Chirigota Los jarabe de palo
Chirigota del Bizcocho
La chirigota del Bizcocho, consolidada como una de las punteras de la modalidad tras el pelotazo de 'No te vayas todavía' (tercer premio), fue considerada por muchos como el gran cajonazo del COAC 2018 al quedarse en cuartos con 'No te quemes todavía', una agrupación que pedía al menos un pase más. El grupo de San José de la Rinconada se mantiene para llevar al Falla en 2019 'Los jarabe de palo'.
Actuación en semifinales
FICHA
Localidad: San José de la Rinconada (Sevilla)
Letra: Antonio Álvarez Cordero 'El Bizcocho'.
Música: Manuel Santander Grosso y Antonio Álvarez Cordero 'El Bizcocho'.
Dirección: Ernesto Javier Urmeneta Montiel.
Representante legal: Roberto Carlos Romero Rodríguez.
En 2018: No te quemes todavía (cuartofinalista).
Policías que llegan dispuestos a dar muchos palos para colarse en la Gran Final. Con un humor al límite, la chirigota del Bizcocho deja sensaciones dispares en un tercer pase que se ve lastrado por la inseguridad del grupo en las letras de estreno. Siguen sacándole punta a la presentación al introducir novedades sobre la sesión más corta de las semifinales. Dicen con arte que son los culpables de que canten dos agrupaciones menos porque se las han cargado. Además, acabarán desmayados de la cantidad de chupitos que se van a beber cada vez que les pregunten por el caballo. El primer pasodoble es la letra que más brilla de este pase por el uso del humor negro -un recurso que dominan como expertos- por la muerte de Stephen Hawking, un científico cuya vida fue sobre ruedas y su voz se recuerda al escuchar un GPS. No convence tanto la comparación de la segunda copla entre el veneno del Carnaval y la quimioterapia que recibe un enfermo de cáncer. Los cuplés, aunque son simpáticos, no terminan de romper en el momento en el que se la juegan. Dos letras metacarnavaleras. En la primera, un comparsista se tatúa la pintura del techo del Falla en el culo, cuadrando el boquete en su sitio. Le devuelven a 'Er Chele Vara' el pasodoble a la Policía en el segundo al dar el chivatazo para que les multen por dejar una porquería sobre la cisterna del baño. Osé se siente protegido con estos antidisturbios.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en cuartos
- el tipo. Policías antidisturbios.
- las coplas. Diálogo se desboca por las tablas del Falla. Una apuesta al límite, pero que sale airosa al manejar con soltura un humor ácido. La chirigota del Bizcocho sabe limar su repertorio con sus virtudes tanto en la presentación como en el popurrí para seguir dándole forma a una propuesta que mejora en su segundo pase. Ya en la presentación, en la que el caballo vuelve a tener un gran protagonismo al salir corriendo, van a dar palos como los que le han dado al Pellejo -un poquito de humor negro- por culpa de todo lo que han aguantado en el COAC. En los pasodobles, reluce mucho más la ironía y el tratamiento del primero dedicado a Vox. Usan un poquito de maldad -todo se admite- al decir que a Ortega Lara no le da miedo a que le encasillen. Al final, dicen con cierto ánge que el pueblo pide a gritos regresar al pasado para no tener que levantarse para ir a votar. Un romance entre dos policías copa la segunda letra. Ella es más inaccesible que una vasca con la regla -buen golpe-. El desarrollo es una excusa para mostrar las diferencias que existen entre los dos, por las que ni él es poco hombre ni ella es menos mujer. Resalta el humor llevado al extremo en un buen segundo cuplé al servicio militar que quiere implantar Vox. Echenique se libraría por tener los pies planos. No está mal el primero a la moda de los jóvenes de meterse un tampón mojado en alcohol por el culo. Ellos, como policías infiltrados, lo prueban pero con Aquarius porque tienen que coger el coche. Van en línea ascendente.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
- el tipo. Policías antidisturbios.
- las coplas. Agentes que están dispuestos a acabar con todo el cachondeo a base de palos. Un tipo imponente con el que dan porrazos se hacen a base de humor. Con otra idea al límite, la chirigota del Bizcocho consigue moverse con soltura en un repertorio con un punto crítico por el papel de los agentes antidisturbios, pero con un resultado que no acaba siendo redondo. La impronta queda clara en la presentación, en la que la aparición del Bizcocho en caballo acaba tapándolo todo, siendo éste el momento en el que el autor va a estar más alto. Aun así, dejan algunos buenos detalles al dar ellos más porrazos que el bombista de los Molina al parche del bombo. La ironía se mantiene inalterable en el primer pasodoble, en el que estos policías lesionaron a 14 personas en su examen escrito. Por suerte, les toca esta ciudad como destino a pesar de que luego sean ellos los que se llevan los palos. Mejor remate que desarrollo en la segunda copla, en la que tratan a los aficionados del Carnaval como a los radicales del fútbol. Lo cierran diciendo que esta radicalidad no es que venga de fuera de Cádiz, sino que estos fans están "fuera del Carnaval". Simpaticotes los cuplés. En el primero, se pegan palos a ellos mismos cuando sacan una pancarta en una manifestación. En el segundo, aseguran que no les van a engañar al decirles que lo que hace Rosalía es flamenco. El popurrí es algo irregular, yendo de más a menos.
El veredicto del Diario del Carnaval
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