Mucho artisteo y poco gaditaneo

Me remonto a principios de los sesenta para recordar a un Camarón de La Isla, desconocido entonces, y a un Juan Villar que comenzaba, metidos ambos en faena carnavalesca; el primero en ‘Currillo y sus churumbeles’, chirigota infantil, y Juan en la comparsa ‘Los lunares’ de Enrique Villegas. Años más tarde hicieron su incursión en el concurso Felipe Campuzano haciéndole música a Luis Ripoll, en ‘Salado, dulce y amargo’, y nada menos que el inolvidable Fernando Quiñones (no teníamos parentesco), que colaboraba en la letra del coro ‘Atlántida’. Tuvieron que pasar varios años para que Antonio Burgos hiciera algunos tangos para su coro de la Viña, que lo adoraba.

Todos aportaron en su día a la fiesta, sin buscar protagonismo, sin minutos de gloria ni otros rollos macabeos. Este año he contado seis o siete agrupaciones cuya autoría la firman entre cuatro y seis personas, supongo que alguno habrá escrito cuarto y octavo de estribillo, otro la introducción con el pito, etc.

Yo agradezco en el alma que nuestro carnaval esté tomando dimensión a nivel nacional y que haya aficionados que le encante, pero ojo, esta fiesta es nuestra, y nuestra su idiosincracia. No se puede prostituir, te permitimos que la vivas, que la disfrutes, pero pasar a la cocina, son palabras mayores.

Se nota de un tiempo a esta parte mucho “famoseo” buscando protagonismo, con el único bagaje de saberse el ‘Vaporcito del Puerto’ y ‘Los duros antiguos’, y hay mucha culpa por parte de los medios de comunicación cuando el único protagonista es el que está en el escenario, todos los demás son secundarios.

Solo falta que se nos cuele la llamada Princesa del pueblo, la Bárbara “Reina”, o algunos de los que cosen pa la calle (sin haber salido con el Selu) para rellenar horas en prensa escrita, radio o televisión, y nos quieran dar lecciones, literarias o musicales.

Esto es más sencillo, quizás valga para otros carnavales mas lujosos, pero con menos contenido.

Nuestro carnaval solo se resume con una frase, como diría mi inolvidable Juanito Manzorro: esta fiesta es de gran categoría.