Chirigota Los morosos
Chirigota de Los Molina
La chirigota de Los Molina de Chiclana confirmó tras el pasado Concurso, en el que fueron cuartofinalistas con 'Los sirenitas', que no estarían en el COAC 2019. Pero por suerte para los aficionados el grupo chiclanero finalmente decidió participar como 'Los morosos', reforzado además con Juanmi Villegas, Fran Salazar y Andrés Cruz.
Actuación en semifinales
FICHA
Localidad: Chiclana (Cádiz).
Letra: Francisco Javier Macías Tinoco.
Música: Manuel Benítez Molina.
Dirección: Francisco Daniel Benítez Molina.
Representante legal: Fernando Jurado Marabot.
En 2018: Los sirenitas (cuartofinalista).
Las deudas se saldan con el compás chirigotero y mucha pasión sobre las tablas. En una modalidad muy abierta, la chirigota de los Molina deja sensaciones dispares en su actuación más importante. Por un lado, los cambios que hacen en la presentación y el popurrí sí surten efecto, sobre todo con el juego que da la cuarteta de 'El perro andalú', ya que empiezan con medio tipo y sin el forillo, pero al final pagan al artesano para dos días -guiño, guiño-. A esto se une una tanda de pasodobles que casa mucho con su estilo. Pero pinchan en los dos cuplés, que son lo más importante para su progreso en el Concurso. Letras bien llevadas en la parte seria. Está por encima el primer pasodoble, en el que aprovechan su tipo para contar todas las deudas que tienen con sus padres por los sacrificios que hicieron por ellos. Una trampa que es la más larga, por lo que no podrán juntar para devolver todo lo que les han dado. Utilizan una rara avis en el actual Concurso al competir con una letra de piropo a Cádiz. Con algunos tópicos, se preguntan que quién paga lo que ofrece la ciudad. Una lástima que no terminen de acompañar los cuplés. Mejor el desarrollo que el remate del primero a uno al que le dicen que le van a pagar cuando salen de penitente el Jueves Santo. Sin embargo, no saldan la deuda por haber costeado la Santa Cena. Bastante más flojete el segundo a su miedo a que se les partan los calzoncillos al ir sin pantalones. Por ello, piden al jurado que les miren a la cara. ¡A pagar!
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en cuartos
- el tipo. Morosos que escapan de las deudas.
- las coplas. Hay que tener mucha habilidad para vivir toda la vida huyendo de las personas a las que deben dinero. Una manera de sobrevivir a la que se acaban adaptando, aunque consiguen solventar sus deudas con el Falla. Entrampados, pero vivos en el Concurso. Un estilo y una estructura muy reconocibles, pero que esta vez siguen funcionando. Un segundo pase con el que la chirigota de los Molina consigue avanzar en el certamen al saber aprovechar sus virtudes. Se mueven en la zona de seguridad que dominan, especialmente, en un buen segundo cuplé -con un puntito efectista que funciona- de recopilación de los tipos del presente año para rematarlo con la chirigota 'Daddy Cadi', por la que Raimundo, el moroso, es el que "te fucking la cartera". Antes, el primero sólo es simpaticote al ir al entierro de uno al que le deben dinero. Cuando les ven, el muerto resucita, pero ellos cierran la tapa para que no salga. En los pasodobles, la música sigue estando por encima de las letras. En el primero, relatan todo lo que sienten sus hijos al salir a cantar con sus padres en Carnaval. Sin embargo, en un raro giro final denuncian que los niños no pueden cantar en los tablaos porque los componentes deben darse de alta para poder cantar en ellos. Algo mejor el segundo a una infancia que vivieron sin poder pagar nada, tal y como hacen estos morosos, por lo que piden que les dejen "pintar dos coloretes" a la vergüenza que pasaron de ser morosos sin quererlo.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
- el tipo. Morosos que escapan de las deudas.
- las coplas. El cobrador del frac no para de buscarles y ellos se camuflan para escapar de todos a los que les deben dinero. La chirigota de los Molina le recupera el pulso al Concurso tras el traspié de hace un año con un tipo que se presta algo más al efectismo, que es lo más resultón de todo el repertorio al esconderse gracias a su disfraz en la presentación o usar varios recursos en diferentes cuartetas del popurrí, en donde le dan muchas vueltas a la idea hasta que encuentran la brillantez con la cuarteta de 'El perro andaluz'. Con las armas ya conocidas, mejoran sus prestaciones. Su sello inconfundible vuelve a aparecer en una buena música de pasodoble que luciría mucho más si se moderaran los excesos interpretativos. Letras para superar el trámite de la primera fase. Pasodoble de presentación para abrir la tanda en el que se entrampan hasta las cejas para volver a cantar aunque se mueran sin tener ni un duro. De la misma tónica la segunda letra, con sorpresa final ya que parece que le cantan a cómo se prepara un niño para ir a clase, pero le dan un giro final al dedicárselo a una persona que vuelve a trabajar tras tres años en el paro. Combinan un buen cuplé con otro mucho más previsible. Mejor el primero, en el que el de Cofidis cobra tras darle un babuchazo su parienta al llegar los dos a casa después de una borrachera. Se ve venir el remate del segundo a las habilidades sexuales de su vecino en un matrimonio de cuatro.
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