Los auténticos Carapapas

Localidad: Cádiz

letra. José Miguel Choza Camacho y Sergio Guillén Bancalero.

música. José Miguel Choza.

director. Marco Antonio García Grondona.

el tipo. El Papa Francisco, el camarlengo y los cardenales.

En cuartos:

El pobre Papa estaba ya en camita, rezando por todos los cristianos. "Pues haber rezado para que cantáramos más temprano", le contestan los cardenales. Y es que cada vez es más complicado hacer un buen pase cuando se canta a las horitas a las que salen a escena los últimos grupos de las sesiones de esta fase. Tiene su mérito hombre.

El santo padre se sube al balcón de nuevo para introducir los pasodobles en el nombre de "Leo, Diego y María la Hierbabuena" y con el camarlengo a la réplica. En la primera homilía dedicada a Felipe VI (primer pasodoble) le dicen, sin pudor, que devuelva "la Corona". Pero, no se engañen, no es una letra a favor de la República, ni mucho menos. A tenor de lo que cuentan, parece que piden un monarca con más poderes, como los reyes antiguos ("hacer cumplir justicia castigando aquel que roba", "recordar a Cataluña que son españoles"...) bueno y que no sea "borracho como el padre". Oye, que cada uno aquí le canta a lo que quiera. Pero no entiendo mucho el objetivo de este pasodoble. En el siguiente, más claro, los cardenales no le dan lugar al Papa a subir al balcón. Le piden que baje y ellos son los que le cantan. En esta letra, que busca darle la vuelta a aquel pasodoble de 'Los miserables' (Me ha dicho el Santo Padre) ensalzan la figura del Papa Francisco remantando con "a usted ahora le creo". Bastante mejor.

En cuplés vuelve a dejar de lado "el canto gregoriano" para hacerlo en gaditano. En el primero, vuelven a la carga con Cataluña que se quiere separar de España. el remate, sin embargo, es para la alcaldesa, a ver si se independizan "y le coge a la Teo en Port Aventura". En el siguiente (a unos curas no les pega esto) una mujer llega al Vaticano. Si primero es la Petróleo (¿?) después es Belén Estéban a la que le entra el arca de Noé "y Elcano y con todos los kilos de coca". Mejoras en el popurrí. Están mejor pero creo que hasta aquí llegan.

En preliminares:

Un Papa con una sotana con remiendos y un acentazo argentino que ni Diego Armando. El papa Francisco y sus cardenales colocan el balcón de la plaza de "San Pedro de los Majaras" en el escenario del Falla. Un tipo muy elaborado y con detalles simpáticos para un repertorio que, sin embargo, tiene sus luces y sus sombras. Demasiadas parodias sin ritmo, por ejemplo. Tras algún problemilla para entrar en la presentación, elaboran una pieza con varios guiños carnavaleros con su aquel y con pequeña crítica para la iglesia. "Cuando el Vaticano se queda vacío -a la manera de 'Los duendes coloraos'-, cojo del cepillo todo lo que es mío". Entra parodia antes de los pasodobles. "En el nombre de Diego, de Leo y de María la Hierbabuena". Desde el balcón el papa Francisco anuncia el tema de la homilía mientras que el camarlengo le hace la pelota. Bonita melodía de pasodoble, y bien interpretado. Los temas, desiguales. En la primera letra, muy al tipo, trazan el paralelismo entre el Vaticano y el Falla. Cristianismo y Carnaval. Dos religiones. Hablan de "falsos profetas que le rezan al diablo para que el pueblo caiga en su evangelio", de la pregonada "vuelta del Mesías", de "discípulos corruptos" que visten "con opulencia y brillo". Si el dios cristiano derrumbaría el Vaticano, "si fuese Paco Alba, con este teatro lo mismito haría", rematan. El siguiente, quizás, más forzado. Me gusta esa primera parte del pasodoble donde un sacerdote habla sobre su homosexualidad, que en su cama lo que entra es "la oración" y no "los placeres". Pero no entiendo por qué lo compara con un feligrés que maltrata a su mujer. Estribillo pegadizo para el pequeño Nicolás al final de dos cuplés con mejor desarrollo que remate. En el primero si Pablo Iglesias fuera de Cádiz su partido sería "Podemos pero ahora mismo no tengo ganas", mejor que el de Froilán con final para la madre. Me gusta la voz de Raphael como dios en el popurrí. Buscan la complicidad del respetable. Pero regular.