El ambigú, el otro ambiente del Gran Teatro Falla
Carnaval Cádiz
Aunque las intrigas de ambigú ya no son lo que era, el coqueto rincón del coliseo sigue atrayendo a políticos, carnavaleros y aficionados
Este año repite MIR Catering, que ya se ocupó de este servicio en 2017
Cádiz/Mitos, leyendas y purita realidad se confunden en la historia de uno de los rinconces más hermosos del Gran Teatro Falla, el ambigú. Una belleza, la del efecto exquisito de la luz atravesando los ventanales, que es complicada de apreciar de noche aunque, bien es cierto, que su fama se la debe a la oscuridad y las sombras. Y, sin embargo, ya sea en su época más taimada como en la más luminosa siempre funciona de tabla de salvación para el aficionado en una sesión floja.
Dicen los viejos del lugar que aquí se han filtrado premios, se han movido los hilos de la fiesta e, incluso, ha sido el escenario para legendarias discusiones. Afortunadamente (¿o no?, dirá alguno) el ambigú ya no es lo que era, ya no es caja de resonancia de fuerzas oscuras, aunque sigue siendo el lugar predilecto para hacer un necesario descanso de coplas.
Carnavaleros, políticos y aficionados comparten el espacio que durante la fase preliminar vive su hora punta "a eso de las nueve y media", asegura Óscar Prieto, encargado de la barra que este año tiene MIR Catering (Manuel Iglesias Ruiz), empresa que ya se ocupó de este servicio en el año 2017.
"Por ahora nos está yendo bastante bien, quizás un pelín peor que en este periodo en 2017 pero, bueno, bien. Sobre todo, se nota mucho cuando actúan agrupaciones de fuera porque viene más gente", detalla el responsable que hace un balance "positivo" de esta fase preliminar. "Aunque sé que en cuartos y demás se anima bastante la cosa".
De hecho, durante la preselección son cuatro trabajadores los que atienden al público, que demanda, sobre todo, "cerveza, mucha cerveza, serranitos y chucherías, que estamos vendiendo bastante", y para fases venideras "ya iremos ampliando plantilla", adelanta.
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