Carnaval de Cádiz
Los premios de la Final del COAC 2025 del Carnaval de Cádiz

Antoñito Molina, pregonero del Carnaval de Cádiz 2025: "Hacía mucho tiempo que no lloraba escribiendo"

El cantante y chirigotero roteño anunciará la fiesta grande de Cádiz con un pregón cargado de coplas y temas inéditos compuestos para la ocasión

"Yo estoy en Cádiz y pierdo el sentío. No cojo ni el móvil. No sé qué es, pero aquí soy feliz“

Antoñito Molina el pasado martes en la plaza de San Antonio, cuatro días antes de su pregón de Carnaval. / Germán Mesa

Es martes por la tarde. El pregonero llega a la calle Ancha después de fotografiarse para esta entrevista en la plaza de San Antonio delante del amasijo de hierros que ya hoy, sábado de Carnaval, se habrá convertido en el escenario de su pregón. Antes de entrar en el señero y gaditano bar Liba, donde se va a realizar la entrevista, Antoñito Molina recibe una carga: “¿Qué has venido a comprobar si están bien los tornillos del escenario?”. Ríe el artista antes de hacerse un selfie con unas jóvenes fans que le han reconocido y dar dos besos a Juani, tía de su buen amigo Añoño, que le muestra en su antebrazo un tatuaje donde puede leerse el título de una de sus canciones más famosas: ‘Me prometo’.

Pregunta.–El cantante roteño busca, para atendernos, un hueco en su apretada agenda, lo que le agradecemos. ¿Cuántas horas está durmiendo estos días?

Respuesta.–Nada. Creo que me pego cuatro horas haciéndome el dormido y después me levanto.

P.–¿Le ha coincidido el pregón con promociones y conciertos?

R.–No, yo paré el trabajo el 18 de enero. Terminé el concierto en el WiZink Center de Madrid y dije a la productora que no cogiera más cosas. Al final he hecho algunas, pero menores.

P.–¿Y a partir del sábado?

R.–Me voy para México otra vez. Estuve en noviembre y ahora me voy otra vez unos 15 o 20 días. Me voy el 20 de marzo después de recoger un premio de Cadena Dial en Tenerife.

P.–Ha pospuesto el horario de la entrevista en media hora porque no le daba la vida. ¿De dónde viene ahora?

R.–Vengo de un estudio de grabación de Chiclana porque en el pregón voy a cantar cuatro o cinco canciones inéditas que solo cantaré, creo, esta vez en toda mi vida. Son canciones compuestas exclusivamente para el pregón. Siendo cantante y músico me apetecía que cuando fuera contando la historia del pregón que el hilo conductor en un momento dado fuera una copla y en otro, una canción. Creo que era bonito que esas canciones se grabaran y se quedaran ahí para toda la vida colgadas en las nubes de Spotify en cualquier plataforma. Cádiz merece que esas canciones, que son piropos a la ciudad, se quedaran grabadas para siempre. Y como no tenía nada que hacer (risas) pues me he metido en el jaleo de grabarlas. Las letras se entenderán cuando se vea el pregón.

P.–¿Todas esas canciones son suyas?

R.–No. Soy un enamorado de las presentaciones de David ‘Carapapa’. Le conozco porque sus niñas han venido a conciertos míos y le pedí que me hiciera una de esas canciones inéditas. Me ha hecho una mini presentación que es un caramelo.

P.–Dijo hace tiempo que quien fuera buscando el pregón de un artista antes de un carnavalero no lo iba a encontrar. ¿Se mantiene esta idea?

R.–Correcto. Soy pregonero del Carnaval de mi tierra y será un pregón de Carnaval donde habrá mucha parte teatral con tangos, pasodobles, finales de popurrí, guasa, humor… y una pincelada de Antoñito Molina pero muy cortita. No, no es un concierto para decir ‘buenas noches Cádiz, qué bonita eres’ y cantar seis temas, decir cuatro cosas más y más temas.

P.–O sea, que se lo ha currado.

R.–Yo no he trabajado tanto en mi vida para un solo día. Me recuerda a un disco que grabé para el que estuve cuatro o cinco meses entregado. Aparte hay gran parte del pregón que me he aprendido de memoria de las veces que lo he leído.

P.–¿Se ha apoyado en alguien para diseñar el pregón?

R.–Sí, en Jesús Bienvenido. Cuando pensé la idea del pregón me acordé de él, sin conocerlo de nada. Me parecía una idea muy Bienvenido, no le preguntes por qué. Así era en mi imaginación artística. Un día le llamé y me tomé un café con él. Solo tomar ese café iba a ser un regalo para mí, porque le admiro mucho. Le propuse si quería aportar algo, ya no solo de creación sino que la historia la hiciera más grande y se la llevara por otros derroteros más gaditanos todavía. La verdad es que he compartido con él siete u ocho momentos preciosos. Él participa en el pregón, es un personaje muy importante del inicio del pregón en el que me apoyo.

P.–¿Dónde se han desarrollado los ensayos?

R.–En varios sitios antes del ensayo general del jueves porque era difícil juntar a todo el mundo que va a participar. Me he ido a los entornos de cada uno de los grupos que estarán.

P.–¿Se puede adelantar quienes participarán?

R.–(Se lo piensa)… sale mi chirigota, un minicoro de Pedrosa, el grupo de Los Pabellones, Ángel Subiela, la cantera con dos chirigotas, las dos ganadoras, y algunas personas más que no son del Carnaval y van a sorprender. No voy a decir más, para que sea sorpresa.

P.–¿Disfraces y escenografía?

R.–Mi tipo lo hace Maura Revuelta. Es un disfraz que con el recorrido del pregón va sufriendo una metamorfosis. Y la escenografía es de Keko Trinidad.

P.–¿Qué es lo que más le ha costado hacer para en este pregón?

R.–Ha habido momentos muy sacrificados, pero los buenos momentos superan a los malos. Hacía mucho tiempo que no lloraba escribiendo. Desde una vez con 16 o 17 años haciendo un tema, con el corazón partido. Y escribir el pregón me ha hecho llorar de emoción, porque me he desvelado algún día a las cuatro de la mañana diciendo ‘ufff, vaya locura en la que me he metido’. Y me he puesto un pregón de alguien que me ha hecho saltar a un documental de Manu Sánchez donde salían hablando el Noly o Antonio Martín. Y yo pensando ‘es que yo soy el pregonero del Carnaval de Cádiz’. Y me sentaba en el piano a componer. Lloraba de emoción recordando estar viendo con mi madre por la tele una final del Falla, la de 1996, diciéndole que yo algún día tendría mi chirigota. Y de repente soy el pregonero del Carnaval. Tengo un audio que guardo en el que tenía un boceto de un tema para el pregón en el que se me oye llorar. Nunca me había pasado. Algo raro pero bonito.

P.–¿Será su primer pregón de Carnaval?

R.–Yo he hecho tres pregones ya, pero, con todos mis respetos, nada como este en cuanto a trascendencia. Entiendo que en esos sitios me llamaron por ser un cantante, igual que en Cádiz, no por hacer diez chirigotas mojoneras como dice el Gago (risas). Soy consciente de que soy pregonero por ser cantante y no por ser carnavalero.

P.–Pero mejor si se dan las dos cosas, ¿no?

R.–Bueno, mejor o peor. Porque tiene uno la presión de quedar bien. Yo quiero vivir toda mi vida con la cabeza alta y meterme en una peña en Cádiz con mi chirigota. Te aseguro que cuando acabe el pregón me podrás decir que no te ha gustado la idea, pero me darás las gracias por querer a Cádiz. Porque eso es verdad. He aprendido a escribir décimas para decirle cosas a Cádiz (se pone a recitar un pasaje del pregón).

P.–¿Un artista de su dimensión mete a su productora en un lío con un embarque de este tipo?

R.–Al revés. Yo no me hubiera metido en este fregao nunca sin la productora. Sentía vértigo de dar el pregón de Cádiz. Y el alcalde se lo comentó antes a la productora, que iba a proponerme el pregón. La productora, que sabe que yo soy gaditano y carnavalero a muerte, creía que me había tocado la lotería. Y yo les decía ‘es que ustedes no sabéis lo que es esto, que no es un concierto más’. Esto cambia mi vida carnavalesca y esto es una responsabilidad muy grande. Esto es pasar a la historia del Carnaval y pienso ‘yo soy un pringao de Rota que ha venido aquí dos veces con su chirigota’. Siendo cantante sin ser carnavalero hubiera sido más fácil. Cantas cuatro canciones y dices al final ‘Cádiz, te quiero’ y no vienes más. Pero yo el año que viene quiero estar aquí otra vez con mi chirigota.

P.–Algunas agrupaciones le han dado caña, sobre todo el cuarteto de Gago.

R.–Me tomé un día un café con él y me lo dijo. Lo entiendo como carga gaditana. A mí me parece ‘age’, qué quieres que te diga. Se sabe perfectamente que soy pregonero por ser cantante y no por carnavalero.

P.–¿Su familia estará con usted en pregón?

R.–No arriba en el escenario, pero estará. Llevo 17 años cantando, 14 peleando y picando piedra, y estos tres años en los que la vida me ha cambiado. E intento llevarme a mis padres a todos lados. A mis sobrinos, mis hermanos. Verlos juntos en Madrid para un concierto es una gozada. Me gusta que disfruten de todo esto, si no no tiene sentido. Cuando acabemos en el pregón nos volvemos a Rota. Desde mi ventana veo Cádiz.

P.–Hacemos las fotos sobre una plaza de San Antonio mojada por la lluvia. Hay partes desfavorables para el día del pregón, lo que siempre preocupa a un pregonero.

R.–No quiero ni pensarlo. El viernes -por ayer- iré a ver al Greñúo, a mi gitano, a pedirle salud y que todo salga bien. Y que me dé fuerzas. Vengo muchos viernes a verlo.

P.–¿Usted por qué quiere tanto a Cádiz?

R.–Uffff, esa pregunta tiene difícil respuesta, pero me voy a tirar de la moto. Yo recuerdo no tener recuerdos, y el primer recuerdo que recuerdo es en una cabalgata de Reyes tocando con mi banda de Rota en 1997. Cuando entré en Cádiz ese día por primera vez y vi los edificios altos de la avenida, creía que estaba en Nueva York. Nos soltó el autobús en la calle Sagasta y fuimos hasta Valcárcel. Michael Robinson era Baltasar y yo ahí creía en los Reyes Magos. Era muy pequeño, el más chico de la banda. Y Cádiz me deslumbró. Debía ser una conexión. Después, recuerdo la primera vez que toqué con mi banda en el Nazareno de Cádiz me supuso vivir toda la madrugada en la calle, cosa que tu madre nunca te deja. Creían que me iba a cansar y Antoñito llegó fresco al Campo del Sur a las seis y media de la mañana. Y recuerdo vez a este hombre, cómo se llamaba… Carlos Ordóñez en Onda Luz presentando el Carnaval. Todo eso me cambió la vida: la Semana Santa y el Carnaval. Mi Virgen de los Dolores. Cádiz me ha acompañado toda mi vida y en la adolescencia me eché aquí buenos amigos. Yo estoy en Cádiz y pierdo el sentío. No cojo ni el móvil. No sé qué es, pero aquí soy feliz.

P.–¿Tocará este año su trompeta detrás de la Virgen de los Dolores?

R.–Si no puedo tocar porque el trabajo me lo impida o por no llamar la atención, que no quiero faltar al respeto al cortejo, me veo como Martínez Ares, buscando un sitito en Jabonería pa verte gitanito bueno. Ni pienso qué haré porque me agobia. Ya no estoy tan pegado a la banda, pero no lo descarto. Lo que no quiero es molestar a mi banda. Podría ir el mismo día con mi uniforme y mi trompeta y tocar sin problemas, pero no me parece justo. Si no puedo estar con mi banda, buscaré a la Virgen por las calles.

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