La canción perdida

En preliminares

El tipo. Los niños perdidos. las coplas. Marionetas adultas que quieren volver a su niñez. Un llamamiento a despertar al niño que un día fuimos. Un mundo de fantasía para romper con la rutina. Los niños al poder. A pesar de los buenos mimbres del grupo, una interpretación por momentos excesivamente pasional -sobre todo en la presentación- y el barroquismo de las letras hacen que el mensaje se acabe desvaneciendo. En los pasodobles, la música se hace excesivamente larga y plana. Entre la poesía, en la primera letra relatan cómo hicieron suyas las coplas gaditanas. Una religión de gargantas en libertad y una fiesta que forma parte del himno de sus vidas para acabar cantando en el Falla. Caen en el mismo problema en el segundo pasodoble, en el que pasan de las manos de una madre a decir que "quien levanta una mano si no es para peinar sus canas es un mal hijo de puta". Un giro para acabar en el remate con el asunto de la violación de La Manada. Simpaticote el primer cuplé al camino tan largo que han tenido que hacer para llegar a Cádiz sin pasar por Sevilla. Se pierden en el segundo sobre el efecto velcro que se produce al hacer un 69. El popurrí se hace tedioso.

La previa

Se estrena sobre las tablas del Falla este joven grupo de Huelva con algunos años de experiencia en el Carnaval de su tierra. El repertorio corre a cargo de Nelli Conde y Víctor Quintero, que también dirige al grupo.