Chirigota Chernobyl, El Musical
Chirigota del Canijo para el Carnaval 2020
Un festival de humor negro. Una chirigota que, por supuesto, no es apta para ofendiditos. Pero esto solo es Carnaval. Y como la fiesta es libre, el Canijo se siente cómodo al llevar el humor al extremo, pero con inteligencia. Muchas pamplinas de las buenas a lo largo de un repertorio radiactivo. Otro buen pase que mantiene la línea ascendente esta chirigota a partir de las letras –lo más importante en el Concurso–, que vienen a engrandecer aún más unas partes fijas con pequeños cambios que brillan a pesar de cantarlas por tercera vez. Pasodobles que cumplen los cánones de lo que debe ser una tanda. En el primero, piropean a Cádiz a partir de las barcas caleteras, que se parecen a la identidad de los gaditanos ya que muchas veces “están paradas” y se muestran inquietas por poder “tapar todos los boquetes”, pero que tienen como mayor lujo el poder vivir frente al mar. Muy duro, a la par que bueno, el segundo pasodoble a Billy el Niño, que tiene como mayor desgracia haber visto con sus ojos la democracia después de ser “el sheriff de los puñetazos” en la dictadura. Mucha maldad carnavalera, pero de la que reluce de verdad, y algo de riesgo en dos cuplés excelsos. Humor negrísimo en el primero, en el que Ortega Lara es de Vox porque le encanta el Cara al sol por el tiempo que se llevó sin darle el sol en la cara –esto solo es Carnaval, que no se olvide–. En el segundo, también bastante bueno, el Papa se queja de que le agarraron del brazo de las macocas.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en cuartos
el tipo. Trabajadores de la central nuclear de Chernobyl. las coplas. Humor radiactivo. El Carnaval gaditano lo acepta casi todo. Por eso, si el humor negro se sabe usar de forma certera, su efecto es mucho mayor. El Canijo se mueve con soltura con una propuesta arriesgada, pero muy efectiva al sacarle mucha punta a una tragedia como la de Chernobyl. Lo hace con mucha inteligencia, pero sin hacer daño. Porque si alguien se ofende con este repertorio, debe revisar urgentemente su sentido del humor. Completísimo segundo pase de una chirigota a la que se le nota la frescura con la que afronta este Concurso. Lo hace con la fuerza que le dan las letras, tanto en lo serio como en lo humorístico. Suena aún mejor la música de Jesús Bienvenido, que tiene un sello más que reconocible. Saben jugar al despiste en un buen primer pasodoble que comienza con un piropo a Cádiz sustentado en los motivos por los que hay que estar orgullosos de la ciudad. De todos ellos, presumen de que en el palco del Falla “no hay ningún asiento para los fascistas” al no estar Vox en la Corporación municipal. El Canijo le lanza un guiño muy atinado a sus hijas en la segunda letra desde una perspectiva muy distinta de la habitual al reconocer que son su filtro frente al “micromachismo” que puede aparecer en sus letras. Por ello, está orgulloso de que le corrijan por comprobar que son mujeres luchadoras y feministas. Los cuplés no se deforman por la radiación. Un poquito previsible el primero a cómo afectan los fuegos artificiales a todos los perros menos al del alcalde, que está acostumbrado a “los petardos”. Bastante bueno el segundo a los chulitos de los gimnasios, que por arriba son como Stallone, pero tienen las piernas como Echenique. Un pamplineo muy efectivo en el popurrí les hace aspirar a todo.
El veredicto del Diario del Carnaval
Actuación en preliminares
La chirigota del Canijo regresó al Concurso del Falla tras descansar el pasado año y lo hizo con 'Chernobyl, el musical', encargada de abrir la quinta sesión de preliminares del COAC 2020.
el tipo. Trabajadores de la central nuclear de Chernobyl. las coplas. Repertorio con sentimiento ucraniano y sabor a radioactividad que acaba calando hasta los huesos. Humor sin filtro, lo que es una gran virtud en un tiempo complicado para la comedia. Golpes negrísimos en algunos momentos, pero con mucha gracia. Chirigota no apta para pieles sensibles. Tras un año de ausencia chirigotera, el Canijo rehace la estructura de su chirigota para, a partir de la tragedia nuclear de Chernobyl, traer un repertorio más fresco y atrevido. El resultado es una primera actuación muy completa que sirve de seria llamada de atención al resto de chirigotas que aún tienen que cantar. “Chernobyl es mejor que Conil para entrar a vivir” cierra una brillante presentación en la que ya se deja muy claro el riesgo de esta apuesta. Y si Bienvenido aporta una música de pasodoble que es un caramelo en su trío, todo va ya sobre ruedas. Buena y original comparativa entre Chernobyl y Cádiz para abrir la tanda. Cádiz es una ciudad que te transforma y Chernobyl es un lugar pa matarse, literalmente. Desde su experiencia, el Canijo plantea muy bien la segunda letra para hablar de la expansión del Carnaval, una fiesta que ya se le ha ido de las manos a Cádiz, pero que no hay que olvidar que sigue siendo gaditana. Una de cal y una de arena en los cuplés. En el primero, solo regular, entran a robar en casa de Quezada –sí, sí, el jugador del Cádiz–, pero los ladrones acaban dejándole 10 euros en la mesita de la entrada. Muy bueno –y algo bestia– el segundo a la postura de la rumana de las muletas, que anda de esa forma porque se pasó con el Satisfayer. El popurrí es una sucesión casi sin freno de buenos golpes, algunos muy absurdos como el de la canción Mi gato de Rosario Flores, que culmina la actuación de una chirigota que apunta alto desde el primer día.
El veredicto del Diario del Carnaval
La previa
Antonio Pedro Serrano El Canijo hará doblete en el Carnaval 2020. El autor sevillano, que se mantiene como letrista del coro de Julio Pardo, vuelve al Falla con su chirigota tras un año de descanso que el grupo aprovechó para sacar en la calle 'La Vox Kids'.
Rodeado de varias caras nuevas y con música de Jesús Bienvenido, El Canijo regresa al certamen de coplas con 'Chernobyl, el musical' tras lograr el cuarto premio en 2018 con '¡Qué caló!'.
Ficha
Localidad: Cádiz
Letra: Antonio Pedro Serrano Álvarez El Canijo
Música: Jesús Bienvenido Saucedo
Dirección: Antonio Pedro Serrano Álvarez
Representante legal: David Carrasco Muñoz
En 2018: ¡Qué caló! (cuarto premio)
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