preguntado cuál fue la musa. Cuando el amor se escribe
con mayúsculas, la musa es el Amor Mismo", dejó escrito sobre el pasodoble que completaba su relato.
La única sangre que bebo
"Hoy empieza una nueva era. Era que puedo denominar con todo derecho la de mi comparsa, propiamente dicha". Aragón empieza así sus recuerdos sobre 'Los inmortales', "una de mis comparsas más emblemáticas", apuntaba, pero que se quedó fuera de la final: "La reacción del público quedó por debajo de las expectativas. No se enteró de ná y el jurado, menos".
Pasodoble 'Los inmortales'
Yo me enamoré de ti
Por culpa de los Carnavales,
Desde entonces no sé si vivir
O morirme a raudales
Pero ya me enamoré
Y como con los corazones
Nunca ganan razones
Mis razones las voy a perder
Ya sé cuál es tu ventana
Por si se abre algúndía
La luz de cada mañana se meta
en tu cama y te de la alegría
Y con las manos vacías
Abras la que yo sabía que fue
tu ventana
Y si pa mi gaditano
Algún diíta la abres
Que sepas que yo tu mano
No se la pido a tu padre
Tu padre tiene la suya
Así que puestos a pedir
Si yo pidiera la tuya
Como es tu mano y es tuya
Te la pediría a ti
Te estoy pidiendo la mano
Dámela por Carnavales
O me chivo a tu padre
Y le digo que te amo
Y que pa colmo de males
Salgo en Carnavales
Y soy gaditano
Aragón conforma el grupo con componentes de sus anteriores chirigotas y jóvenes que vienen de las comparsas de Jesús Monge. "Con ese grupo, la única dificultad que tuve fue intentarlos hacer cantar como yo quería, como siempre se cantó en Cádiz, rapidito, a contratiempo y sin meter la voz. Lo que ocurría es que desde hacía dos décadas, en Carnaval se había introducido una corriente rociera que puso de moda el cante lento, a compás, espeso y chillado, y para estos chavales era el único referente que había", cuenta.
Confiesa que le "fastidió ver la final por la tele", aunque se consoló con 'Los veteranos del Vietnam' (chirigota con letra de José Manuel Sánchez Reyes y música de Aragón), porque, además, el autor encuentra musa real ese año, "y eso es lo mejor que te puede pasar a la hora de escribir". "Como digo por ahí arriba, lo mejor que te puede pasar al escribir es que las musas sean reales, que estén contigo y que duerman a tu lado. Esa declaración es especialmente sentida y juvenil, y si observáis alguna imprecisión es porque no la escribí yo. Fue la musa, que me agarró de la mano y, de un plumazo, me hizo esto" es el comentario del autor a la letra elegida para ilustra este capítulo.
El más golfo de Cádiz
"Confieso que cuando empezaba el punteao, yo me iba a la Barraca a comprar gusanitos y, cuando
volvía, todavía no habían llegado al trío", ironizaba el comparsista en la página dedicada a 'El golfo de Cádiz', una comparsa de la que no se sentía "especialmente orgulloso".
Pasodoble de 'El golfo de Cádiz'
Corazón, tengo un corazón dividío en dos partes:
las cosas con arte y las cosas con gracia.
Corazón, es un corazón que cuando se desboca,
se me vuelve loco por su chirigota
y por su comparsa.
La chirigota fue
como su mujer
su más fiel compañera.
Siempre la tuvo a su vera y le hizo reír,
siempre caminó con él cantando sus verdades…
con ella conquistó su reino en carnavales.
Ay, pero un día
entro en su vía
una comparsa,
porque en la casa de las pasiones
el arte, cuando pasa,
desata corazones...
Y loco perdío,
corazón mío...
¡maldita fuera...
y que no viera
que estaba loca...!
Con lo feliz que era
él con su chirigota...
Corazón, tengo un corazón dividío en dos partes,
y cuando reparte el amor se arrepiente,
porque entonces siente, llenito de espanto,
que está abandonando a su novia primera...
por puñalás trapera y mundos de mentiras,
mentiras que por su boca
se pierden y equivocan
hasta a mi corazón... (corazón, corazón)
Antes de reventar, yo sé que volverá junto a su chirigota...
junto a su chirigota.
A sus luces y sombras, y a las luces y sombras de la etapa personal golfilla por la que atravesaba también dedicó Aragón unas líneas en el artículo donde confiesa que lo mejor de ese Concurso fue el pregonero: "Menos mal que el insufrible tedio de aquel año lo alivió el pregonero, un tal Alejandro Sanz que era coleguita mío y que me había paseado dos canciones por los cinco continentes".
Quizás y a lo mejor, sólo a lo mejor, esa insatisfacción con la comparsa se vio reflejada a la hora de escoger una letra para rematar la historia, ya que Juan Carlos nos envió el pasodoble que dedicó a la chirigota con un desenlace, que contemplado desde el triste presente, nos ofrece, al menos, algo de paz: "El mundo del coro me gustaba poco; el de la chirigota, mucho; y el de la comparsa, nada. Eso no quiere decir que no me guste la comparsa. Es su mundo lo que no me gusta. Y, aunque con el tiempo, haya aprendido a hablar el idioma de ese mundo, tengo nostalgias de mi país, de mi lengua madre y del rollo con mis paisanos, que estaban más sanos y no llevaban puñales encima".
Y seguí haciendo el paria
Pasodoble de 'Los parias'
De toas las que yo vengo a verte,
prefiero las noches de mayo:
entra el deseo como un rayo por las ventanas de Poniente,
tu sábana está más caliente
y luego no hay ningún ensayo.
Y además, te tengo desde que se va
el sol hasta la madrugá,
tu sábana está más caliente y luego no hay ningún ensayo.
Ay, nunca sabré
cómo pasas las horas cuando yo no estoy;
si te acuerdas de mí
y cuanto te consumes por volverme a ver.
Yo sé que te dirán:
“pídele por tu amor que deje la comparsa,
que lo mismo que te canta a ti
se lo canta a la primera tonta que pasa”.
Mas tú no consientas que nadie
se te pare en la calle
y te hable de mi, que
yo no le temo al castigo...
Pero tú dile que es mentira
y con las bombas que me tiran
los payos y los fanfarrones,
cógete bien esa colita,
que es más moderna y más bonita
que “toítos” los tirabuzones...
Yo sé que a ti las malas lenguas del lugar
le andan contando la leyenda de una noche en carnaval
que, por una copla como esta, un comparsista
abandonó y traicionó a su amor primero.
Y no seré yo quien te pida perdón por él
porque mi cariño es más sincero.
Esto que te canto es pa que el mundo sepa que
te quiero.
Aragón fue “poseído por el espíritu del Ché y su pasión por redimir a la humanidad” y decidió meterse en la piel “del estamento más bajo del extrarradio social, el del paria, el que nada tiene que perder”. Lo que se vio al abrirse las cortinas en el debut de la clasificatoria, según relataba en el artículo, no era lo que Juan Carlos había visualizado en su mente. Veía “a 15 tíos vestidos como si fueran monjes ambulantes del siglo XIII”. Con esto aprovechaba para dar un palo a los artesanos del Carnaval.
El caso es que entendía que la comparsa le entrara a la gente por los oídos, “pero no por los ojos”. De ahí que no se viera con “argumentos” para pedir más “que aquel cuarto premio cagao que nos dio el jurado”. Luego, el verano acabó con muchos problemas en el seno del grupo, como era casi habitual en aquellos tiempos en la comparsa del Capitán Veneno.
“En la entrevista que precedió a estas entregas, dije que contaría lo contable y parte de lo incontable. Pues el pasodoble que aparece hoy pertenece a la otra parte de lo incontable, a la que no se puede contar porque implicarían a terceros de los que ya no tengo ni fuerzas para acordarme”, escribía, intrigante, el comentario de la letra de la página.
Gracias, América
El coplero reconocía estar “un poco harto de ya de comparsas oscuras” y dio un giro a la alegría atendiendo a la petición de integrantes de su grupo que le proponían sacar “algo por Sudamérica”. Sus inquietudes sociales por lo latinoamericano y su amor por el folklore de allende los mares le llevaron a componer una de sus mejores creaciones: 'Araka la Kana'. Era un homenaje a la murga uruguaya más combativa, 'Araca la Cana'.
Pasodoble de 'Araka la Kana'
Hoy toca dar un paso atrás en mis palabras
reconocer que en un tiempo, al fin, pasado…
anduve irresponsable, frívolo y macarra
coqueteando con las dulces garras
de los placeres más envenenados.
Hoy toca dar un paso atrás en mis canciones,
tragarme los cojones que eché sin mirar
y en este canto, maldecirme
por las veces que en peligro fui poniendo a tanta juventud
que ignorante con la droga comenzaba,
mientras yo alegre cantaba…
como un tinto y un romano, como un hippie, como un pantera,
y quitándole hierro a esa fiera de la que decía,
que a su paso la muerte venía danzando a la vera...
Fueron tiempos de locura en los que yo pensaba
que poco importaba cual fuera el camino
si el destino era la felicidad…
Ay, pobre idiota de quien se machaca la sien con veneno y fatiga
secando su manantial, juventud que jamas volverá repetida.
Y si canto esta canción
es para pedir perdón y abrir el corazón a la vida.
Y para ti, si me estás escuchando con tus veinte años lleno de ilusión,
oye lo que te digo yo que le he vendido mi alma al diablo,
ahora que estás a tiempo de entenderlo, ahora di que no...
Que yo estoy vivo, ay...
y de milagro.
Contaba Aragón que fue la comparsa “que menos trabajo me costó hacer”, coronada con una soberbia actuación en la final a las siete de la madrugada con un público entregado cantando “campeones, campeones”. Y así fue. Primer premio. La comparsa cruzó el charco para contribuir al hermanamiento de los carnavales de Cádiz y Montevido. Este hecho fue descrito así por el autor en este serial: “Solamente por la sensación de sobrevolar en avión tierras charrúas frente al Mar del Plata cobró sentido definitivo todo el tiempo que en mi vida le había dedicado al Carnaval”.
La felicidad se torció porque “hubo gente en aquel grupo que no supo estar a la altura histórica de Araka la Kana”. Tanto fue así que el creador de este primer premio de 2007 aseguraba que “lo de Araka, si hubiese acabado en el momento en que aterrizamos de vuelta en Jerez, habría quedado redondo”.
“Un día maté un gato y me pusieron Matagatos. Yo he consumido drogas, es cierto –quien esté libre de pecados que tire la primera piedra- y las dejé como las tomé: sin darme cuenta. De eso no me arrepiento. Pero sí lo hago de haberle dado un tratamiento tan frívolo a un problema tan serio, con las consecuencias que ello pudo haber acarreado para mi legión de jóvenes seguidores. Nunca máis”, explicó sobre la letra elegida para la página.
Si caminito del Falla...
Pasodoble de 'La banda del Capitán Veneno'
La soledad es testigo de mis castigos y glorias.
Primera de mis amigos, la llevo conmigo igual que una más.
La soledad me hace libre, la soledad no me engaña,
cuando el mundo se va, soledad es la última que me acompaña.
Y es la única hermana que vence a la puesta de sol cada tarde,
la presunta culpable del amanecer sólo ante mi ventana,
la que llena mi cama de amores y niños, de abuelas y padres.
Ay mi soledad,
a nadie nunca como a ti le he sido fiel,
a lo mejor te llevo un día ante el altar,
porque, en verdad, quiero contigo envejecer.
Ay mi soledad, hemos cruzado tantas ciénagas los dos,
tantos secretos que no podemos contar,
tantas palabras que dirían que es amor.
Ay soledad que a tu manera, subes y me das la mano
y así los dos caminamos juntos por la carretera.
Ay soledad, pa mí,
que yo soy un varón, y tu silueta de mujer
tiene el deseo embriagador de otras mujeres
que ya no me inspirarán
estas canciones…
Aunque muera contigo, por Dios, soledad,
solamente te pido …
¡¡que no me abandones !!
Aquí está la comparsa que dio a Juan Carlos su sobrenombre carnavalesco: Capitán Veneno. El pasodoble que evocaba la gran noche de la final de 'Araka la Kana' se filtró antes de que empezara el Concurso y Aragón contaba que “parecía una joya, pero a las primeras de cambio se convirtió en la puta más barata que ha rulado por los móviles de tercera generación”. El comienzo de la copla en preselección motivó una “atronadora ovación”. Mitad porque la mitad del público se la sabía y mitad porque corría el rumor de que la comparsa iba a desechar la tan manoseada letra.
Volvía Aragón a las tablas sustituyendo a un componente que fue “baja a última hora por enfermedad (eso hay que decir, ¿no?)” y bromeaba con su aportación en voces, ya que “ni había ensayado ni me sabía las letras”. Finalmente, contra sus pesimistas pronósticos para una comparsa con la que se conformaba con cumplir de forma digna “pero olía más a madera que en Polanco”, 'La banda del Capitán Veneno' alcanzó la final. Y es que hay veces “que un bronce te sabe a oro”.
Para acompañar su artículo, el carnavalero escogió el pasodoble a la soledad: “A mí me gusta, de vez en cuando, pasar tiempo solo; pero no por enemistad con el mundo, sino por la necesidad de echar ratitos con esta muchacha que me cuida, me cree, me lava, me da de comer y hasta, de algún modo, me masturba”.
Cerrado por vacaciones
En la última entrega de Yo parí a Juan Carlos Aragón el coplero hacía balance de sus años de Carnaval preguntándose si “¿mereció la pena dejar la chirigota por la comparsa?” y confesando que la modalidad de los 15 componentes le tenía “un poco hastiado”.
Echaba de menos el carácter “gamberro y desinhibido” de las chirigotas y admitía que su sufrimiento comenzó “porque me había empezado a picar por conseguir finales y premios”. Era un mar de dudas porque de seguir en chirigota “quizás me habría quemado antes” y si no hubiese “catado la comparsa en toda su esencia, puede que me hubiese quedado algo-bastante frustrado de mi andadura por el Carnaval”
En aquel momento el autor no tenía claro por dónde tirar y esperaba, de cara al Carnaval 2010, que “el aire cálido de la primavera”, el que habitualmente le empujaba a casi acabar sus repertorios para el febrero siguiente, le brindase la inspiración necesaria.
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