Tú no eres de cádiz

El nivel de las chirigotas que van al concurso cada día es peor. Vera Luque, sin esforzarse lo más mínimo, gana cada año. El Selu, con un repertorio para salir del paso, consigue la fama y los contratos consiguientes. El Yuyu se retiró hace tiempo porque vive y trabaja en Sevilla y participar no le resulta estimulante. Kike Remolino y Juan Carlos Aragón vieron que era más fácil y más productivo el mundo de la comparsa. Los Carapapa, que empezaron con una chirigota a caja y bombo, se han instalado en la comparsa. El hueco dejado por los autores gaditanos ha sido cubierto por otros llegados de Sevilla, lo que antes se llamaba el lolosedismo por Lolo Álvarez Seda. Un guionista de Sevilla que piensa que es gracioso, se pone a hacer un repertorio y, lo que es más doloroso, gana algún que otro premio. Por si fuera poco el público del Falla, repleto de gente llegada de fuera de la ciudad, aplaude a las chirigotas venidas de Sevilla y consideran un drama que no pase la celebrada (a mi juicio de manera inexplicable) chirigota del Bizcocho. Va a hacer falta que el talento que recorre las calles salte al Falla o que vuelva un pelotazo como 'Los Cruzados'. Está claro que es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar. Un pasodoble lacrimógeno está al alcance de cualquiera, un cuplé original y divertido lo saben hacer muy pocos.